México y los vórtices de la inestabilidad mundial

guerra-mundial

Hay una transferencia acelerada de poder desde Estados Unidos, centro hegemónico, hacia sus competidores, sobre toda hacia China y Rusia. La gran inestabilidad que este reacomodo genera, se manifiesta con mayor fuerza en las zonas del planeta con importancia geopolítica especial, sobre todo en el continente eurasiático-africano. México sufre una ocupación exitosa de EU

Alberto Carral

Alainet

Regeneración, 28 de julio de 2015. El llamado sistema-mundo está siendo azotado por un enorme huracán, que genera un conjunto de vórtices en los que las turbulencias son más intensas. Esto se debe a que la decadencia del imperio estadounidense ha entrado en una fase crítica, en la que se está produciendo una transferencia acelerada de poder desde ese centro hegemónico hacia sus competidores, de manera destacada hacia China y Rusia. La abundante inestabilidad que este vasto reacomodo genera, se manifiesta con mayor fuerza en ciertas zonas del planeta que tienen características geopolíticas especiales, muchas de las cuales —aunque no todas— se ubican en el continente eurasiático-africano.

Acontecimientos recientes como la crisis en Grecia, el anuncio de la nueva estrategia militar de Estados Unidos, el trascendental encuentro de numerosos jefes de estado en Rusia para la realización de la VII reunión del BRICS y para la aceptación de India y Pakistán como miembros con pleno derecho en la Organización de Cooperación de Shanghai, las negociaciones del grupo de los seis sobre el programa nuclear iraní, la interesada intervención foránea en el desplome del mercado de valores de China, el recrudecimiento de los combates en el este de Ucrania pese a los acuerdos de Minsk II, y el importante contenido de la Encíclica Laudato Si dada a conocer por el Papa Francisco, no hacen sino confirmar el momento crucial por el que atraviesa el mundo.

Como resultado del gran poderío económico acumulado por el gigante de Oriente durante las tres últimas décadas, sus competidores en Occidente han tendido a reaccionar defensivamente en los meses recientes, aunque no siempre de manera inteligente. Con su comportamiento desesperado y agresivo, han provocado un acercamiento estratégico entre China y Rusia —sus más temidos rivales—, que ha catapultado la mutación de la relación de fuerzas a escala global. En principio, la distribución del poder hegemónico entre las potencias está evolucionando hacia un esquema multipolar, en el que se configura velozmente un nuevo liderazgo chino que trasciende el ámbito puramente económico-tecnológico, y tiende a extenderse muy rápido hacia territorios antes exclusivos de Estados Unidos, como el financiero y el monetario, e incluso el militar, en el que Rusia es tal vez el actor de vanguardia.

A iniciativa del estado chino, los pactos y las dilatadas alianzas que este re-posicionamiento global conlleva, han venido cristalizando en una nueva institucionalidad que es el reflejo de un planteamiento estratégico fundado en el poder del dinero y en una mayor difusión de los beneficios del desarrollo, bajo un esquema en el que —al menos hasta ahora— las motivaciones bélicas permanecen en un segundo plano. Las tensiones producto de esta magna confrontación son crecientes en Eurasia y África, hacia donde el sector más duro dentro de los círculos de poder en Estados Unidos ha decidido “exportar” estrategias de destrucción de estados y absorción de territorios, que le han resultado muy exitosas y convenientes en países como México.

Rusia, China y el control de la isla-mundial

Por su extraordinaria extensión territorial, en la que habita la mayor parte de la población del globo y se concentran numerosos recursos naturales, Eurasia-África es el espacio geopolítico estratégico por antonomasia, uno que algunos expertos han definido como la isla mundial.[1] Sin olvidar que las fronteras son siempre borrosas, el corazón o heartland de esta isla se localiza aproximadamente en el espacio territorial que en su momento ocupó la Unión Soviética. La localización geográfica especial del país bolchevique, sumada a unas condiciones naturales singulares —como la existencia de una retaguardia protegida por un mar congelado—, potencialmente le otorgaban ventajas únicas para dominar el continente europeo y el Oriente Medio y, con ellos, la isla-mundial. Dado que la URSS salió victoriosa y fortalecida de la segunda guerra mundial, su coyuntural aliado estadounidense decidió cruzar el río y echar mano de la doctrina Truman para contener la eventual expansión de la influencia soviética, fuera de los límites del así llamado corazón del mundo. Por azarosos caminos, Estados Unidos logró imponerse a su adversario, y la guerra fría culminó con el desmoronamiento definitivo de la cortina de hierro y el estrepitoso derrumbe de la potencia comunista en 1991. Estos históricos acontecimientos diluyeron temporalmente la amenaza de que una superpotencia opuesta al imperio estadounidense controlara el heartland. Sin embargo, al producirse desde sus propias ruinas el renacimiento de Rusia en la era de Putin, resurgieron también —aún con mayor fuerza— los temores de Occidente frente al poderío militar y la envidiable posición geoestratégica de esa re-conformada república federal, a la cual pertenecen las mayores reservas mundiales de recursos energéticos, minerales y forestales aún sin explotar, así como la cuarta parte del agua dulce no congelada del planeta.

El modelo de Mackinder: La isla-mundial y el heartland o pivote

Jesús Gómez Fernández; Situación del área pivote establecida en la Teoría del Heartland o Región Cardial desarrollada por Halford John Mackinder, abril de 2005.

Pero no sólo es Rusia. La delimitación original del heartland de Mackinder incluye también Asia Central, así como la región de Xinjiang, en el noreste de China, la cual es habitada mayoritariamente por uigures musulmanes. En paralelo a la recuperación rusa en la era de Putin, China emergió y se ha venido consolidando como una gran potencia económica, que tiende hacia la propagación de su influjo y de su impronta en el resto de Asia y en Europa, de una manera tan vertiginosa que, en poco tiempo, podría llegar a establecer su dominio en el corazón y en el conjunto de la isla-mundial. La economía de China es ya la más importante y dinámica del mundo, con un perfil productivo en el que el segmento dominante ya no es la maquila de bienes de consumo, sino el de los bienes y servicios con una gran cantidad de conocimiento incorporado. Así, en 2013, las exportaciones chinas de alta tecnología alcanzaron los 506 mil millones de dólares (MDD), mientras que las de Alemania y EEUU se ubicaron muy lejos con 193 mil MDD y 149 mil MDD en cada caso.[2] De igual forma, entre 2005 y 2013, el registro de patentes en China pasó de 98 mil a 734 mil, mientras que en EEUU sólo lo hicieron de 383 mil a 501 mil y en Japón incluso declinaron de 530 mil a 473 mil.[3]

De unos meses para acá, el gigante asiático ha apretado el paso en la ejecución de una compleja estrategia que apunta a la articulación de un bloque euroasiático, parte de la cual consiste en la consolidación institucional de alianzas con un conjunto muy grande y diverso de naciones. En el ámbito del desarrollo económico, el presidente Xi Jinping anunció recientemente el proyecto Un cinturón una ruta, que implica una magna inversión multinacional en un grupo de obras de infraestructura de gran calado, que tienen la finalidad de detonar varios corredores económicos que, partiendo de las costas del Mar de China, avanzarían por senderos terrestres y marítimos con dirección a Rusia, India, Oriente Medio y África, para culminar su despliegue en la Europa del océano Atlántico. En suma, se trata de una moderna y ampliada Ruta de la Seda.

