Todo parece indicar que el mayor beneficiario de esta ley sería la unión de Televisa-Univisión.
Regeneración, 25 de abril de 2021. La creación de la Ley Federal de Cinematografía y el Audiovisual propuesta del senador Ricardo Monreal parece que podría beneficiar a muy pocos y dejar a pequeñas empresas e independientes sin participación.
Esta ley contempla en el artículo 20 que las plataformas Over The Top (OTT), como Netflix, Amazon Prime o Disney+, reserven el 15 por ciento de su catálogo para obras cinematográficas y audiovisuales nacionales que no hayan sido producidas hace más de 25 años.
El punto a destacar es que las nuevas producciones tienen que ser realizadas forzosamente por un productor nacional que no sea controlado por la plataforma digital correspondiente.
Esta ley entiende como productor nacional a personas físicas mexicanas por nacimiento, naturalización o residentes permanentes.
O personas morales mexicanas cuya mayoría del capital votante sea controlado de manera directa o indirecta por mexicanos por nacimiento o naturalización que ejerzan control efectivo en la toma de decisiones sobre la empresa.
Televisa y TV Azteca los ganadores
Los únicos que cumplirían con esta situación sería la reciente unión de Televisa-Univisión, la cual es contemplada como una productora nacional y quienes pueden cubrir el 15 por ciento de contenidos nacionales.
Caso parecido es lo que puede ganar la empresa de Ricardo Salinas Pliego, la cual también podría realizar este porcentaje de producciones, las cuales no importa si son buenas, de mala calidad, con contenido de investigación, etc.
Sobre todo porque esta propuesta de Ley de Cinematografía también contempla que las plataformas modifiquen sus algoritmos para favorecer el contenido nacional en las sugerencias a los usuarios.
De igual manera, el artículo 35 del proyecto de Ley menciona que el Estado deberá dar apoyos vía capital de riesgo, subsidios, estímulos económicos e incentivos fiscales en beneficio de los creadores, productores, distribuidores, comercializadores, exhibidores y promotores de obras cinematográficas nacionales.
Por su parte, la Secretaría de Cultura, señaló que esta iniciativa de reforma contiene disposiciones que alteran el equilibrio de la industria cinematográfica.
Entre ellos, se da formalidad a las malas prácticas actuales que se escudan en una supuesta preferencia de las audiencias para la exhibición de ciertas obras cinematográficas.
De igual manera se violan diversos tratados económicos internacionales en materia de comercio de servicios e inversión, como lo es la no discriminación hacia los inversionistas extranjeros.
Por lo que pide que esta nueva ley debe ser redactada con tiempo y discutida con todos los actores involucrados en el sector para asegurar su funcionamiento en beneficio de todos y que refleje un verdadero consenso.
¿Acaso estaremos viendo de nueva cuenta la intromisión de los poderes fácticos para obtener ganancias que perdieron? La discusión apenas comienza.