Guerra frontal no arroja resultados favorables, como lo demostraron los sexenios de Calderón y Peña, afirma Tomás Guevara, estudioso del fenómeno de la violencia
Regeneración, 18 de octubre del 2019. La liberación de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán evitó lo que hubiera sido una verdadera guerra en Culiacán.
Lo dice Tomás Guevara, quien es responsable del Laboratorio de Estudios Psicosociales de la Violencia y quien aclara que de todos modos, las autoridades tienen mucho que aclarar.
Como países en guerra
En entrevista con la periodista Fernanda García, para el medio Luz Noticias de Sinaloa, el especialista en violencia dijo que en el caso de los enfrentamientos de Culiacán de este jueves, la historia de México ha demostrado que el combate frontal a las células delictivas no ha dado buenos resultados.
Esto a pesar de que la percepción de una gran parte de la sociedad es que el gobierno estuvo rebasado por el crimen organizado.
Señaló que los combates frontales no tienen resultados favorables como quedó demostrado durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Y argumentó que en esos 12 años, las cifras de muertos han sido similares a las de los países en guerra.
Acostumbrados a la guerra
“Yo pienso que es necesario entender las dimensiones exactas de esta visión que se tiene de procurar la paz y la tranquilidad en lugar del enfrentamiento artero con los sicarios”, opinó.
“Sin embargo, estamos acostumbrados, por la presencia de la violencia, a pensar que la respuesta que el Estado debe dar es el enfrentamiento”, mencionó.
Y amplió: “Y pensamos que esa la respuesta ante la prepotencia con que estos tipos se presentan con toda impunidad”, explicó.
Estos sujetos “se presentan con la ley en la mano transformada en armas”.
“Estamos peor que hace 30 años”
“Sin embargo, esa estrategia de enfrentamiento, si revisamos la historia en las últimas cuatro o cinco décadas, vamos a ver que no ha dado resultados”.
“Hoy estamos peor que hace 30 años”, aseveró.
La guerra no ha sido solución, pero se debe encontrar una estrategia.
El especialista en violencia, mencionó que los estudiosos en este tema se encuentran discutiendo para tratar de entender la estrategia del nuevo gobierno para restablecer la paz”.
Delincuencia, más organizada
Sin embargo, dijo, lo que sí se percibe es que la delincuencia está mucho más organizada que los gobiernos, pues, además, falló la inteligencia.
Guevara afirmó que pudieron más los aliados del narcotráfico que las autoridades, al someter al pánico a todos los ciudadanos.
El estudioso señaló que el impacto de los sucesos son aún mayores, pues los culiacanenses estaban ya cambiando la percepción de la ciudad.
Las secuelas de la violencia
Y esto se dio, argumentó, debido a que al no registrarse, en los últimos dos años, espirales tan marcadas de hechos delictivos en las calles.
En ese sentido, dijo, son incalculables las secuelas mentales que dejará el operativo fallido para atrapar al hijo de Guzmán Loera.
Sin embargo, señaló que confía en que haya una pronta recuperación de la tranquilidad de las personas.
“Yo sí creo que va a tener efectos dañinos para la salud mental, psicológica y emocional de la población, porque fueron realmente horas de pánico (el enfrentamiento)”.
“Pero también pienso, dijo, que esta población está hecha a base de golpes, pero está también harta de tanta violencia y tanta muerte”, concluyó.
La sentencia se da dos años y medio después del crimen y el condenado deberá pagar 377 mil pesos de indemnización más gastos funerarios. https://t.co/vnj8fswkL0 vía @regeneracionmx
— RegeneraciónMx (@RegeneracionMx) October 19, 2019