Esta audaz iniciativa, que no compite sino que se complementa con el desarrollo de Siberia oriental y con la Unión Económica Eurasiática que encabeza Rusia y en la que también están Bielorrusia y Kazajistán, contrasta felizmente con las soluciones de fuerza que tienden a ser impulsadas desde las oficinas de gobierno en Washington y Bruselas. Asumida como propia tanto por Rusia como por India e Irán, ha logrado sumar las simpatías de más de 30 países que de alguna manera estarían involucrados en su construcción.

Para comprender el gigantesco potencial del proyecto, baste decir que el gobierno chino estima que los corredores abarcarán un territorio en el que se genera el 29% del producto interior bruto (PIB) global y en el que se asientan 4,400 millones de personas, que equivalen al 63% de la población mundial. Dentro de una década, se espera que el proyecto aportará más de 2.5 billones de dólares de intercambio comercial y, a lo largo de sus rutas, se transportarán más de 12 millones de toneladas anuales de mercancías. China sostiene actualmente negociaciones con 28 naciones sobre el desarrollo de vías férreas de alta velocidad, con una longitud total de 5.000 kilómetros. Sólo en el país del dragón, se incorporarán a las zonas urbanas unos 300 millones de personas en los próximos 15 años, lo que representa un volumen que casi iguala a la población total actual de Estados Unidos. Según un estudio del McKinsey Global Institute, en el año 2025 habrían sido desplazadas 100 metrópolis del mundo occidental por ciudades chinas dentro del ranking de las 600 ciudades más ricas del mundo.[4]

La nueva Ruta de la Seda

Xinhua http://www.xinhuanet.com/world/newsilkway/index.htm

Nota: Las autoridades chinas aún no han presentado oficialmente las rutas.

Con el apoyo de 57 países, en abril pasado fue lanzado el Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura, un proyecto del gobierno chino que también despierta inquietudes y temores en el grupo de actores políticos más fuertemente arraigado al otrora invencible esquema de la Pax Americana, tan decadente y desprestigiado hoy en día. El BAII —en el que están adscritos prácticamente todos los aliados importantes de Estados Unidos, excepto Japón— es de hecho el instrumento financiero para el despegue del Cinturón Económico Ruta de la Seda del Siglo 21, como también se conoce a la estrategia Un cinturón una ruta, en virtud de que tiene el propósito de promover la interconectividad regional y la integración económica, y es muy probable que en un plazo relativamente corto sustituya en una franja muy grande del planeta las funciones que hoy desempeña el Banco Mundial en esa materia.

Al sistema unipolar que tan decididamente es defendido por Estados Unidos, sin duda se le termina el tiempo. El dólar norteamericano, respaldado desde 1971casi exclusivamente por la fuerza del vetusto sistema de dominación imperial, ha llegado a su ocaso como divisa privilegiada y hegemónica. La edificación del nuevo andamiaje financiero que están impulsando los BRICS así lo sugiere. El grupo integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (con la posible incorporación de Grecia en un futuro no muy lejano), ha ratificado la creación de un fondo común de reservas monetarias para fondear su propio banco, con un volumen de 100.000 millones de dólares aportados por los 5 socios. Este fondo tiene como objetivo mantener la estabilidad financiera del BRICS en caso de problemas en los mercados mundiales, y contrarrestar la posible presión sobre la balanza de pagos de los países del bloque. En caso de problemas de liquidez, los países del BRICS podrán prestarse mutuamente ayuda financiera en dólares de EUA por un periodo determinado, en condiciones que todavía deberán fijar los bancos centrales.[5] La otra amenaza para el FMI será la creación del Banco de Desarrollo de los BRICS, una nueva institución bancaria con sede en Shanghái, cuya puesta en marcha está prevista a finales del 2015.[6] Esta nueva institución financiera abriría una alternativa a muchos países que hoy son sometidos por Estados Unidos a condiciones leoninas a través del FMI y el Banco Mundial, y contribuiría a facilitar el distanciamiento paulatino de muchos de ellos frente al dólar estadounidense. Al estructurarse sobre una base paritaria y con un gobierno rotativo, la filosofía del Banco de Desarrollo difiere radicalmente de la que priva en las vetustas instituciones surgidas hace 70 años de los acuerdos de Bretton Woods, las cuales son comandadas de manera vertical por Washington sin ningún tipo de contrapeso.

El novedoso entramado económico, financiero y político del poder ascendente, se cierra y se sella con las alianzas militares para la seguridad mutua, como son la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). En la OSC se agrupan ya la República Popular China, Rusia, India, Pakistán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, y muy pronto podría sumarse también Irán. A pesar de que en su declaración fundacional la OCS se define como una alianza para la seguridad regional contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo, y no contra otras naciones o regiones, el curso de los acontecimientos más recientes potencialmente la colocan como un contrapeso al poder de la OTAN frente a posibles acciones intervencionistas estadounidense en las zonas de seguridad de Rusia y China.

Organización de Cooperación de Shanghai

En azul se identifican países miembros (India y Pakistán acaban de incorporarse) y en verde los países observadores. Mahdi Darius Nazemroaya; La alianza chino-rusa, desafío a las ambiciones de Estados Unidos en Eurasia http://www.voltairenet.org/article152700.html

A la luz de la irrupción de este proceso de constitución de una nueva institucionalidad en el espacio euroasiático, es evidente que la visión unipolar del mundo, sostenida a sangre y fuego por el imperio estadounidense, ya no se ajusta en ningún sentido a la realidad global. Lo que parece estar proponiendo China como súper potencia emergente, es un sistema multipolar con dos o tal vez tres cabezas dominantes, es decir, estructurado y organizado por Rusia, Estados Unidos y la propia nación oriental. Se trata de dos visiones diferentes del poder que chocan entre sí. En Washington predominan las posiciones anacrónicas, ancladas en el lejano pasado de la guerra fría, que enfatizan en el uso de la fuerza para imponer su dominio, ya sea mediante la generación de conflictos con otros estados, en los que se echa mano de armamentos, ejércitos y dispositivos tecnológicos sofisticados, o utilizando el cada vez más extendido recurso de las fuerzas irregulares, que gozan de su patrocinio y de carta abierta para desestabilizar y controlar territorios “enemigos” que son considerados estratégicos, como es el caso del Estado Islámico en Oriente Medio y África o de los Narcos en el caso de México y de otros países latinoamericanos. Para Beijing, por su parte, dentro de su estrategia de expansión tiene preeminencia el factor económico-financiero por sobre el militar que, siendo muy importante, permanece aún en un segundo nivel de prioridad.

