Por Ricardo Sevilla
Regeneración, 3 de junio 2021. Ayer, poco después de publicar en este mismo espacio el reportaje “La agenda de Claudio X. González, The Economist y Salinas”, Verónica Baz, directora general del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), denostó la investigación donde revelé que, desde 1990, el semanario británico The Economist celebra cumbres anuales en México que son patrocinadas por empresas y organizaciones como Braskem-Idesa, Monex, Femsa y el Consejo Coordinador Empresarial.
La directora del CIDAC, organización que tutela Luis Rubio Freidberg (presidente de la asociación México Evalúa, consejero del grupo FEMSA y articulista del periódico Reforma y la revista Nexos), desde su cuenta de Twitter, opinó que mi reportaje era “Muy simplista”. Y agregó: “Pensé había una mejor crítica”.
Mis investigaciones sobre las llamadas organizaciones civiles, al punto, me permitieron reconocer a Verónica Baz, quien, además de trabajar en el equipo de Luis Rubio, forma parte del “robusto equipo de expertas” de la organización México, ¿Cómo vamos?, que preside el empresario Luis de la Calle y dirige Sofía Ramírez Aguilar.
Así que, ahí mismo, en Twitter, le respondí: “No seas tan rigurosa… ustedes tienen millones de pesos para investigar y, fuera de reportear en serio, les parece mejor idea aparecer en la portada de Mundo Ejecutivo…”.
Cabe mencionar que, el pasado 10 de mayo, en el reportaje “INE abre sus puertas a Claudio X. González” (publicado aquí mismo, en RegeneraciónMx), documenté que el 15 de mayo del año pasado Sofía Ramírez Aguilar fue designada por el INE, junto con Sebastián Garrido de Sierra (editor de la revista Nexos y colaborador de Letras Libres), durante una sesión extraordinaria presidida por Lorenzo Córdova Vianello, como integrante del Comité Técnico Asesor para el Programa de Resultados Electorales Preliminares del Proceso Electoral Federal (COTAPREP) 2020-2021 (publicado el 01/06/2020, en el DOF).
Verónica Baz, amiga de Rosa Laura Junco ⎼hija del propietario de los diarios Reforma (CDMX), El Norte (Monterrey, NL) y Mural (Guadalajara, Jalisco⎼, ante las aseveraciones de que The Economist organiza y conduce en nuestro país una serie de conferencias donde se reúnen “ejecutivos de alto nivel para discutir y debatir el futuro de México”, de acuerdo con las propias palabras del medio de comunicación, apuntó en otro mensaje desde Twitter:
“Asumir que asistentes a un foro local manda (sic) sobre la linea (sic) editorial de la revista británica es tener a los invitados al foro en muy alta estima”. La politóloga egresada del ITAM, que actualmente escribe en la sección de negocios del periódico Reforma, pretendía adjudicarme afirmaciones que, dentro del cuerpo de mi reportaje, jamás escribí. Y así se lo hice notar. La subordinada de Luis Rubio y Luis de la Calle no respondió.
Lo cierto es que, detrás de las apuradas descalificaciones de Verónica Baz, se anidan intereses y preocupaciones que están muy lejos de ser simples interpelaciones en Twitter.
Contra el impulso caricaturesco y aspaventoso que lleva a los arrogantes personajes de la autodenominada “sociedad civil” a “lanzar la piedra y esconder la mano” (frase sabia emanada del pueblo que la élite tanto desprecia), responderé a Verónica Baz como solía recomendar el escritor Leo Perutz: “poniendo sus falsedades frente al espejo”.
Verónica Baz, que desde hace diez meses fijó en su cuenta de Twitter una publicación donde agradece a la revista Mundo Ejecutivo (propiedad del empresario Raúl Beyruti, conocido como “el rey del outsourcing”), por haber colocado su rostro en la portada correspondiente a la edición agosto-septiembre 2020, fue secretaria técnica de la organización Mexicos posibles.
Mexicos posibles, agrupación que aseguraba haber nacido en 2015 (aunque en su cuenta de Twitter, @MexPosibles, sólo reportó actividad del 21 de marzo al 30 de abril de 2018) nació ⎼y se esfumó rápidamente⎼ pretextando ser “un esfuerzo por encontrar formas de manejar los peligrosos retos que la ilegalidad”.
