Gustavo Petro, de la coalición Pacto Histórico, se presentará este domingo a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia, en las que el militante de izquierda podría convertirse en el hombre que rompe con la hegemonía política de derecha en el país del cono sur
RegeneraciónMx.- El nombre de Gustavo Petrona ya hizo historia en Colombia. Se trata del primer hombre de izquierdas que atenta contra la hegemonía de derecha imperante en Colombia durante el último siglo.
El hombre de 50 años, ex guerrillero apodado Aureliano, se presentará a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales este domingo, día en el que una de las sociedades más conservadoras de América Latina definirá su futuro.
Pero para Petro llegará este momento propio del realismo mágico nada ha sido fácil, en primer lugar porque la Colombia de la memoria no ha olvidado su pasado guerrillero. No ha olvidado que siendo un joven de 25 años, Petro se unió a la guerrilla para de inmediato ser capturado por el ejército y encarcelado. Los 18 meses qué pasó en prisión solo le sirvieron para definir sus cualidades políticas y abandonar definidamente las de combatiente.
Dejaría el camino de las armas y se propondría entrar a Colombia por la vía legal. Ese fue su primer intento por alcanzar la presidencia. No lo lograría, pero en 1991 conseguiría hacerse de un curul en el Senado.
La derecha no olvidaría su pasado guerrillero y tras varias artimañas lograrían que Petro se exiliara en Bélgica. En 2010 regresó para postularse a un cargo presidencial pero no lo logró, sin embargo la mayoría de los citadinos en Bogotá lo votaron, y él se convirtió en Alcalde. Redujo la cifra de homicidios y se propuso hacer del acceso al agua un derecho constitucional y que no excluyera a nadie. Planteó la posibilidad de solucionar el problema de recolección de basura en Bogotá, pero el esfuerzo sólo le valió múltiples procesos legales y la destitución de su cargo.
Pese a todo, Petro, el exguerrillero Aureliano se presentará a la segunda vuelta de las elecciones desconfiando del sistema electoral del país, pero con un fuerte empuje de la población que lo ha escuchado por años, que cree en las convicciones políticas de este político “anormal” en su mundo.
Gustavo Petro ha sufrido la misma “guerra sucia” de la que es objeto el presidente Andrés Manuel López Obrador, en México, o el expresidente de Brasil, Lula Da Silva. Todos, acusados de querer llevar a pique a sus países al estilo bolivariano, como en México, los medios de comunicación han augurado que Colombia será la próxima Venezuela.
Pero contrario a ello, Petro parece poner el centro de su agenda en una total conversión de los valores colombianos, extremadamente divididos por la clase.