Alemania como la bisagra de la disputa

Una eventual alianza entre Rusia y Alemania produce mucha ansiedad en sus adversarios y competidores, en virtud del significativo peso específico que ostenta el país germano en Europa, y de la consabida ubicación estratégica de la nación del oso pardo. Alemania es lo que podría denominarse un país bisagra entre Oriente y Occidente, de tal modo que, dependiendo del lado en el que privilegie sus alianzas, la disputa por el poder mundial se inclinará hacia uno u otro extremo de la balanza. Ya a fines del siglo XIX y principios del XX se manifestaba con crudeza esta contradicción. El acuerdo entre China y Rusia de 1898 para que este último país contara con un puerto marítimo en aguas cálidas —Port Arthur—, el cual desempeñaba entonces un papel semejante al que juega Crimea en la actualidad, no fue bien visto por Gran Bretaña, cuyo gobierno —en consecuencia— promovió la guerra ruso-japonesa. A este suceso se sumó en 1905 el pacto de Björkö para la defensa mutua, firmado entre el Kaiser Guillermo II y el Zar Nicolás II, que representaba un signo más del firme ascenso económico y político de Alemania y de la posibilidad de que esa nación estrechara una alianza con Rusia y Francia. El recelo británico y estadounidense se materializó en una escalada anti alemana que desembocó en el estallido de la primera guerra mundial.[7]

Una nueva modalidad de esta contradicción reaparece ahora. Al sentirse intimidado estratégicamente por Rusia y desplazado de la escena económica y política mundial por China, Estados Unidos —de la mano de sus aliados de la Unión Europea, Canadá, Japón, Israel y Australia— profundiza y extiende el conflicto en Medio Oriente y a lo largo de la franja fronteriza periférica de sus dos adversarios principales. Con esta estrategia de confrontación, Washington y el Pentágono no han hecho sino precipitar los acontecimientos, ya que, además de obligar a Rusia y a China a establecer alianzas para enfrentar la amenaza estadounidense, han orillado a Alemania a tomar decisiones que probablemente no quería tomar. Y es que desde la re-unificación de las dos naciones teutonas, para la gran potencia del viejo continente las condiciones geoeconómicas han cambiado significativamente, de tal modo que su futuro parece estar ahora más ligado a Asia que a la propia Unión Europea.

De esta suerte, las exportaciones de bienes y servicios se han ido consolidando como el motor de la economía alemana, a un grado tal que, a la fecha, representan más del 45% del PIB nacional. En la medida en que la Unión Europea ha perdido impulso como su principal socio comercial, Alemania ha encontrado en Asia un enorme y dinámico mercado en expansión, que poco a poco adquiere mayor importancia para los flujos de su comercio internacional. Mientras que sus exportaciones mundiales de bienes y servicios crecieron 19% entre 2010 y 2014, sus ventas al gigante rojo lo hicieron en 40%.[8] Además, China es el segundo país con mayor stock de inversión extranjera directa (IED) en Alemania con 2.4 billones de dólares, sólo por debajo de Estados Unidos que mantiene 2.7 billones invertidos en aquella nación, si bien el volumen de Oriente es mucho mayor al estadounidense cuando se considera la inversión combinada de China, Hong Kong y Singapur, misma que asciende a más de 4 billones de dólares.

Las sanciones impuestas por el gobierno del presidente Obama a Rusia, como represalia por la incorporación de Crimea al país euroasiático durante el conflicto en Ucrania y, en general, por su negativa a constituirse en un vasallo más de Estados Unidos, han resultado ser más dolorosas para algunas de las naciones europeas que para el propio destinatario. Alemania no ha sido la excepción. Más de 6 mil empresas alemanas mantienen relaciones comerciales o de inversión con Rusia, lo que genera al interior de sus fronteras alrededor de 300 mil empleos.[9] Además, la potencia centro europea importa desde Rusia el 35% del gas que consume, y participa de un flujo comercial conjunto que ronda los 100 mil millones de euros al año. A pesar de que tales sanciones han tenido un impacto muy nocivo en la economía de la Unión Europea, porque han representado la pérdida de 100 mil millones de euros y de 2 millones de puestos de trabajo[10], la Casa Blanca ha impuesto a sus aliados europeos el refrendo de tales represalias económicas a Rusia, y el país más afectado por esta política irracional ha sido precisamente Alemania. Los daños al capital germano son tan importantes que, aun en medio del clima adverso provocado por las sanciones económicas, una delegación integrada por altos mandos de grandes empresas germanas como Daimler, Siemens o Winterhall Holding, tuvo que realizar una visita casi clandestina a Moscú con el propósito mantener vivas las relaciones comerciales con Rusia.[11] Sometida a presiones cruzadas, la canciller Ángela Merkel se ha visto forzada a desplegar una estrategia de dos vías para tratar de satisfacer tanto los intereses de los poderosos corporativos alemanes como los de Washington. Si bien por un lado se mantiene firme en el apoyo a las sanciones contra Rusia, en paralelo ha buscado acercamientos con esa nación para poner fin al conflicto en Ucrania, los cuales fructificaron en la firma de los acuerdos de Minsk II por parte del llamado Cuarteto de Normandía, integrado por Rusia, Francia, Ucrania y Alemania, lo que ha ocasionado airadas reacciones y diversas formas de boicot por parte del gobierno estadounidense.

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La pérdida de presencia de Estados Unidos en Europa y en el resto del mundo, es el fenómeno que se encuentra en la raíz de las graves tensiones que tienen lugar en Eurasia y África. Dado que el dinamismo de la economía mundial se ha trasladado del Atlántico al Pacífico, la única oportunidad de desarrollo que en el futuro cercano parecen tener Alemania y la Unión Europea en su conjunto, es integrarse de diversas formas en el dinámico proceso expansivo de Asia. Cabe preguntarse si los recursos físicos y bióticos disponibles en el planeta serán suficientes para hacer posible una etapa de expansión del capitalismo con tales características. Pero eso requiere de otro análisis que aquí no será abordado.

La contraofensiva de Estados Unidos

Desesperado y cada vez más aislado, el segmento dominante de la élite estadounidense —estrechamente vinculado al complejo industrial-militar y al califato financiero de Wall Street— parece decidido a conservar su poder y su influencia en el mundo, al costo que sea. La arrogancia obscurece la inteligencia de los integrantes de este grupo, y les impide ver la realidad de un mundo en el que ellos ya no son los únicos, dado que han emergido otros espacios con dinamismo y poder propios. Sus constantes provocaciones y alardes de fuerza, muestran que el imperio con sede en Washington es ya incapaz de conducir al mundo hacia un destino que no sea el caos.[12]

En vez de buscar un acuerdo con los demás actores para construir un nuevo paradigma y hacer viable nuestra existencia en la casa común, a la manera antigua Estados Unidos echa mano del gran garrote y se empeña en imponerse por la fuerza en todos los escenarios: lo mismo en Europa Occidental y Europa del Este, que en el Medio y Lejano Oriente, o en América Latina y África. Al imperio de Occidente le produce un gran encono el ascenso de China, pero en el corto plazo parece estar abrumado por el poderío de Rusia. No sólo interfiere interesadamente en el proceso de Grecia ante el acercamiento de Alexis Tsipras con Putin, sino que también efectúa un bloqueo irracional al gigante euroasiático y desestabiliza militarmente sus fronteras.

