Noam Chomsky, escritor, lingüista, disidente político y profesor del MIT reconocido a nivel mundial, viajó a Japón, justo antes de que se cumpliera el tercer aniversario de la crisis de Fukushima. Chomsky, de 85 años de edad, se reunió con sobrevivientes de Fukushima, entre los que había familias que evacuaron la zona luego de la fusión. “Es en particular aterrador el hecho de que esto ocurra en Japón, dadas las experiencias únicas y terribles que tuvieron con el impacto de las explosiones nucleares, que no tenemos que analizar”, afirma Chomsky. “Y es en particular terrible cuando eso les ocurre a niños, pero desafortunadamente, siempre es así”.
Entrevista a Noam Chomsky
AMY GOODMAN: Acabamos nuestro programa especial sobre el aniversario del desastre de Fukushima con las palabras del disidente político, lingüista, escritor y profesor del MIT de renombre mundial Noam Chomsky, quien viajó a Tokio la semana pasada. Noam Chomsky, que tiene ahora 85 años, se reunió con sobrevivientes de Fukushima, incluidas familias que fueron evacuadas de la zona del desastre. Su reunión fue filmada por el medio de comunicación online independiente OurPlanet-TV. Veamos al profesor Chomsky hablando en Japón.
NOAM CHOMSKY: Es particularmente horrible que esto esté ocurriendo en Japón, un país con unas experiencias únicas y horribles en lo que respecta al efecto de las explosiones nucleares. Algo sobre lo que no cabe discusión.
Y, por supuesto, es particularmente horrible que los afectados estén siendo niños, indefensos e inocentes. Pero, lamentablemente, esto es lo que sucede siempre. Es decir, cuando mis hijas tenían más o menos la edad de su hija volvían a casa de la escuela contando cómo en la escuela se les enseñaba a esconderse debajo de los escritorios en caso de que hubiese una guerra nuclear. Esto fue justo después de la crisis de los misiles de Cuba, cuando el mundo estuvo muy cerca de una guerra nuclear. Y los niños estaban muy molestos. Quiero decir, yo conocía a niños que eran amigos de la familia que estaban seguros de que no iban a sobrevivir porque el mundo iba a ser destruido por una guerra nuclear. Pero la línea oficial era: «No te preocupes, todo está bajo control». Es lo mismo que cuando mis hijas, de nuevo con las misma edad que las suyas, dejamos de darles de beber leche, debido a que los científicos, que estaban preocupados, reconocieron que había un nivel muy alto de estroncio 90 en la leche que venía de las explosiones atómicas que EE.UU. estaba llevando a cabo, muchas de ellas explosiones al aire libre. Y el gobierno aseguró a todos que no había ningún problema, pero un montón de gente, como nosotros, simplemente dejó de alimentar a los niños con leche, dándoles sólo leche en polvo, que estaba producida antes de que las explosiones.
Sucede todo el tiempo. Ahora mismo, por ejemplo, en Irak hay una ciudad, Faluya, que fue atacada por las fuerzas estadounidenses con armas que nadie entiende, pero dejaron un alto nivel de radiación. Y hay estudios realizados por médicos iraquíes y estadounidenses que muestran unos niveles muy altos de cáncer entre los niños, muy superior al que había antes, en todo el área de Faluya. Pero el gobierno lo niega. El gobierno de EE.UU. lo niega. El gobierno iraquí no actúa. Las organizaciones internacionales se niegan a prestarle atención al asunto. Así que todo se está llevando a cabo por organizaciones independientes y grupos ciudadanos. Y esto es así en todas partes. Quiero decir, en 1961, Estados Unidos comenzó la guerra química en Vietnam, en Vietnam del Sur. La guerra química para destruir los cultivos y el ganado. Eso se hizo durante siete años. El nivel de veneno… fue utilizado el cancerígeno más extremo que se conoce: la dioxina. Y esto se prolongó durante años. Esto ha dejado unos efectos enormes en Vietnam del Sur. Hay niños que están naciendo en los hospitales de Saigón, niños deformados, con deformaciones horribles.
El gobierno se niega a investigar. Han investigado los efectos sobre los soldados americanos, pero no en los sur vietnamitas. Y no hay casi ningún estudio sobre este asunto, a excepción de los que han realizado grupos de ciudadanos independientes. Se puede añadir un caso tras otro. Pero es un asunto truculento y particularmente horrible para usted, porque usted lo está sufriendo. Pero esa es la manera en que los gobiernos funcionan. Ellos se protegen de sus propios ciudadanos. Los gobiernos consideran a sus propios ciudadanos como su principal enemigo, y consideran que deben protegerse a sí mismos. Por eso existen las leyes sobre el secreto de Estado. Los ciudadanos no deben saber lo que su gobierno les está haciendo. Sólo para poner un ejemplo final, cuando las revelaciones de Edward Snowden aparecieron, el jefe de la inteligencia de EE.UU., James Clapper, testificó ante el Congreso que las comunicaciones telefónicas de estadounidenses no estaban siendo monitoreadas. Fue una mentira disparatada. Mentir al Congreso es un delito grave; Él debería ir a la cárcel por varios años. No hay más que hablar. Los gobiernos deben mentir a sus ciudadanos.
AMY GOODMAN: El autor y profesor del MIT Noam Chomsky, hablando en su visita a Tokio la semana pasada. Mandamos un agradecimiento especial a OurPlanet -TV. Pueden visitar nuestro sitio web para ver nuestra cobertura especial de tres días desde Tokio, Japón, en democracynow.org.
Traducido por Igor Moreno. Editado por Glenda Rosado y Democracy Now! en Español.