Cuando con el presente sexenio inició la supuesta "guerra contra el narco", muchas fueron las voces que se opusieron a dicha estrategia, la cual fue vista por varios sectores de la oposición, como el intento desesperado del espurio Calderón, por legitimar y defender a través de la militarización de las calles del país, su asunción al poder.
Regeneración, 3 de Enero de 2012. A tres días de iniciado al año 2010, murió asesinada la activista Josefina Reyes Salazar –luego de resistirse al secuestro y enfrentar a sus agresores- por un comando de seis paramilitares, como consecuencia de su activismo en protesta por la desaparición forzada de su hijo Miguel Ángel en Octubre de 2008; el asesinato de su hijo Julio César en Noviembre de 2008; y en general por los abusos cometidos por el Ejército Mexicano en contra de los habitantes de Guadalupe Distrito Bravos y el Valle de Juárez.
Defensora incansable de los Derechos Humanos; mujer apreciada y comprometida con la vida política en su comunidad; trabajadora de la "maquila" que denunció ferozmente el feminicidio para que el Valle de Juárez no alcanzara los niveles de crimen que ya campeaban en la Ciudad; ecologista que derrotó con la protesta pública al gobierno de Texas; activista de larga trayectoria, que junto con su familia, gozó en vida de amplio reconocimiento en la localidad.
Integrante del Frente Nacional Contra la Represión en el cual participó también la Senadora doña Rosario Ybarra de Piedra, Josefina denunció desde el inicio de la supuesta "guerra contra el narco", los múltiples abusos por parte del Ejército a la población de Guadalupe, su pueblo natal, así como otros pueblos del Valle de Juárez, región agrícola al oriente de aquella fronteriza Ciudad.
Josefina Reyes encabezó la defensa de Alejandrito, de 12 años, víctima de violación
agravada por parte de conocido traficante de drogas local. Foto: Especial.
Murió también asesinado su hermano Rubén en agosto de 2010; así como también sus hermanos María Magdalena y Elías, en febrero de 2011, quienes fueran previamente desaparecidos y sus cuerpos torturados.
A dos años del asesinato de Josefina Reyes Salazar, el Estado mexicano ha fallado en su voluntad de otorgar Justicia, motivo por lo cual, su familia ha seguido en la lucha por la exigencia para que se esclarezcan los crímenes en su contra cometidos.
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