Tan sólo en el mes de diciembre la casa de subastas británica, Christie´s, propiedad de Henrry François Pinault, esposo de Salma Hayek, recaudó 3.5 mdd con la venta de 74 piezas arqueológicas; la venta de objetos arqueológicos no sólo es inmoral, es la clara señal de que las potencias colonizadoras siguen ejerciendo su dominio
Por Martha Rojas
RegeneraciónMx, 12 de diciembre.- La Reforma a los artículos 49 y 53 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas estableció un pena de cuatro años de cárcel a todo aquel que “efectúe cualquier acto traslativo de dominio de un monumento arqueológico mueble o comercie con él”. En dicha legislación se establece que la administración, estudio y conservación de dichos bienes corresponden únicamente al Gobierno Federal.
Sin embargo, en los últimos años ha habido un incremento circunstancial de la venta de reliquias arqueológicas, considerados como patrimonio de las culturas precolombinas. Ventas por internet o en famosas casas de subastas han promocionado la adquisición de piezas, algunas de ellas originales, a coleccionistas privados, lo cual constituye un delito. Una de dichas casas de subastas, Christie´s, con sede en Londres, que en noviembre recaudó más de 3.5 millones de dólares con la venta, en París, de 72 piezas prehispánicas consideradas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como patrimonio de la Nación.
Aunque la cancillería de México en Francia interpuso un reclamo ante las autoridades de dicho país, la moción no tuvo éxito debido a que las leyes galas consideran como propietaria legítima a la persona que acredita la compra de dichas reliquias.
Para algunos expertos, consultados por RegeneraciónMx, en la venta de dichos objetos influyen algunos aspectos como el momento de la adquisición, las circunstancias bajo las cuales fueron adquiridas y la intención que el poseedor tenga hacia los objetos.
Es decir, se diferencian tres momentos que pueden o no considerarse como un saqueo a la nación o un acto en el que el poseedor figura como conservador.
La primera circunstancia tiene que ver con el momento y se refiere al año en que la persona encontró la pieza, pues hasta antes de 2011 no existía ninguna ley concreta que regulara su posesión. La segunda, tiene que ver con cómo fueron halladas, es decir si las encontraron casualmente durante la remoción de un asentamiento o fueron compradas en el mercado negro; la tercera está ligada al coleccionismo privado, es decir aquellos sujetos que poseen piezas con el fin de restaurarlas o conservarlas.
Desde hace 200 años, en 1821, cuando México pudo independizarse del dominio colonial español, se inició una cruzada para detener el saqueo de los bienes del país. Bastante duro habían sido los primeros años de la Conquista y el posterior asentamiento de los españoles en el territorio nacional, que no tardaron en poseer mujeres, tierras y bienes.
Pero en Europa el grito de México para detener el comercio, es inútil. Christie´s, la famosa casa de venta de artículos de lujo perteneciente al Grupo Artemis, propiedad de Fran𝜍ois Henrry Pinault, esposo de la actriz Salma Hayek, recaudó 9 mil millones de dólares en la venta de diversos objetos, incluidos artefactos que forman parte del imaginario mesoamericano, informó el Comercio de Ventas Voluntario de la subastadora.
Sin importar los reclamos gubernamentales de México o de cualquier otro gobierno, como el colombiano o el peruano, Christie´s concreta las ventas al por menor y amenaza con continuar la práctica en países cuya legislación favorece el saqueo colonialista. Esto es Francia o Gran Bretaña potencias, que impusieron su dominio político e imaginario en América, África y el Sudeste Asiático.
“La regulación de venta pública en Francia es una verdadera garantía para los coleccionistas, de lo contrario, se corre el riesgo de que se desarrolle un mercado opaco”, declaró Henri Paul, titular del organismo galo que se encarga de auditar las ventas, al diario Le Figaro.
De este modo, el gobierno de Emmanuel Macron, que se alistó para una guerra diplomática contra Estados Unidos y Australia por no incluirlos en la fabricación de submarinos nucleares, desechó la petición de México para frenar la venta del patrimonio cultural anteponiendo los intereses de una empresa en manos de uno de sus ciudadanos al reclamo colectivo y añejo que los pueblos realizan. Para estos reclamos Francia tiene oídos sordos.
SILENCIO Y COMPLICIDAD DE LAS POTENCIAS COLONIALISTAS
¿Cómo se acreditó la licitud de las piezas? ¿Quiénes son los poseedores? Fueron cuestiones que Christie´s se ha negado a contestar. RegeneraciónMx envío una petición de entrevista a Gabriela Lobo, representante de la empresa en México.