En el extremo del desarreglo político y estratégico, Estados Unidos se ha empeñado en alejar a sus propios aliados de su órbita, al tiempo que aproxima entre sí a sus adversarios. En vez de sumar y dividir, ha restado amigos y multiplicado enemigos. La ausencia de una estrategia coherente por parte de Washington ha sembrado un gran recelo dentro de la Unión Europea, dado que sus acciones están atrayendo la guerra hacia el viejo continente.[13] Al mismo tiempo, con sus desconcertantes decisiones ha empujado a Rusia a los brazos de China. Lo cual no es poca cosa, considerando: a) que esos dos países han incrementado su comercio bilateral en 600% en la última década, b) que hace unos meses firmaron un acuerdo tasado en 400 mil millones de dólares para el suministro de gas por los próximos 30 años, c) que realizaron ejercicios militares conjuntos en el Mar Mediterráneo en junio pasado, y d) que hace sólo unos días echaron a andar el banco de los BRICS y reforzaron estratégicamente la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).[14] Si bien desde hace por lo menos 16 años estas dos naciones tienen muy clara la amenaza estadounidense y han hecho movimientos estratégicos para enfrentarla[15], con el cerco hacia Rusia desplegado por EEUU a partir del golpe de estado en Ucrania en febrero de 2014, el acercamiento entre ambas tiende a estrecharse muy rápidamente.

Son varios los casos en que las acciones que Estados Unidos ha emprendido para intentar detener su desfondamiento hegemónico han operado en la dirección contraria. El bloqueo a Rusia fracasó y generó una profunda animadversión contra la medida al afectar intereses sensibles de varios países europeos en sus relaciones comerciales con el gigante euroasiático, entre los que destacan Lituania, Polonia, Alemania, España, Italia, Holanda y Dinamarca.

De igual modo, la sobre-oferta en el mercado de hidrocarburos que desencadenó el desplome de los precios del crudo, fue administrada por Washington y Wall Street mediante la burbuja del gas y del petróleo de esquisto o shale, pero ha traído consecuencias muy negativas para sus promotores. Teniendo como uno de sus objetivos golpear a Rusia, Irán y Venezuela, que son grandes exportadores y que tienen presupuestos públicos que dependen en una medida importante del nivel de precios de los petrolíferos, lo cierto es que la fuerza del impacto buscado no tuvo las consecuencias esperadas y, en cambio, sí generó efectos colaterales muy profundos. En primer término, estimuló una ferviente y muy extendida oposición a la tecnología del fracking —frecuentemente utilizada para obtener el shale—, dadas las repercusiones ambientales que conlleva. Además, con la caída del precio del petróleo, se frenaron inversiones millonarias en la industria[16] que tienden a golpear con mucha mayor fuerza precisamente a los productores de shale, cuyos costos de producción son significativamente más elevados que los del promedio de la industria. Con esta maniobra especulativa, Estados Unidos no sólo está generando una desinversión fantástica en su aparato productivo petrolero y posponiendo millonarias inversiones en la industria de los hidrocarburos que afectan a las grandes corporaciones estadounidenses y aliadas, sino que también atenta contra la fortaleza de su propia divisa al debilitar al llamado petrodólar.

Así mismo, la campaña de desprestigio y de constantes ataques hacia la figura del presidente de Rusia, ha sido puesta en entredicho incluso por algunos íconos de la diplomacia estadounidense más conservadora, como Henry Kissinger, quien hace poco afirmó que la estrategia de “demonizar a Putin” no es una política, sino una excusa por la ausencia de política. En referencia a la crisis de Ucrania, que llevó al golpe auspiciado por Estados Unidos que derrocó al presidente de esa nación, el ex secretario de estado dijo que Estados Unidos y sus aliados dejaron crecer la problemática por su falta de capacidad para entender las verdaderas implicaciones del conflicto, además de desaprovechar una oportunidad para mejorar las relaciones con Rusia. Kissinger afirmó también que “Occidente debe entender que, para Rusia, Ucrania nunca será simplemente otro país”, ya que “la historia rusa se origina en la Rus de Kiev, que es la cuna de la religión rusa”, sin olvidar que, “durante siglos, Ucrania fue parte de Rusia”.[17]

Lo más grave es que el gobierno con sede en Washington parece no darse cuenta de lo equivocado de su política internacional. Al contrario. Hace unos días, el Estado Mayor Conjunto dio a conocer la Estrategia Militar Nacional de Estados Unidos 2015[18], un documento que da la impresión de haber sido redactado en las oficinas de Joseph McCarthy, ya que desde sus primeros párrafos advierte sobre la virtual inminencia de futuras confrontaciones bélicas. Acusa a Rusia de ser un estado revisionista y agresivo “que no respeta la soberanía de sus vecinos y pretende usar la fuerza para lograr sus objetivos”. Al respecto, Hillary Clinton —el personaje político con más posibilidades de suceder a Obama en la presidencia de Estados Unidos—, aseveró que «no hay sustitución posible al contacto permanente con Putin», el líder ruso «no es una persona fácil», pero «los EEUU han de ser inteligentes». Esta declaración fue emitida apenas dos días después de que el presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Martin Dempsey, presentó el documento referido, lo cual revela el poco consenso que tiene la postura de fuerza asumida por los sectores más duros de la elite de poder.

En su estrategia militar, el gobierno de Estados Unidos plantea que los conflictos híbridos son los que tienen mayor probabilidad de suceder. Esta modalidad corresponde a fuerzas militares que asumen una identidad no estatal, las cuales están integradas por organizaciones extremistas muy violentas con una capacidad de fuego limitada. En el documento de estrategia se considera que los conflictos híbridos también pueden estar compuestos por actores estatales y no estatales que trabajan juntos hacia objetivos compartidos, empleando todo tipo de armamento. Estos conflictos ofrecen grandes ventajas para el agresor porque sirven para “aumentar la ambigüedad, complicar la toma de decisiones, y retrasar la coordinación de respuestas eficaces”, debido a lo cual —según el citado documento— es probable que persistan en el futuro. Es notable el hecho de que el Pentágono describa con tanta claridad los conflictos que dominarán la escena militar en el mundo, como si se tratara de algo por completo ajeno a su propia iniciativa, cuando en realidad es por demás sabido que ese país se especializa en la promoción de ejércitos de fuerzas irregulares y de operativos de falsa bandera, cuyo propósito no es otro que alimentar la desestabilización para lograr el control de distintas regiones del mundo que son de su interés estratégico.

El entorno militar en el mundo (The Military Environment)

Joint Chiefs of State; The National Military Strategy of the United States of America 2015, junio 2015

http://www.jcs.mil/Portals/36/Documents/Publications/2015_National_Military_Strategy.pdf

Así, bajo la batuta de la Casa Blanca y el Pentágono, Occidente ha desplegado una estrategia de contención, dirigida fundamentalmente hacia una “amenaza” rusa (que no es tangible) y hacia el poderío económico-político de China. Se trata de un tipo de guerra diferente al de las dos grandes conflagraciones del siglo XX, porque se perfila como un conflicto global de larga duración, que tiene lugar por medios múltiples y en distintos focos a la vez. Además del componente militar, el planteamiento abarca otros aspectos de la guerra como el económico, el financiero, el tecnológico, el de la propaganda y el comunicacional, así como el político, el social y el cultural. Su propósito es avanzar en la ocupación de territorios mediante confrontaciones con estados, pero sobre todo mediante la utilización de fuerzas híbridas e irregulares, de una manera similar a la ensayada y aplicada en México a partir del año 2006. En términos muy generales, se puede describir como una ofensiva para generar franjas de desestabilización en cinco arcos principales:

1) El que se extiende del Mar Báltico hasta el Mar Negro, con vórtices visibles en Ucrania y Macedonia-Grecia.[19]

2) El más grande y turbulento de todos, que se dibuja desde Pakistán hasta Libia y en el que están presentes varios vórtices de distintas dimensiones: en Siria-Irak, en Afganistán-Pakistán y en el propio país norafricano.

