León Fierro es en toda regla un preso de conciencia. Está detenido por declarar ante la Juez que seguirá luchando por el derecho humano al agua. A 10 días de prisión, su palabra libre
Regeneración, 18 de mayo del 2018. León Fierro es en toda regla un preso de conciencia. Explícitamente está tras las rejas por declarar ante la Juez que continuará defendiendo el derecho humano al agua. Todo ello en la misma audiencia en que dicha Juez expresó que por «por sentido común», León Fierro es inocente del delito de homicidio en grado de tentativa que el gobierno panista de Kiko Vega buscaba imputarle; tal como hemos dado cuenta en el artículo Represión Diazordacista contra defensores del agua en Mexicali.
[Carta dictada por León Fierro desde la cárcel a una visita el día 17 de mayo de 2018. Algunas frases han sido modificadas para facilitar su lectura.]
El 8 de mayo fui catalogado como un sujeto peligroso y me asignaron prisión preventiva.
¿Pero por qué mantener en prisión a un padre de dos niños y una niña, a un viudo que luchó por la vida de la madre de sus hijos, un profesor de diversas escuelas como la Universidad Autónoma de Baja California, el Centro Estatal de las Artes, la Universidad del Valle de México, la Escuela Xochicalco, el Instituto Salvatierra, el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos, entre otras?
¿Por qué mantener en prisión a un hombre con maestría en pedagogía y un doctorado en ciencias; a una persona que funda un Centro de Actividades Educativas y de Desarrollo Integral para brindar servicio a familias de escasos recursos; a un tallerista para la prevención del bullying en primarias, secundarias y preparatorias, fundador de una Red de Horticultores en Mexicali, de una Asamblea Socio-Ambiental por la Soberanía Alimentaria de la ciudad, un tallerista de robótica y reciclaje, capacitado en primeros auxilios, sin antecedentes penales, consumo de drogas, portación de armas y sin siquiera haber tenido problemas o manchas en su historial estudiantil?
¿O será, más bien, que se encarcela por organizar a la comunidad estudiantil para bajar la cuota para estudiantes, o por participar en el movimiento #YoSoy132 contra la imposición del nefasto presidente Enrique Peña Nieto, o por manifestarse contra las guerras, invasiones, imposiciones y masacres de los gobiernos imperialistas de Estados Unidos, Francia, Inglaterra e Israel, o por marchar en solidaridad con los pueblos palestino, kurdo, afgano, sirio, iraquí, haitiano, egipcio y griego, o por estar en contra del muro de Trump, de las reformas estructurales-privatizadoras —laboral, energética (gasolinazo), hacendaria y educativa—?
¿Será que encarcelan a gente por defender la autodeterminación de los pueblos originarios contra las masacres de Atenco y Acteal, o por apoyar a los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y marchar junto a ellos, o por tomar las instalaciones locales de Televisa exigiendo dijeran la verdad y desmintieran a la PGR y a Peña Nieto sobre lo sucedido el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala y sobre todas las fosas con miles de personas asesinadas a lo largo y ancho del país?
¿O a lo mejor nos encarcelan por solidarizarnos con las familias y el gremio de periodistas que han vivido en amenazas, hostigamientos, despidos y asesinatos por decir la verdad; o por solidarizarnos con el pueblo de Nochixtlán, por la masacre y persecución política a manos de la policía y el gobierno de los pobladores; o por estar en contra de la impunidad de los feminicidios que crecen como nunca en Baja California?
Más bien, voy cayendo en cuenta, que quizá nos encarcelan por atentar contra los negocios del gobernador y sus secuaces, llámese Vizcarra con EcoZone —ahora Proyecto Incluyente de Mexicali— o Loyola con Constellation Brands, donde también están involucrados el presidente de México Peña Nieto, el alcalde de Mexicali Gustavo Sánchez, el exsecretario de SIDUE en Baja California Manuel Guevara, el exalcalde de Mexicali Jaime Díaz, el senador panista Víctor Hermosillo y, ahora, la gobernadora priista de Sonora Claudia Pavlovich; o por atentar contra el gran negocio binacional del agua, ahogado en desaladoras y otros negocios de Asociaciones Público-Privadas (APPs).
O —¿será?—por todo lo anterior.
Sí es así, me declaro culpable y debo ser un sujeto peligroso. Pero NO peligroso para la comunidad, sino para los que controlan al país, para quienes lo saquean, destruyen, prostituyen y masacran. Confieso que debo ser un sujeto peligroso, así como todos y todas lxs que no callamos, no negociamos, no claudicamos, no nos rendimos.
P.D. Si esperaban doblegarme en su calabozo inmundo, queriendo enfermarme haciéndome comer en platos compartidos con decenas de personas que a diario llegan hediendo a excremento, al separarme de mi familia de sangre y de lucha, al aislarme en una celda fría sin ninguna lectura, radio ni cuadernos, o al exhibirme desnudo ante los demás presos, ¡Se equivocaron!, pues aquí he encontrado un apoyo y una fortaleza externa e interna como nunca la imaginé.
Hasta los peores criminales han entendido la importancia de esta lucha, que es de todas y de todos.
Ellos mismos me protegen y animan, me cuentan lo que sucede afuera y también quieren luchar contra el gobierno y por la vida.
Y de los custodios —¿qué decir de ellos?—, ellos también sufren la tiranía del gobernador Francisco “Kiko” Vega desde que tomó el poder, pues los amenazó de no aumentarles ni un peso en su salario, y eso sí cumplió.
Ahora ni siquiera les permite vacaciones ni ascender sin ser hostigados.
Por eso, por la justeza de esta lucha, es que muchos custodios y administrativos nos apoyan, nos animan y nos echan la mano siempre que pueden.
Gracias a todos ellos y a quienes me visitaron, logro enterarme un poco de todo lo que se ha hecho contra esta injusticia que me tocó vivir.
A todos los pueblos y a toda la gente que salió en apoyo en Tijuana, Tecate, Ensenada, Rosarito, Ciudad de México, San Diego, Seattle, Auburn, Chicago, Indiana, Nueva York, Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Zacatecas, Sinaloa, Guadalajara y España, muchas gracias.
– – Al final, los pueblos del mundo venceremos.
– – ¡Ni un paso atrás!
– – Ing. León Sedov Fierro Reséndiz