La muerte de Isabel II y la sombra del colonialismo

La muerte de la reina Isabel II, es el inicio de una nueva era, en la que las antiguas colonias se niegan a seguir siéndolo; Barbados y Jamaica han sido las primeras naciones en alzar la voz contra la figura de la Corona británica

RegeneraciónMx.- Tras la muerte de Isabel II, naciones del Caribe, como Jamaica y Barbados alzaron la voz contra la monarquía británica, contra el rey Carlos III, quien deberá asumir el papel de Jefe de Estado de la mancomunidad.

El esplendoroso despliegue de poder y gente, que la monarca ha convocado tras su fallecimiento, ocurrido el 8 de septiembre pasado, recuerda a los desfiles que realizó por las colonias de Reino Unido en África, donde impacientes súbditos negros esperaban detrás de ella, cargando una monumental sombrilla, para que Isabel II no se asoleara.

«Durante su reinado de 70 años, nunca reconoció los crímenes que Gran Bretaña y su familia perpetraron en todo el mundo y, de hecho, fue una orgullosa abanderada de las atrocidades», comentó el tercer partido más grande del país en un comunicado aseguró el partido Luchadores por la Libertad Económica de Sudáfrica, un antiguo territorio británico.

La reina, quien a pesar de su gran popularidad también fue vista como un símbolo de opresión en partes del mundo donde se extendía el Imperio Británico.

Un ejemplo fue Kenia, que había estado bajo el dominio británico desde 1895, se convirtió en colonia oficial en 1920 y permaneció así hasta la independencia en 1963. Una de las peores atrocidades cometidas bajo el dominio británico ocurrió durante el levantamiento de Mau Mau, que comenzó en 1952, el año en que la reina Isabel ascendió al trono.

 

La administración colonial de ese momento cometió actos extremos de tortura, incluida la castración y la agresión sexual, en campos de detención que albergaban hasta 150.000 kenianos. Los ancianos kenianos que demandaron una indemnización en 2011 recibieron finalmente 19,9 millones de libras esterlinas de un tribunal del Reino Unido, que se repartirán entre más de 5.000 demandantes.

El entonces secretario de Relaciones Exteriores británico, William Hague, dijo: “El gobierno británico reconoce que los kenianos fueron sometidos a torturas y otras formas de malos tratos por parte de la administración colonial. El gobierno británico lamenta sinceramente que se hayan producido estos abusos y que estén socavando el progreso de Kenia. hacia la independencia. 

La memoria de la Reina en África no puede separarse de ese pasado colonial.