El presidente de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT, César Casas, dijo que una empresa que no contempla la diversidad queda rezagada.
Alertó que, si las empresas mexicanas ignoran las necesidades de sus empleados y no consolidan prácticas de inclusión, puede costarles la pérdida de aliados comerciales.
Regeneración, 24 de junio de 2017.- Este mes, Pemex difundió un video donde se presumen acciones que la compañía ha realizado a favor de la diversidad sexual, por ejemplo, la creación de una red de empleados LGBTTTI, la inclusión de las parejas del mismo sexo como beneficiarios del seguro médico y la construcción de baños unisex.
Estas acciones comenzaron hace más de 20 años en varias firmas multinacionales, son políticas que iniciaron en Estados Unidos y que poco a poco se han realizado en México.
“Lo importante es comunicar a clientes y empleados cuál es la postura de la empresa ante esta comunidad”, dice Alberto Pino, gerente de Cadena de Valor para la empresa química Dow.
“No queremos que nuestros clientes vean las campañas a favor de la diversidad como algo nice, sino indispensable para el bienestar. Si no eres una empresa abierta en estos temas, te estás perdiendo oportunidades geniales de contratación”, agregó Alberto, también líder de Gays, Lesbians and Allies at Dow (GLAD), la red de empleados LGBTTTI.
Por otra parte, Delfina Grossi, gerente de Soluciones de Mercado y embajadora de la Diversidad en Google México, dijo que la defensa de la diversidad no solo es un asunto ético, sino un asunto de negocios.
“Los clientes de Google son diversos, por lo tanto, es necesario que nuestro equipo también lo sea. Nuestros productos consideran las diferencias de raza, de género y de preferencias, para seguir impactando”.
En México, en 2014 se creó Pride Connection México, una red empresarial que cada mes se reúne para fomentar prácticas corporativas enfocadas en la comunidad incluyente. Al inicio, solo cuatro empresas formaban la red: IBM, Accenture, Dow y Scotiabank, pero, tres años después, la cifra se ha elevado hasta alcanzar 30 multinacionales y dos mexicanas: Pemex y Cinépolis.
El presidente de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT, César Casas, dijo que una empresa que no contempla la diversidad queda rezagada. “La globalización nos alcanzó”, aseveró.
Además, Casas comentó que las políticas de inclusión forman parte de “grandes multinacionales” desde hace más de una década. Por ejemplo, la empresa de tecnología IBM es una de las pioneras en la creación de una red voluntaria de empleados que impulsa acciones inclusivas.
Isabel romo, gerente de Diversidad e Inclusión en IBM dijo que su meta “es cumplir con una cultura libre de discriminación”.
“En 2004, cuando aún no existía en la Ciudad de México el matrimonio igualitario, nuestra empresa contaba con beneficios para las parejas de nuestros trabajadores”, explicó.
Si las empresas mexicanas ignoran las necesidades de sus empleados y no consolidan prácticas de inclusión, puede costarles la pérdida de aliados comerciales.
“En el mundo de los negocios hay un código tácito: las multinacionales no se involucran con otras empresas que no compartan su visión. La alta dirección de las firmas mexicanas comienza a entender que implementar acciones por la diversidad no es optativo: tienen que hacerlo de buena gana”, explicó César Casas.
La Federación de Empresarios LGBT, desde hace tres años asesora a las empresas para adquirir o mejorar sus prácticas de inclusión. Una tarea relativamente fácil de concretar en empresas multinacionales, pero complicada cuando se trata de empresas mexicanas, dijo Casas.
“Generalmente es el área de Recursos Humanos la que comprende la importancia de desarrollar una empresa diversa. Pero no ocurre así con dueños y accionistas conservadores”.
“Las políticas de diversidad logran que le vaya mejor a la empresa. No van a dejar de vender ni de hacer negocio”, advirtió ante los pensamientos de quienes creen que la inclusión podría traer pérdidas económicas.
Con información de Animal Político