“Acabo de hacerle llegar su comunicación a Alexandra Kindermann, Directora de nuestro departamento de prensa en Europa, para que le conteste directamente”, respondió Lobo a esta casa editorial, en un escueto correo, sin que hasta el cierre de esta edición haya habido comunicación de parte de Kindermann.
Quien sí se ha manifestado públicamente acerca de la situación, ha sido la secretaria de Cultura de México, Alejandra Frausto, quien tachó de legal, pero no ética la subasta.
“La memoria, la identidad y la cultura de una nación no puede ser un artículo de lujo que adorna una casa”, sentenció.
A consideración del Gobierno Federal, la venta de dichas piezas fomenta el saqueo, el mercado negro, priva a dichos objetos de su esencia cultural e histórica, y socava la integridad de las culturas.
Agripina Martínez de 75 años, oriunda de San Juan Diuxi, un pueblo enclavado en la Sierra Mixteca de Oaxaca, cuenta a RegeneraciónMX que su pueblo ha sido uno de los afectados por el saqueo. Recuerda que cuando tenía cinco años, un maestro rural que vivía en el centro del poblado encontró reliquias arqueológicas mientras construía su hogar, en esa época, 1950, se desconocía que estos objetos semidestrozados, hechos de barro pudieran tener algún valor.
Pero, dice, el maestro los conservó, y cuando por azar los mostró a unos “gringos” que exploraban la sierra, no pasó mucho tiempo para que ellos y otras personas llegaran al pueblo a “explorar la tierra”. Ofrecieron dinero al maestro por las piezas de barro e hicieron circular una leyenda que confinaba al misticismo un cerro cercano llamado Montenegro, hoy considerado por las autoridades del poblado como una zona propicia para las excavaciones arqueológicas.
Los gringos, delos que hasta el momento se desconoce su nombre, dijeron que en dicho lugar habitaban dos reyes que infligían castigo a todo aquel que se atreviera a visitar la zona. Hoy Montenegro es una zona en la que habitan 21 personas oriundas de la región, hablantes de mixteco, que pese al saqueo han encontrado vestigios de su pasado, hoy estos pueblos se niegan a seguir siendo sometidos y engañados por los blancos, reclaman el derecho a trazar el rumbo de su devenir y a reconstruir su pasado.
LA ELEVACIÓN DEL PASADO A CATEGORÍA ARTÍSTICA
El auge y conservación de las piezas arqueológicas surgió con el impulso que reconocidos artistas del siglo XIX, como Diego Rivera o Rufino Tamayo realizaron exaltando las raíces del México moderno.
“Tamayo descubre en el arte prehispánico un universo único, que es nuestro y que en ese momento no estaba descubierto ni valorado, que era visto como un recurso arqueológico, pero él comienza a ver que en dichas piezas hay una creación humana y espiritual, con una belleza propia, es un símil de lo que le ocurre a Picasso cuando descubre el arte africano e incorpora esto a su producción. En ese momento Tamayo no conoce a Picasso ni sabe de historia del arte, pero al integrar los elementos del arte prehispánico a su obra comienza a crecer exponencialmente, comienza a ser un artista sofisticado y único.
“Fue Diego Rivera el que tiene un gran papel, él incorpora lo propio. Lo antiguo, lo histórico a su discurso estético y político, él es quien integra estos elementos a la visión de una identidad. Es el primero que enaltece el arte prehispánico como una cuestión estética Al igual que Tamayo, Rivera consideran el arte prehispánico no como un vestigio arqueológico sino como los cimientos de una nación y los eleva a una categoría estética única”, explica el curador de arte del Museo Tamayo, Carlos Pereda.
“El patrimonio ahí está, hay quien lo conserva lo aprecia y lo difunde hay quien lo restaura. Muchas veces no es el gobierno sino las manos privadas. La función del museo es la de difundir estos saberes, hacer mío un objeto artístico no es tenerlo en casa sino difundirlo y que nos brinde un sentido de pertenencia, el público es quien le da sentido ala obra, el propio Tamayo explicaba que la obra no estaba completa hasta que alguien la viera y la dotara de sentido”, zanjó el experto.
De este modo encontramos que el valor histórico, cultural y artístico que radica en estas piezas, reside en el espectador, pero como bien mencionan las autoridades culturales de nuestro país es inmoral que las mismas potencias que nos colonizaron nos despojen del derecho a reconstruir nuestro pasado.