No es insólito que Washington adopte una medida de este tipo, desde 1967, se han impuesto prohibiciones de ese tipo a países como Argelia, Irak, Líbano, Libia, Sudán, Cuba y Vietnam del Norte.
Regeneración, 21 julio 2017.- El Gobierno de Estados Unidos prohibirá a sus ciudadanos viajar a Corea del Norte, según funcionarios citados por la agencia Associated Press. El veto llega tras la muerte hace un mes de Otto Warmbier, un estadounidense de 22 años que falleció tras entrar en coma durante su encarcelamiento en el país asiático.
Entre 800 y 1.000 estadounidenses visitan cada año a Corea del Norte, según las estimaciones de organizaciones de viajes. Se calcula que suponen un 1% de los visitantes extranjeros al país.
La restricción entrará en vigor 30 días después de ser publicada en el Registro Federal, algo que este viernes aún no había ocurrido. Violar un veto al uso de pasaportes estadounidenses en un determinado país puede castigarse con una multa o hasta 10 años de cárcel.
No es común pero tampoco es insólito que Washington adopte una medida de este tipo. La ley permite al secretario de Estado imponer restricciones de viajes a países con los que EE UU está en guerra o se consideran una amenaza directa a la seguridad o salud de los ciudadanos estadounidenses.
Desde 1967, se han impuesto prohibiciones de ese tipo a países como Argelia, Irak, Líbano, Libia, Sudán, Cuba y Vietnam del Norte. No hay ahora ningún veto completo a un país.
La decisión llega en un momento en que el Gobierno de Donald Trump explora sus siguientes pasos ante la escalada del programa atómico de Pyongyang. La Administración republicana trata de lograr el consenso diplomático necesario en Naciones Unidas para imponer nuevas sanciones al régimen de Kim Jong-un. En paralelo, insta a China a presionar más a su aliado para frenar el desarrollo de su programa de misiles, con los que aspira a alcanzar la Costa Oeste de EE UU.
Actualmente existen otros tres estadounidenses retenidos en Corea del Norte, que utiliza los encarcelamientos como arma de presión en su disputa con EE UU por su programa atómico.
Con información de El País