Para el estudio se analizaron muestras de carne cruda y cocida vendida en tacos, gorditas, burritos y milanesa en comercios de Aguascalientes, Zacatecas, Chihuahua, Ciudad de México, Pachuca y San Vicente Chicoloapan.
Regeneración, 2 de noviembre de 2017.- En cinco entidades del país, comerciantes y carniceros se aprovechan de que no existen estrictos controles sanitarios y surten a los mexicanos con carne de caballo, haciéndola pasar por res.
Esa fue una de las conclusiones a las que llegó un estudio patrocinado por la organización no gubernamental Humane Society International, donde se identificaron casos de venta de carne de caballo en carnicerías, mercados, tianguis y puesto ambulantes.
Esta investigación fue encabezada por María Salud Rubio y Juan Francisco Hernández, expertos de la Facultad de Veterinaria de la UNAM, y se basó en el análisis de 433 muestras de carne cruda y cocida vendida en tacos, gorditas, burritos y milanesa en 157 comercios en Aguascalientes, Zacatecas, Chihuahua, Ciudad de México, Pachuca y San Vicente Chicoloapan.
Los resultados de laboratorio revelaron que el 10 por ciento de las muestras examinadas dieron positivo como carne de equino.
El 12 por ciento de las muestras recolectadas en Ciudad de México, Chihuahua y Pachuca, dieron positivo como carne de caballo, mientras en Aguascalientes fue el 11 por ciento, en Zacatecas el 7 por ciento y en Chicoloapan, Estado de México, ninguna de las 40 muestras mostró DNA de equino.
Respecto a los tipos de corte, la carne molida es la que más está expuesta al engaño pues el 42 por ciento de las muestras positivas correspondieron a este tipo de carne.
El precio de la carne de equino es un incentivo importante para seguir con esta práctica pues el precio de carne en la Ciudad de México, por ejemplo, cuesta 70 pesos, mientras que la de res está en 140.
Además, el estudio reveló que la carne está contaminada con clembuterol, un anabolizante cuya ingesta está prohibida. En el 65 por ciento de las pruebas de carne de caballo, hubo resultados positivos de esta sustancia.
En el rubro de salubridad, los establecimientos quedaron reprobados pues únicamente el 15 por ciento de los establecimientos visitados en la Ciudad de México recibieron la calificación sanitaria de “excelente”.
De acuerdo con el informe, “en México, como en otros países, el consumo de carne de caballo se asocia a menudo con un estatus bajo, pobreza e ignorancia”.
Agrega que “más allá del estigma social, el consumo de carne de caballo podría representar un riesgo para la salud humana”, pues no son criados para alimento, y se les inyectan sustancias que pueden ser peligrosas para los humanos.
México es el segundo mayor productor de carne de caballo en el mundo, después de China. En 2007, cuando cerraron los mataderos de caballos en Estados Unidos, la industria en el país creció aún más.
Con información de El Universal