Entender el impacto de los cambios de temperatura estacionales en la transmisión del virus es un factor importante para reducir la propagación del virus
Regeneración 22 febrero 2021. Investigadores de Estados Unidos realizaron un análisis sobre las bajas temperaturas y las tasas de infección en 50 países del hemisferio norte para cuantificar su efecto en la transmisión del Covid-19.
Entender el impacto de los cambios de temperatura estacionales en la transmisión del virus es un factor importante para reducir la propagación del virus en los próximos años.
El SARS-CoV-2 pertenece a una gran familia de coronavirus humanos, la mayoría de ellos se caracterizan por una mayor transmisión en los meses más fríos.
Análisis de temperatura
Investigadores del Christina Lee Brown Envirome Institute de la Universidad de Louisville, la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y del Centro Conjunto de Inteligencia Artificial del Departamento de Defensa de EU analizaron cómo la temperatura atmosférica afecta la transmisión del Covid-19.
También compararon los datos diarios de bajas temperaturas y los casos de Covid-19 registrados en 50 países del hemisferio norte.
En el estudio se descubrió que a medida que aumentaban las temperaturas, disminuían los casos nuevos de Covid-19.
El análisis mostró que entre -1 grado y 37 grados, es decir un aumento de 17 grados en la temperatura diaria se asocia con una disminución del 1% en la tasa de aumento de casos de Covid-19.
Mientras que la disminución de 17 grados en la temperatura se asoció con un aumento de contagios.
“Aunque el COVID-19 es una enfermedad infecciosa que tendrá una transmisión no dependiente de la temperatura, la investigación indica que también puede tener un componente estacional”, señaló el estudio.
Conclusión
En conclusión los meses de verano están asociados con una transmisión más lenta de Covid-19, como en el caso de otros virus respiratorios estacionales.
En Estados Unidos se observaron picos agudos de Covid-19 durante el verano.
Pero los investigadores notaron que las temperaturas más frías del verano pudieron relacionarse con el número de casos.
Señalaron que “es razonable concluir que,al igual que otros virus estacionales, el SARS-CoV-2 podría resultar extremadamente difícil de contener con el tiempo».