Cerebro, un órgano complejo y delicado, es susceptible al tipo de alimentación. Lo que comemos incide en su buen desempeño
Regeneración, 23 de julio del 2019. El cerebro es el órgano más complejo y evolucionado del universo, sin embargo sus funciones se puede deteriorar.
Los malos hábitos y una alimentación inadecuada pueden afectar a este órgano que consume diariamente entre hasta 30 por ciento de energía.
También es un órgano muy demandante de alimentos, que bien escogidos pueden darle mayor agilidad y protegerlo de futuros daños.
Elizabeth López, nutricionista del Instituto Nacional de Salud Mental, detalló que los alimentos ricos en omega 3 son fundamentales.
Frutos secos y verduras
Entre ellos los pescados, sobre todo los de carne oscura, los mariscos, las semillas, los frutos secos y las verduras de hoja verde.
“Son ideales porque se trata de una grasa buena, no olvidemos que el cerebro está conformado en mayor proporción por grasa”, detalló.
El omega-3 es particularmente esencial porque posee el DHA (ácido docosahexaenoico), componente de la estructura original del cerebro y de su tejido nervioso.
Previene enfermedades asociadas al sistema nervioso central y a sus funciones cognitivas.
Entre comidas
Los frutos secos tampoco pueden faltar, como nueces, almendras, entre otros, incluidos como snacks saludables entre las comidas principales.
“Este tipo de alimentos además de nutritivos evita que subamos de peso, porque ofrecen sensación de saciedad debido a que tienen mucha fibra.
Si a pesar de eso se sigue teniendo hambre hay que aumentar la cantidad de vegetales como espinaca, brócoli, cereales, granos integrales, avena”, indicó.
Las vitaminas de las frutas
Las frutas deben estar presentes en la dieta diaria. Le aportan vitaminas, esenciales para su funcionamiento, como las cítricas, las manzanas y los frutos rojos.
El plátano, la piña son ideales contra la depresión o ansiedad.
Cerebro de hierro
No hay que olvidar que el hierro es otro elemento indispensable en la dieta de un buen cerebro.
Su carencia disminuye las funciones neuronales y la concentración. Se le puede encontrar en los siguientes alimentos:
Pescados de carne oscura (el bonito, jurel, caballa)
Carnes (este mineral se encuentra además en las carnes rojas, vísceras y menudencias, como el pulmón, hígado, riñones y en la sangrecita de pollo).
Las semillas
“Las semillas son otro alimento esencial para la alimentación de nuestro cerebro, como las de girasol”, recomendó la especialista.
“Se pueden acompañar con otros frutos secos, como nueces, pecanas. La medida a consumir es lo que cabe en un puñado”, dijo.
Los alimentos dañinos
La nutricionista sugirió evitar el consumo de café, té, bebidas gasificadas, altas en azúcar y alcohólicas porque son dañinos para el cerebro.
Lo estresan y eso genera una alta oxidación. “Son agentes para mantenerlo alerta, pero su consumo regular no es beneficioso”, anotó.
En la línea de lo que debe evitarse, mencionó también las grasas saturadas, dañinas para el funcionamiento del cerebro, dijo.
No lo acostumbre mal.
La memoria del cerebro
Elizabeth López recomendó evaluar siempre lo que nos llevamos al estómago, porque el cerebro desarrolla una memoria de lo que come. Si lo acostumbran mal, elegirá mal.
“Lo que comemos impacta en el cuerpo, pero también en el desempeño cerebral y emocional”.
“En ocasiones me puedo sentir bajoneado y mi elección tal vez no será la más adecuada”, dijo.
Entonces elegimos algo rápido o con mucha grasa. Los alimentos con mucha azúcar le permitirán mayor actividad, pero no precisamente generarán que se sienta mejor o feliz”, comentó.
Cuando se da un cambio hacia comidas sanas, nutritivas para el cerebro, dijo, las personas indican que tienen mayor vitalidad.
Sienten ganas de hacer cosas que antes no hacían, se sienten más frescos y ágiles mentalmente hablando.
https://twitter.com/RegeneracionMx/status/1153820795585486849