La suerte de los aliados de Morena en las elecciones

Federico Anaya Gallardo analiza el mapa político de las elecciones y la relación entre los cargos ganados por Morena y la Coalición Juntos Haremos historia

Por Federico Anaya Gallardo

Regeneración, 26 de julio del 2018. Si bien el convenio de coalición parcial que firmaron Morena, PT y PES el 12 de diciembre de 2017 estableció que las candidaturas a los 300 distritos de mayoría relativa se repartirían la mitad (150) para Morena, y una cuarta parte (75) para cada uno de los otros dos partidos; hace unos días, gracias a una nota de Alma E. Muñoz y Néstor Jiménez en La Jornada nos hemos enterado de que al menos 5 candidatos electos del PES para diputaciones federales en la Ciudad de México fueron propuestos a partir de una sugerencia de la Comisión Nacional de Elecciones de Morena.

Entre ellos está Gerardo Fernández Noroña. Hay otros 18 casos en otras 7 entidades federativas en los que la persona ahora electa fue “registrada por Morena en las listas del PES”. (http://www.jornada.com.mx/2018/07/16/politica/012n3pol)

Los datos que aportan Muñoz y Jiménez señalan que 23 de las 75 candidaturas del PES en realidad recayeron en personas ligadas a Morena o al PT.

Es posible que haya más casos, lo que implicaría que al menos un tercio de las posiciones cedidas nominalmente al aliado PES en el convenio fueron ocupadas por alguno de los otros dos partidos.

Es posible que en algunos distritos el PES haya colocado gente suya en posiciones originalmente reservadas a sus aliados.

No tenemos los datos. Sin embargo, lo probable es que esto haya ocurrido en un número menor de ocasiones.

La fuerza de Morena en la coalición era mayor que la proporción en el reparto nominal de candidaturas (50-25-25). Una señal de lo último fue la fallida intentona del PES y el PT de incluir a Fausto Vallejo como candidato a alcalde de Morelia.

El reporte de Muñoz y Jiménez nos aclara cuál fue la praxis del convenio –y permite afirmar, como lo hicieron las “fuentes de la coalición”, que una buena parte de los diputados electos del PES se sumarán a los grupos parlamentarios de Morena o del PT.

El PES demostró no ser representativo de las muy diversas sociedades mexicanas que forman nuestra federación.

Otra nota de La Jornada, firmada por Alfonso Urrutia, reporta que aparte de perder el registro nacional, el PES tampoco podrá conservarse como partido estadual en 29 de las 32 entidades federativas.

De hecho, sólo conservaría registro en Morelos, Michoacán e Hidalgo –entidad esta última en la que sabíamos, desde que se anunció la coalición a fines de 2017, que tenía una feligresía grande.

En su nota, Urrutia compara los resultados el PES con los del PANAL, que también perderá su registro nacional, pero que podría sobrevivir como partido estadual en 15 entidades –es decir, en la mitad de la república.

Estos resultados nos indican que la implantación social del magisterio –que es el origen de las estructuras del PANAL– es mucho más amplia que las simpatías por el evangelismo político que dio origen al PES. (http://www.jornada.com.mx/2018/07/16/politica/012n2pol)

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Los resultados anteriores indican que ha sido un éxito la táctica electoral acordada por el Congreso Nacional de Morena el 20 de noviembre de 2016, en el que sus tres mil delegados acordaron llamar a una gran alianza “a hombres y mujeres de todas las condiciones sociales, incluso –se dijo explícitamente– militantes y dirigentes de otros partidos”.

Esta táctica fue ratificada en 33 eventos masivos en los que se invitó a todo mundo a firmar el Acuerdo Político por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México. (Sigo en esto a Pedro Salmerón en su artículo “Un pacto y sus resultados”, en https://lacabezadevilla.wordpress.com/2018/01/23/un-pacto-y-sus-resultados/)

El Acuerdo Político forjado entre 2016 y 2017 explica la hegemonía de Morena en la coalición con el PT y el PES –así como el entusiasmo con el que muchos sectores populares se unieron al movimiento en el proceso electoral.

Ante las críticas que la alianza recibió, a finales de 2017 Salmerón señaló que, habiendo sido el movimiento obradorista quien convocó a la gran alianza, “si una vez echados el PRI-PAN el PES se opone a los derechos de tercera generación, Villalobos resulta agente de los transgénicos y Moctezuma no abroga la reforma educativa y no consulta a los profes para hacer una verdadera reforma integral, ya lucharemos contra ellos.” (http://insurgenciamagisterial.com/pedro-salmeron-en-defensa-de-morena-alianzas-y-programa/) Esto, que es absolutamente cierto a nivel nacional, se complica monumentalmente en el plano estadual y municipal.