3) El arco de contención de China en el Pacífico Asiático, que se extiende desde Corea del Sur hasta Vietnam-Tailandia-Burma, con focos de turbulencia muy importantes en las islas del Mar de China.

4) El correspondiente a su hinterland o área de seguridad, que se erige desde la frontera norte de México hasta Colombia-Venezuela, y en el que el país más septentrional ha sido prácticamente engullido y transformado en una modalidad de neo-protectorado, y el país en el extremo opuesto del arco ha sido sometido a una implacable campaña de desestabilización desde la emergencia de la revolución bolivariana. En este contexto, proyectos con capital chino —como el Canal de Nicaragua y el fallido tren de alta velocidad en México— adquieren su real dimensión geoestratégica.

5) Por último, el arco que va de Ecuador a Chile, que desde el oriente cierra la salida hacia el Océano Pacífico a los dos grandes países del cono sur, y desde el poniente bloquea el acceso al Amazonas y el paso hacia el Océano Atlántico a la superpotencia del lejano Oriente. El recién anunciado proyecto de construcción de una ruta de ferrocarril interoceánica en América del Sur, conlleva también una connotación geoestratégica inocultable.

Los cinco arcos principales de contención y de ocupación

Elaboración propia con base en el mapa de Wikimedia Commons: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/77/Continental_models.gif

En realidad, la tercera guerra mundial ya está presente. No se trata de algo que “podría llegar a pasar” sino de un proceso en franco desarrollo. Las guerras mundiales constituyen uno de los rasgos más característicos de la era del capitalismo. La vocación mundial es inmanente al capital, dado que es resultado de su hambre de ganancias. Todo capital individual lleva en sí mismo el germen de la conquista global, al costo que sea. De tal suerte, las guerras en el capitalismo son mundiales porque son consustanciales a ese modo de producción que domina el planeta desde hace tres siglos. Pero en la historia hay distintas manifestaciones de lo que son las guerras mundiales del capitalismo, y no todas se ajustan necesariamente al modelo de las dos grandes guerras del siglo XX. La que estamos presenciando es probable que siga la forma de la guerra de los 30 años que tuvo lugar entre la coalición de los Habsburgo y la coalición financiada por Holanda, en la que predominó una suma de conflictos locales.[20] Rodear a Rusia y a China y aislar a India y a Alemania, parecen ser, en suma, los ejes esenciales de la confrontación en curso. Adicionalmente, en su área de influencia más próxima (hinterland) Estados Unidos establece un escudo de seguridad al sur de la frontera frente a cualquier amenaza continental o transcontinental, así como un arco de contención con el propósito evidente de bloquear a China y contener a Brasil y Argentina.

Como se apuntó antes, es en la isla-mundial en donde se concentra el mayor número de focos de conflicto: Ucrania, Grecia, Siria-Irak, Libia, la franja de Gaza y las islas en disputa en el Mar meridional de China, por sólo mencionar los más visibles. En Yemen, el conflicto más reciente, al parecer los gobiernos de Israel y Arabia Saudita han escalado el nivel de la confrontación al detonar bombas de neutrones.[21] Al ocupar la posición geográfica más estratégica en la isla mundial, en los meses recientes las tensiones se han incrementado sensiblemente en el occidente de Rusia y, en virtud del fortalecimiento de la alianza entre Moscú y Beijing, también lo han hecho en China.

Fuerzas de la OTAN alrededor de Rusia

Russia Today; ¿Imperialismo de Rusia? Conozca el mapa de las fuerzas de la OTAN cerca de las fronteras rusas, junio 8 de 2014 http://actualidad.rt.com/actualidad/view/130467-eeuu-otan-rodea-fuerza-rusia-ucrania-mapa

La opción que los halcones de Estados Unidos y algunos de sus aliados en otros continentes ofrecen a la humanidad en el futuro inmediato, es una modalidad muy destructiva de fascismo en la que juega un rol central el denominado Estado Islámico (EI). El financiamiento de estas fuerzas militares proviene del comercio de los recursos petrolíferos en las áreas que se encuentran bajo su control, así como del saqueo, las extorsiones y otras fuentes. Una de las investigaciones sobre el tema, estima que el Estado Islámico tiene acceso a unos 2 mil millones de dólares al año por estas vías.[22] Los forajidos guerreristas del Pentágono y sus socios, han probado exitosamente en «países laboratorio» —como México— que es factible y muy provechoso absorber estados nacionales y transformarlos en seudo-estados al servicio de los intereses del capitalismo salvaje.

En suma, para detener el ascenso de China y de Rusia, así como el tránsito del poder mundial de una estructura centrada en EEUU a un modelo poli-céntrico, los neoconservadores más violentos están echando mano del peligroso ejército de mercenarios pertenecientes al Estado Islámico (y a otros grupos), para seguir controlando el mundo.[23] Si bien predomina el montaje propagandístico, no deja de ser preocupante que los war lords hayan llegado a estos límites de desesperación en los que “todo se vale”.[24]

Zonas que el Estado Islámico se plantea conquistar en los próximos cinco años

American Uncensored News Network; Why Does Obama Call ISIS/Islamic State ISIL? Whose Side is He On?, septiembre 2 de 2014 http://actualidad.rt.com/actualidad/view/132572-mapa-eiil-conquistar-zonas-planeta-estado-islamico

El modelo mexicano de ocupación

Es singular la estrategia empleada en México durante las últimas tres décadas por la élite de poder estadounidense, cuya sede se localiza en las orillas del Potomac y del Hudson, dado que abarca todas las etapas de una ocupación exitosa y porque puede servir de modelo. Su objetivo fue modificar el papel que México jugaba en la isla secundaria para lograr el control estratégico de su territorio y de sus recursos.

Históricamente, México ha sido —más allá de sus fronteras originales— la principal fuente de abastecimiento de suelo, recursos y energía social de Estados Unidos. Desde este punto de vista, es algo parecido a su hinterland de propagación político-militar, en virtud de que representa el espacio más importante, más inmediato y “natural”, para la expansión de esa gran potencia económica, financiera, política y militar. En la etapa de decadencia del imperio del Norte, que comenzó a manifestarse desde la década de 1970, este papel de reserva estratégica jugado por México se ha vuelto de nuevo tan relevante como lo fue en su etapa de ascenso y conquista, a mediados del siglo XIX.[25] De ahí que, a partir de 1983, el país comenzó a ser paulatinamente moldeado e integrado, para ser finalmente absorbido casi por completo por Estados Unidos, después de las contra-reformas constitucionales que tuvieron lugar en 2014-2015.

Este objetivo se logró mediante la ocupación paulatina de las diferentes esferas de gestión de la vida productiva, política y social de la nación mexicana, hasta el extremo de transformarla en un seudo-estado, en una modalidad sui generis de protectorado. El proceso de integración comenzó con la subordinación del ámbito de la política económica a las directrices del FMI-BM, a partir de la década de los ochentas. Con este primer paso, se allanó el camino para la destrucción de la mayor parte de la planta productiva local —vía el Tratado de Libre Comercio para América del Norte—, lo que facilitó enormemente el desarrollo de un sector exportador de enclave, integrado por completo a la estructura de los consorcios multinacionales. La reforma financiera cristalizó en la “re-expropiación” de la banca pública para ponerla en manos y al servicio de los grandes grupos financieros internacionales, con lo que se consolidó la transformación de México en una virtual colonia de su vecino, al quedar sin posibilidad de impulsar el desarrollo nacional. Dado que “el que paga, manda”, la apropiación de la política vino como una consecuencia lógica de la entrega de las bases materiales de la nación, y desde entonces todas las decisiones importantes se toman en la embajada de Estados Unidos en México, en las oficinas gubernamentales de Washington y en los elegantes despachos de Wall Street.

