En dos semanas incendios han destruido 350 mil hectáreas. Ola de calor de 16 días con temperaturas superiores a 40 grados en España
Regeneración, 20 de agosto de 2025. En redes destacan la magnitud de los incendios en España, que incluso ha solicitado ayuda internacional.
Y es que en dos semanas, en España han ardido 350 mil hectáreas por decenas de incendios.
Mismos que como se indica, surgieron durante una ola de calor que se ha prolongado durante 16 días con temperaturas superiores a los 40 grados en todo el país.
Incendios
Portales indican que algunos de estos incendios, sobre todo los que asolan el noroeste de la península ibérica, son los que más superficie han quemado en los últimos 60 años.

Además, cuatro personas han perdido la vida.
Al tiempo que se indica que las provincias de Ourense, León y Zamora, son las más perjudicadas por un fuego que no cesa a pesar del descenso de las temperaturas.
La tregua que ha dado el calor está permitiendo el regreso a sus hogares de los vecinos de una veintena de localidades de León.
Mismas que fueron evacuadas por la amenaza de las llamas.
Sin embargo la línea ferroviaria de alta velocidad que conecta Madrid con Galicia, al noroeste de España, interrumpida desde hace siete días, sigue sin prestar servicio.
España

Por otra parte, portales como Radio Francia Internacional indican que el presidente español, Pedro Sánchez, visitó ayer dos de los mayores incendios que siguen activos, en la región de Extremadura.
Así como en la provincia de Zamora, y anunció que el Gobierno declarará la próxima semana zonas catastróficas para ayudar con recursos económicos para su reconstrucción.
Sánchez avisó el martes de que quedan horas difíciles en la lucha contra las llamas.
«A los medios de comunicación les pido, y también a los ciudadanos y ciudadanas (…) que extremen las precauciones, que no nos confiemos, que quedan momentos críticos, que quedan horas difíciles».
Devastador

Asimismo, se indica que el año 2025 se perfila como uno de los más devastadores en cuanto a incendios forestales en España.
A mediados de agosto, se estima que casi 400 mil hectáreas quemadas superan la superficie total afectada en 2024.
Y es que los incendios de gran magnitud (más de 500 hectáreas) son una constante.

La temporada de incendios ha estado marcada por una ola de calor extrema, que ha contribuido a la virulencia del fuego.
Aunque cada año presenta sus propios desafíos, en el registro histórico se destacan años como 1985 (con 483.844 hectáreas quemadas) y 2022 (con más de 300.000 hectáreas afectadas).
El factor humano es la causa principal de la mayoría de los incendios en España.
Según datos históricos, más de la mitad de los incendios son intencionados.
El abandono de las zonas rurales y de las prácticas tradicionales (agricultura y ganadería extensiva) agrava el problema al dejar grandes extensiones de terreno con abundante vegetación seca.
Grandes

Grandes Incendios Forestales representan un porcentaje muy pequeño del total de incendios, son responsables de la mayor parte de la superficie quemada.
Por ejemplo, entre 1983 y 2017, los GIF representaron solo el 0.6% de los incendios, pero calcinaron el 41% de la superficie total.
Los incendios tienen un costo muy elevado.

Un estudio de 2022 de la Comisión Europea calculó que el impacto económico para España es de unos 71.623 millones de euros, equivalente al 4.5% del PIB.
Esto incluye los costos de extinción, la pérdida de producción maderera, y la restauración ambiental.
Sin embargo, la Ley de Montes (Ley 43/2003) es el marco legal principal para la gestión forestal en España. Esta ley:

Por una parte, establece que los terrenos incendiados no pueden cambiar de uso forestal durante al menos 30 años, buscando evitar la especulación urbanística.
Además, obliga a limpiar los montes para prevenir incendios, aunque en algunas comunidades autónomas se requiere permiso para estas tareas.
E incluso, la normativa destaca la importancia de la sociedad civil en la prevención, estableciendo la obligación de avisar de la existencia de un incendio y, en su caso, colaborar en su combate.