Ya tenemos algunas indicaciones de los problemas que habrán de enfrentarse en el futuro.

Un ejemplo pequeño, pero apremiante, son las denuncias en redes sociales en contra de algunos miembros de la élite de San Luis Río Colorado, Sonora, quienes se sumaron a Morena vía el PES o el PT y sobre quienes se han alegado homofobia, violaciones a los derechos humanos y malas prácticas de gobierno.

Vídeos en Youtube bajo el perfil “Wasapraka” (Juan Pablo Arenívar) nos muestran esos abusos y a miembros de la planilla municipal de Morena advirtiendo de “un morro que se hizo famoso, el mentado Wasapraka” quien debe ser vigilado y puesto en la mira.

La planilla municipal de Juntos Haremos Historia ganó la alcaldía con 44.56% de los votos válidos, veinte puntos adelante de la alianza PRI-PVEM-PANAL (23.90%) y del frente PAN-PRD-MC (21.05%).

Si tan sólo una parte de las denuncias de “Wasapraka” es verdad, el ayuntamiento 2018-2021 estará profundamente dividido por las disputas entre los regidores de la alianza triunfante, y la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena atareada con casos de discriminación y abusos varios.

Y esto último, sólo si Morena logra reclamar jurisdicción sobre estos rudos regidores.

Si Arenívar-Wasapraka nos habla desde la juventud milenial, desde el campo de los más veteranos intelectuales orgánicos, Luis Hernández Navarro nos hace una advertencia muy parecida en “El rompecabezas electoral”, publicado en La Jornada el 10 de julio pasado.

Resulta que el candidato triunfante de Juntos Haremos Historia para la presidencia municipal de Chamula, Chiapas, no representa a las comunidades que llevan decenios en la resistencia, sino que “forma parte del cacicazgo local”.

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De acuerdo a Hernández Navarro, varias de las victorias morenistas en Chiapas se explican más por la división de las élites conservadoras, varios de cuyos miembros decidieron abandonar el partido hoy en el poder (PVEM) y sumarse pragmáticamente a la ola obradorista. (http://www.jornada.com.mx/2018/07/10/opinion/017a2pol)

Chiapas también muestra los límites de la hegemonía de Morena en otro aspecto.

Aunque Juntos Haremos Historia ganó la gubernatura (con 39% de la votación) y la elección legislativa (13 de 24 curules de mayoría relativa); las 122 alcaldías se dispersaron de manera muy caótica: 31 (25.4%) las mantuvo el PVEM (partido del actual gobernador); la coalición dirigida por Morena se impuso en 26 (21.3%); y el PRI ganó 19 (15.7%).

Sin embargo, dos partidos estaduales y dos planillas independientes ganaron 26 (21.3%). Otras 17 alcaldías (13.9%) se repartieron entre el resto de los partidos (el PAN y el PRD quedaron reducidos a muy poco) y en tres municipios los comicios se decidirán en tribunales.

El nuevo gobernador morenista tendrá un rompecabezas municipal muy difícil de organizar –y eso sin tomar en consideración la presencia enérgica de las Juntas de Buen Gobierno y los municipios autónomos en el territorio influido por el EZLN.

Enunciados estos problemas, volvamos a recordar las ventajas de la gran coalición. México es una república increíblemente fragmentada en la que convencer simultáneamente mayorías en todos sus estados, aunque implique hacer múltiples concesiones, proporciona también múltiples apoyos.

Estos apoyos son contradictorios, pero ayudan en una guerra sucia que no ha terminado. Véanse, si no, los desplegados de apoyo a la tarea del fideicomiso Por Los Demás que puso en la prensa el gobernador pevemista de Chiapas el 23 de Julio.

Aparte, la gran coalición no sólo aporta apoyos inesperados, sino oportunidades.

Aunque es tiempo de grandes proyectos que requieren de una voluntad general firme y de disciplina administrativa y fiscal (los proyectos de infraestructura del Istmo y el Tren Maya), también es la hora de permitir que a nivel municipal florezcan formas de organización horizontal –algo que se espera, por ejemplo, del nuevo ayuntamiento morenista en San Cristóbal Las Casas.

Si el ayuntamiento de Morena en Xalapa, Veracruz, electo en 2017 y presidido por el académico Hipólito Rodríguez, anunció desde principios de este año la austeridad y disciplina republicanas que llevará a todo Veracruz el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez; igualmente esperamos que la fuerte participación ciudadana que anuncia en Las Casas el ayuntamiento morenista presidido por Jerónima Moreno Villalobos se vuelva anuncio de grandes cosas por venir en muchos lugares.

Hay muchas y muchos trabajando en ello.