Como correlato obvio de lo anterior, la vía electoral fue confiscada y se impusieron tres monumentales fraudes en 1988, 2006 y 2012, que lograron cerrar el paso al proyecto nacionalista enarbolado por el neo-cardenismo. Puesta en marcha en 2005 y consolidada en 2007 por los poderes ejecutivos de Estados Unidos, Canadá y México y por un importante grupo de representantes de corporativos privados de los tres países, la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) es la instancia en la que se manifiesta de manera concreta la subordinación de Canadá y México al poder hegemónico de EEUU en materia energética y de “competitividad”.[26] Este tipo de subordinación estratégica no se limitó al ámbito económico y de seguridad energética, sino que se extendió al terreno militar mediante la integración de ambos países al Comando Norte de Estados Unidos (NorthCom), que constituye una iniciativa unilateral del ejecutivo estadounidense para construir “un espacio geopolítico de defensa mutua”, ante “amenazas no convencionales como el terrorismo y el narcotráfico”.[27]

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El sometimiento, en consecuencia, es también territorial, porque la geografía nacional —tierra, mar y aire— es, en los hechos, controlada estratégicamente por EEUU mediante las fuerzas armadas regulares (ejército, fuerza aérea y marina), y también a través de numerosos contingentes irregulares que están bajo sus órdenes, mismos que ocupan enormes extensiones de tierra que están en manos de empresas mineras, petroleras y gasíferas, eléctricas, agropecuarias y agroindustriales, de telecomunicaciones, comerciales y de logística, de infraestructura, inmobiliarias y turísticas. De este modo, la seguridad nacional de México queda al arbitrio de Estados Unidos, potencia que ya controla los recursos energéticos, el agua, el acceso a los metales, minerales y materiales raros, y la riqueza biótica de su vecino.[28] Desde 2014, la ocupación ya es legal, en tanto que las modificaciones constitucionales borraron de la Carta Magna el pacto social y la soberanía popular sobre los recursos y el territorio de la nación, al tiempo que se aseguró el nuevo status quo favorable al capital extranjero y la condición de neo-protectorado del país sureño.

Echando mano de una muy vasta operación de propaganda, se instaló en la consciencia de una franja muy grande de la población (dentro y fuera de las fronteras nacionales), la convicción de que, por el bien de la república, era irrenunciable combatir militarmente al enemigo común, a las bandas del narcotráfico y a los cárteles del crimen organizado. En tan solo 10 años, la “guerra contra el narco” ha ocasionado 150 mil muertes, 25 mil desapariciones forzadas y 280 mil desplazados[29], sin que las cosas hayan mejorado un ápice, sino al contrario. Y lo peor de todo es que para los próximos años se vislumbra una descomposición aún mayor del escenario de violencia y de inseguridad, el cual no es otra cosa que el telón de fondo para garantizar el control estratégico del territorio y asegurar el despojo y el desgaste sin límites del patrimonio natural, económico y cultural de México.

En un protectorado tradicional, el estado hegemónico protege con sus propias fuerzas armadas al estado ocupado. Pero en el caso mexicano esa característica del seudo-estado adquiere una connotación distinta, ya que la ocupación del territorio tiene lugar mediante la generación de un conflicto híbrido en el que participan fuerzas militares irregulares y regulares. Las fuerzas regulares son desplegadas profusamente bajo la consigna de “combatir a las bandas del crimen organizado”, las cuales en realidad son fuerzas militares irregulares constituidas por decenas de miles de efectivos, ya sean sicarios pertenecientes a los carteles, mercenarios rentados por empresas militares privadas —como Academi, G4S, Defion Internacional, Aegis Defense Services, Triple Canopy, DynCorp y Unity Resources Group[30], o guardias privadas al servicio de los grandes consorcios nacionales y extranjeros. Sin embargo, en la realidad su verdadera labor consiste en asegurar el control en el terreno y someter cualquier intento de rebeldía en contra de la política de rapiña impuesta por la potencia vecina y sus aliados nativos.

Son ostensibles los beneficios que ha obtenido el imperio estadounidense al utilizar ejércitos irregulares en el seudo-estado mexicano, de ahí que esté recurriendo a tácticas similares en otras regiones del planeta. Entre las ventajas más evidentes se encuentran las siguientes:

1) Tal vez el atractivo más grande de este tipo de intervención-ocupación es que resulta auto financiable por medio de los recursos generados por actividades ilícitas como el narcotráfico, el tráfico de indocumentados, el secuestro, el tráfico de mujeres y de niños, la venta de órganos, la prostitución, los giros negros, el cobro de derechos de piso y de protección, entre otras.

2) Miles de efectivos de elite de las fuerzas armadas mexicanas son entrenados por especialistas de Fuerza Delta, Seals y Boinas Verdes, en instalaciones especializadas —como Fort Bragg—, con cargo al presupuesto del gobierno de México o de Estados Unidos, en su caso.[31] En circunstancias normales, este hecho no tendría nada de extraño, el problema es que, a su regreso, después de un lapso relativamente corto desempeñando funciones militares, muchos de ellos abandonan las filas de las fuerzas regulares y se incorporan a las filas de grupos irregulares, como los carteles de los Zetasy Nueva Generación.[32]

3) No hay información pública acerca del número de mercenarios en activo en el país, así como tampoco de las empresas militares privadas que los alquilan al gobierno local o al estadounidense (a través de la Iniciativa Mérida). Brad Hardy, un oficial en activo, afirma que en México existen al menos 10 mil paramilitares que combaten al narcotráfico, pertenecientes a organizaciones particulares que no forman parte legal de las fuerzas militares regulares del estado.[33]

4) Resulta complicado poder culpar o responsabilizar a sus reales promotores y beneficiarios de las actividades de estos grupos, dado que se despliegan muy sofisticadas campañas de propaganda para legitimar la supuesta lucha de Occidente en contra estas las unidades militares, pero también se invierten cuantiosos recursos con el propósito de encubrir su verdadera función en beneficio de los intereses estratégicos de Estados Unidos y sus aliados.

5) Conflictos inducidos como el de la “guerra contra el narco” en México, o el del Estado Islámico en la isla-mundial, aportan credibilidad al falso discurso sobre la reducción del militarismo y la disminución de efectivos militares[34] y, en general, atraen el apoyo de la opinión pública hacia la postura militar oficial del gobierno, en virtud de que las bajas estadounidenses son prácticamente nulas en comparación con las guerras regulares, al menos en apariencia.

6) Son muchos los intereses económicos que están en juego en los conflictos híbridos. Los más evidentes son los relacionados con las actividades delictivas del crimen organizado, en donde funcionarios y militares tienen cabida. Pero también están los negocios que se derivan del supuesto combate al crimen organizado y al terrorismo, desde la renta de mercenarios hasta la venta de todo tipo de armamento. Una ventaja adicional es que la dotación de armas ya no se carga al presupuesto de EEUU, lo cual es crucial en una etapa en que la crisis de endeudamiento de ese país está cerca de tocar fondo.