Durante ese tiempo, Mexicos posibles tuvo, de acuerdo a la página de internet de la propia organización, una ingente cantidad de donadores para impulsar su causa. Algunos de los que destacan son: Fundación Banorte, Fundación Bimbo, Fundación Cinépolis, Fundación Diéz Morodo, Fundación FEMSA, Fundación Lala, IMCO, José Medina Mora Icaza (actual presidente de la Coparmex y hermano del exministro Eduardo Medina Mora) e incluso de Roberto Rock (director de La Silla rota).
Verónica Baz, durante su efímera ¿y millonaria? aventura como secretaria técnica de Mexicos posibles, recibió el soporte de un puñado de empresarios y “líderes de opinión”, cuyos nombres son cada vez más frecuentes en estas organizaciones: Denisse Dresser, José Woldenberg, Juan Pardinas, Gabriela Warkentin, Carlos Elizondo Mayer-Sierra, Yuriria Sierra, Pedro Salazar Ugarte y, en suma, los mismos personajes que también fungen como consejeros consultivos en Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), México, ¿Cómo vamos?, Signos vitales, etcétera.
Y como protagonista, como mucha gente podría barruntar, el infatigable Claudio X. González Guajardo.
Pero antes de encabezar aquella epopeya para enfrentar “los peligrosos retos que la ilegalidad” en Mexicos posibles, Verónica Baz fue presidenta de México Unido Contra la Delincuencia, “una asociación civil no lucrativa, laica y apartidista que trabaja en favor de la seguridad, la justicia y la paz en México” (el heroico objetivo puede leerse en su sitio de internet).
En busca de herramientas propicias para llevar “la seguridad, la justicia y la paz en México, Verónica Baz decidió buscar inspiración en una organización dedicada al marketing multinivel y al tráfico sexual: NXIVM.
Pero la amiga de Rosa Laura Junco, articulista del Reforma y pieza fundamental del “robusto equipo de expertas” de la organización México, ¿Cómo vamos? (dirigida por Sofía Ramírez Aguilar, a quien Lorenzo Córdova colocó en el COTAPREP), no sólo acudió a los seminarios impartidos por Executive Success Programs (ESP), sino que elogió bombásticamente a Keith Raniere.
Durante los cursos promovidos por el delincuente recluido por tráfico sexual, delincuencia organizada, extorsión, abuso sexual a menores y amenazas (y que, debido a ello, desde el año pasado se encuentra recluido purgando cadena perpetua [en realidad fue condenado a 120 años de prisión]), Verónica Baz aseguró que Raniere le había “ayudado a construir diferentes herramientas para desarrollar más empatía y habilidades que la han ayudado a ser más exitosa”.
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Verónica Baz ⎼de acuerdo con una entrevista que concedió el 13 de julio de 2018 al periódico La Razón⎼ aseguró que las “profundas ideas” de Raniere, “así como su visión compasiva y humanista puede representar un apoyo más allá de cómo un país puede crecer económicamente”.
La analista del periódico Reforma, que al lado de Denisse Dresser, José Woldenberg, Juan Pardinas, Gabriela Warkentin, Carlos Elizondo Mayer-Sierra, Pedro Salazar Ugarte, Claudio X González y otros egregios miembros de la sociedad civil, lucha por imponer “la seguridad, la justicia y la paz en México”, dijo que decidió acudir al Executive Success Programs (de NXIVM) porque “Mi principal enfoque a lo largo de todos estos años ha sido trabajar en cómo se puede mover el país hacia adelante, que es lo que se requiere para que México progrese y evolucione”.
Durante aquella entrevista Verónica Baz aseguró que Raniere “se convirtió en una persona a la que yo querría conocer para poder profundizar más en este diálogo”.
https://www.razon.com.mx/mexico/keith-raniere-otorga-una-vision-humanista-veronica-baz/
Y si a Verónica Baz, le parece, nuevamente, que mis aportaciones informativas son “muy simplistas”, le explico, en mi descargo, que no son todas investigaciones mías, sino de otros medios (incluso elitistas y derechistas), como La Razón y The New York Times. Aunque sí lo desea, tanto ella, como a las organizaciones civiles que he exhibido en mis artículos y reportajes podría (y lo haré) continuar poniéndola frente al espejo de sus falsedades.
Por ahora, la ufana discípula de Keith Raniere puede seguir atizando, junto con The Economist, Animal Político, MCCI, IMCO, Claudio X González, etcétera, su cruzada antilopezobradorista y llamando al Presidente “nuestro mesías falso” y, en cambio, considerando “mentor y amigo” al delincuente sexual Keith Raniere.