El pueblo de Honduras está ejerciendo pedagogía democrática sobre el resto del continente, pero especialmente sobre México. Si los hondureños logran detener el golpe de Estado, le estarían dando la clave política a los mexicanos para la victoria electoral. El pueblo mexicano debería estar atento a lo que pase en Honduras, y hacer de su lucha preventiva contra el fraude electoral un gran movimiento social.
Por Saúl Hernández Rosales
Regeneración, 07 diciembre 2017.- Hay años en los que el Sistema Mundo se ve trastocado. En 1968 ocurre la primavera de Praga, el Mayo francés, la masacre de Tlatelolco, la independencia de Guinea Ecuatorial y se instaura el gobierno militar de Velasco Alvarado en Perú. La recepción de un evento nacional en el extranjero, ejerce muchas veces pedagogía política sobre otras sociedades.
Actualmente en Honduras se ha realizado un fraude electoral. El golpe de Estado continuado que vive este país, comienza con el golpe a Zelaya en 2009 y culmina con la postulación para la reelección, írrita e inconstitucional, por parte del presidente en ejercicio Juan Orlando Hernández este año.
Frente al Fraude, el candidato de la Alianza Opositora Salvador Nasralla, ha hecho un llamado a los movimientos sociales, las Fuerzas Armadas, la policía y el pueblo en general, a que desconozcan el robo de votos que se está consumando. El silencio de la Organización de Estados Americanos (OEA) y su Secretario General Luis Almagro, hiperactivo y beligerante cuando se trata de Venezuela, muestran absoluta displicencia. Al mismo tiempo, UNASUR y CELAC, no son más que siglas.
Todo apunta a que los poderes fácticos internacionales ya están alineados con el fraudulento presidente saliente Juan Orlando Hernández y darán un espaldarazo a los resultados viciados. Como en México durante el año 2006, las fuerzas progresistas asisten desamparadas a su lucha. Sin embargo, la movilización de calle y los repertorios históricos de protesta social, han creado fisuras en la policía y en mandos medios de las Fuerzas Armadas, lo que ha traído como consecuencia que desde hace una semana, no hayan podido proclamar al dictador.
México debe estar atento a lo que ocurra en Honduras. El pueblo de Honduras está ejerciendo pedagogía democrática sobre el resto del continente, pero especialmente sobre México. Si se impone el dictador Hernández, será un terrible presagio para las elecciones presidenciales del 2018, pero si por el contrario, los hondureños logran detener el golpe de Estado, le estarían dando la clave política a los mexicanos para consumar la victoria electoral.
El pueblo mexicano debería estar atento a lo que pase en Honduras, y hacer de su lucha preventiva contra el fraude electoral un gran movimiento social.
Honduras podría ser en los próximos días, la esperanza de México.
Saúl Hernández Rosales, Doctor en Estudios Culturales, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador y Master en Estudios Latinoamericanos de l’Université Sorbonne Nouvelle Paris III.