7) Los conflictos híbridos se pueden inducir en el momento en el que el poder lo requiera, sin necesidad de solicitar autorizaciones al poder legislativo y sin requerir del aval o la simpatía de la opinión pública. Esta flexibilidad los convierte en un arma estrategia incomparable, que puede ser usada discrecionalmente como medida “preventiva”. En México, por ejemplo, anticipándose a los posibles escenarios de crisis que podrían esperarse después de 25 años de aplicación de las políticas neoliberales, Estados Unidos optó por crear un “enemigo” a modo en su territorio vecino, como una táctica defensiva idónea para abortar cualquier síntoma de inconformidad.

Los posibles escenarios

Se aproxima irremediablemente el fin de la hegemonía global estadounidense y se perfila —en los meses y años por venir— un complejo proceso de transición, desde el esquema unipolar dominado por Estados Unidos, hacia un modelo multipolar con dos o más centros de poder mundial. Esta macro tendencia es la que está determinando la escena a escala global; sin embargo, es aún incierto el camino que recorrerá en el futuro inmediato. La transición en la que ya estamos inmersos, puede darse de manera más o menos tersa o más o menos violenta. Los escenarios que aparecen como los más probables son tres: a) el menos malo, en el que gana terreno la postura negociadora dentro del bloque occidental dominado por Estados Unidos, y se establecen acuerdos con el otro gran bloque hegemónico —liderado por China y Rusia— para un nuevo reparto del mundo sin sobresaltos extremos, b) el malo, en el que prevalece un virtual empate de fuerzas entre duros y negociadores en Washington, Wall Street, la City y Bruselas, y se mantiene la estrategia de cerco a la isla-mundial, con grandes turbulencias en un número creciente de vórtices de conflicto, y c) el catastrófico, en el que se imponen los más duros y toda calamidad es factible.

Los tres escenarios estarán condicionados por la decadencia del imperio de Occidente, pero también lo estarán por la pérdida de viabilidad del sistema capitalista como modo de producción dominante, un fenómeno que está indisolublemente ligado a la escasez de recursos naturales y a las profundas alteraciones que ya se están produciendo en el clima del planeta. Por ello, cualquier estrategia que pretenda enfrentar —con bases ciertas— el monumental vuelco histórico que se avecina, está obligada a considerar las dos dimensiones de los escenarios futuros, es decir, la hegemónica y la civilizatoria.

En esta compleja etapa, la ocupación de México es crucial desde la perspectiva de los intereses estratégicos de su vecino del Norte. De ahí que, si México pretende tener algún tipo de viabilidad como nación soberana, debe entonces comenzar a sacudirse al imperio violento y decadente en que se ha convertido Estados Unidos, para lo cual requiere con urgencia recuperar la iniciativa política y económica, voltear la mirada hacia América Latina, y redimensionar sus vínculos estratégicos con el resto del mundo, en particular con las naciones que participan en el proceso euroasiático de integración. Debe mostrar una clara intención de buscar una alianza política, económica, tecnológica y cultural con los países latinoamericanos, y dejar establecida su inequívoca intención de acercarse y consolidar vínculos con la Unasur, Alba y Celac. En el escenario global, debería buscar aproximarse a los BRICS —en particular a China y a Rusia—, y alejarse definitivamente del FMI, el Banco Mundial y demás instrumentos occidentales de sometimiento financiero y económico. Se ve difícil y lo es. Pero es su única salida verdadera.


[1] El modelo de Mackinder ha sido tomado como punto de partida para construir otros esquemas acerca de la geopolítica mundial; sin embargo, el planteamiento inicial del autor inglés continúa siendo muy útil para explicar las contradicciones actuales más visibles de las relaciones internacionales. Ya desde el año 1919, este analista tenía la certeza de que: «Quien gobierne en Europa del Este dominará el heartland; quien gobierne el heartland dominará la isla-mundial; quien gobierne la isla-mundial controlará el mundo». En la creciente interior o marginal (islas costeras) del modelo de Mackinder se incluyen las Islas Británicas y las islas de Japón; por su parte, las masas continentales de América del Norte, América del Sur, y Australia (islas periféricas) corresponden a las tierras del creciente exterior o insular. La principal fuente utilizada fue: Mackinder, Halford; Democratic Ideals and Reality, NDU Press Defense Classic Edition, 1942.

[2] The World Bank; High-technology exports. High-technology exports are products with high R&D intensity, such as in aerospace, computers, pharmaceuticals, scientific instruments, and electrical machinery http://data.worldbank.org/indicator/TX.VAL.TECH.CD/countries

[3] World Intellectual Property Organization (WIPO); Statistics Datasbase, Statistical Country Profiles http://www.wipo.int/ipstats/en/statistics/country_profile/

[4] McKinsey Global Institute; Urban World: Mapping the Economic Power Cities, McKinsey & Company, March 2011

[5] Russia Today; Putin ratifica la creación de un fondo de reservas de divisas del BRICS, 2 de mayo de 2015.

[6] Russia Today; El BRICS sabe cómo acabar con el FMI, 16 de mayo de 2015.

[7] Joe Quinn; El ascenso de Rusia y el ‘fin del mundo’, en Enfoque sott, marzo 20 de 2015 http://es.sott.net/article/37592-El-ascenso-de-Rusia-y-el-Fin-del-Mundo

[8] International Trade Statistics (ITC)

 http://www.trademap.org/Country_SelProductCountry_TS.aspx

[9] Cadena Ser; Lo que se juega Alemania en Rusia, marzo 20 de 2014

http://cadenaser.com/ser/2014/03/20/internacional/1395279917_850215.html

[10] HispanTV; Sanciones antirrusas costarían a Europa 100 mil millones de euros, junio 19 de 2015 http://www.hispantv.org/newsdetail/Economia/35786/Sanciones-antirrusas-costarian-a-Europa-100-mil-millones-de-euros

[11] Sputnik News; Empresarios alemanes quieren abrir brechas en las sanciones a Rusia, noviembre 6 de 2014 http://mundo.sputniknews.com/prensa/20141106/162897296.html

[12] Ver el libro Empire of Chaos: The Roving Eye Collection, Nimble Books LLC, 2014, del analista Pepe Escobar.

[13] Patrick Buchanan, quien fuera consejero de los presidentes estadounidenses Richard Nixon, Gerald Ford y Ronald Reagan, señaló recientemente que la estrategia de EUA de instalar armas pesadas en Europa oriental y suministrar armamento a Ucrania, puede provocar una confrontación con Rusia de la que la OTAN saldrá derrotada. El experto aseguró que, antes de implicarse en un conflicto con Rusia, es indispensable evaluar si se contará con el respaldo de otros países europeos, ya que, por ejemplo, según la encuesta del Centro de Investigaciones Pew Research, menos de la mitad de los encuestados en el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España opinan que la OTAN debe combatir por los países bálticos. Russia Today; Político estadounidense: «EE.UU. carece de poder para luchar contra Rusia», junio 24 de 2015 http://actualidad.rt.com/actualidad/178429-politico-estadounidense-eeuu-carece-poder-luchar-rusia

[14] Russia Today; ‘The Guardian’: «Rusia y China fundan un nuevo eje de superpotencias mundiales», julio 7 de 2015 http://actualidad.rt.com/economia/179509-rusia-china-eje-superpotencias-mundiales#.VZwPhDx9ctU.mailto

[15] “La alianza Estados Unidos-Reino Unido se ha embarcado en un gran proyecto por el control de los recursos energéticos mundiales. Sus acciones han provocado una serie de reacciones complejas, desembocando en la creación de una coalición euroasiática que se prepara para desafiar al eje anglosajón (…) China y Rusia están muy conscientes de que son los blancos de la alianza anglosajona. Su temor común a verse cercadas las ha llevado a acercarse una a la otra. No fue por casualidad que, el mismo año en que la OTAN bombardeaba Yugoslavia, el presidente chino Jiang Zemin y el presidente ruso Boris Yeltsin hicieron una declaración común durante una histórica cumbre, en diciembre de 1999, que reveló que China y la Federación Rusa iban a unir sus fuerzas para oponerse al nuevo orden mundial”. Voltairenet.org; La alianza chino-rusa, desafío a las ambiciones de Estados Unidos en Eurasia por Mahdi Darius Nazemroaya, noviembre 2 de 2007 http://www.voltairenet.org/article152700.html

[16] Russia Today; La caída del crudo deja en el aire proyectos petroleros y de gas por valor de un billón de dólares, marzo 11 de 2015.

[17] Russia Today; Kissinger: «Demonizar a Putin es una disculpa por la falta de política», marzo 7 de 2014, y sexenio.com.mx; Kissinger defiende a Putin ante Occidente, noviembre 11 de 2014.

[18] Joint Chiefs of Staff; The National Military Strategy of the United States of America 2015: The United States Military’s Contribution To National Security, June 2015.

[19] El historiados Stephen Cohen, profesor especializado en los estudios de Rusia en la Universidad de Princeton y la Universidad de Nueva York, comentó en una entrevista reciente que «Nunca antes el poder militar de EE.UU. ha estado tan cerca de la frontera rusa». Ver Russia Today, junio 28 de 2015 http://actualidad.rt.com/actualidad/178774-poder-militar-eeuu-frontera-rusia. Sputnik; “Acciones de la OTAN acercan el «punto de no retorno», dice la Cancillería rusa, junio 27 de 2015 http://mundo.sputniknews.com/rusia/20150627/1038740588.html

[20] Entrevista de Andre Phephelov a Andre Fursov; The sunset of the capitalist system will be marked by a world war, just as its dawn, Fort Russ, junio 28 de 2015 http://fortruss.blogspot.mx/2015/06/the-sunset-of-capitalist-system-will-be.html

[21] Gordon Duff and Jeff Smith; Israel Saudis Have Israel Nuke Yemen for Them: Neutron bomb dropped by IAF plane with Saudi markings…, en Veterans Today, mayo 21 de 2015 http://www.veteranstoday.com/2015/05/21/358343/

[22] Ashley Fantz; Venta de petróleo, impuestos, saqueos, extorsiones, así gana dinero ISIS, en CNN México, febrero 19 de 2015 http://mexico.cnn.com/mundo/2015/02/19/venta-de-petroleo-impuestos-saqueos-extorsiones-asi-gana-dinero-isis

[23] Con la capacidad de anticipación y la agudeza que lo caracterizan, Alfredo Jalife-Rahme escribió el 2 de julio de 2014, en su columna Bajo la Lupa del periódico La Jornada, lo siguiente: “La nebulosidad sobre la sorprendente creación y propagación del grupo sunnita jihadista Emirato Islámico de Irak y el Levante (…), que ha generado aparente ‘confusión’, empieza a disiparse debido a sus alcances geoestratégicos en la frontera del ‘triángulo RIC’ (Rusia, India y China), cuyos tres miembros forman parte del ascendente grupo BRICS” http://www.jornada.unam.mx/2014/07/02/opinion/022o1pol

[24] En su artículo Una tercera guerra mundial para redibujar el mapa de Rusia, Mahdi Darius Nazemroaya dice: “El objetivo último de Estados Unidos y la OTAN es dividir (balcanizar) y pacificar (finlandizar) el país más grande del mundo, la Federación Rusa, e incluso establecer un clima de eterno desorden (somalización) en ese vasto territorio o, al menos, en una porción de Rusia y el espacio postsoviético, tal como se viene haciendo en Oriente Medio y el norte de África.

[25] De acuerdo con Sir John Glubb, el ciclo vital de los imperios tiene seis etapas: 1) ascenso/conquista, 2) comercio, 3) abundancia, 4) intelectualidad, 5) decadencia, y 6) caída. Ver el ensayo de Glubb The Fate of Empires and the Search for Survival, William Blackwood & Sons Ltd, 1976 http://www.newworldeconomics.com/archives/2014/092814_files/TheFateofEmpiresbySirJohnGlubb.pdf

[26] José Antonio Almazán González; “ASPAN: riesgo para México”, en La Jornada, marzo 22 de 2007 http://www.jornada.unam.mx/2007/03/22/index.php?section=opinion&article=026a2pol

[27] Nydia Egremy; “Comando del Norte engulle a México”, en Contralínea, enero de 2007 http://www.contralinea.com.mx/archivo/2007/enero/htm/comando_norte_mexico.htm

[28] Existe, por ejemplo, una correspondencia muy grande entre el territorio de influencia del cartel de los Zetas y el área de mayor interés para Estados Unidos por su riqueza petrolera. Ver Alberto Carral; Neo-protectorado y auto-defensas en México, ALAI, enero 22 de 2014 http://www.alainet.org/pt/node/82560

[29] Luis Pablo Beauregard; Documentan 280 mil desplazados en México por la violencia, en HD Hilo Directo, mayo 15 de 2015 http://hilodirecto.com.mx/documentan-280-mil-desplazados-en-mexico-por-la-violencia/

[30] Russia Today; Ejércitos privados: los grupos de mercenarios más importantes del mundo, junio 29 de 2013 http://actualidad.rt.com/actualidad/view/98695-eeuu-mercenario-ejercito-privado-irak-blackwater

[31] Víctor Hugo Michel; EU impartió 7,678 cursos a militares mexicanos de elite, en Milenio, abril 3 de 2015 http://www.milenio.com/policia/EU-impartio-cursos-militares-mexicanos_0_493150716.html

[32] En octubre de 2011, un informe del gobierno federal dirigido al Senado con motivo del Quinto Informe de Gobierno del entonces presidente Felipe Calderón estimó en 44,200 el número de miembros del Ejército y la Marina que habían desertado hasta ese momento del sexenio. CNN México; Unos 4,500 militares han sido juzgados por deserción, enero 5 de 2014 http://mexico.cnn.com/nacional/2014/01/05/unos-4500-militares-han-sido-juzgados-por-desercion

[33] Carlos Álvarez Acevedo; 10 mil paramilitares combaten ya al crimen organizado en México, dice oficial del ejército de EU, en sinembargo.mx, junio 15 de 2015 http://www.sinembargo.mx/15-06-2015/1376579

[34] El Periódico Internacional; EEUU eliminará 40.000 puestos militares para ajustarse a los recortes, julio 8 de 2015 http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/eeuu-eliminara-40000-puestos-militares-para-reajustarse-los-recortes-4339067