Por Ana María Vázquez
RegeneraciónMx.-Para quien no te quiere bien, nunca nada será suficiente, para quien se niega a ver, los pequeños-grandes cambios que hemos vivido en estos cuatro años son insuficientes. ¿Por qué?, es algo que aún no me explico, en los que han perdido privilegios es más que evidente el fundamento, pero en los que no, resulta inverosímil que no puedan ver avances en un país que en medio de pandemia y guerra ha crecido, se mantiene estable y con inflación controlada; es más… tiene el descaro de crecer. ¿será por eso?
La otra vertiente “crítica” es la de minimizar los logros y maximizar los defectos, como mirando con lupa esos pequeños-grandes detalles en los que se está trabajando y son todavía asignatura pendiente.
Una más, quizá la más peligrosa porque se origina en el “corazón del cambio” son las diversas corrientes que desde el mismo partido lo fragmentan. Es cierto, es un partido joven pero no por ello carente de la experiencia de otros; las bases originales se convirtieron en el firme cimiento del cambio que enarbola la 4T, pero desde fuera se puede vercomo las redes se cimbran con cada nuevo afiliado que 24 horas antes era acérrimo enemigo del cambio y, mágicamente, se ha “convertido” y por ello fuera merecedor de cargos y posición que a los de a pie, la tropa, los llamados despectivamente “volanteros” se les niega con el pretexto de no ser “famosos, populares o no saber gobernar”. Sí, he leído eso en algunas declaraciones. Despreciar a las bases no es la mejor forma de constituir una base firme para el futuro.
Mientras, el terco de palacio sigue soportando los embates, las críticas y humillaciones a sus hijos, su esposa, su propia persona, con la meta fija en dejar los cimientos de un mejor país para todos, incluso para sus enemigos; el presidente ha cerrado bocas pero ha encendido muchas otras que, sin miramientos, fuera de contexto o base sólida, sacan lo peor de sí mismos; quisieran verlo derrotado, fragmentado, pero el continúa con su plan sin detenerse demasiado en mirar a aquellos que ladran. Faltan todavía dos años y es muy poco para la transformación que apenas inicia y que requiere de cuidado y respeto por quien lo suceda.
Si queremos que la transformación continúe, será necesario que tanto el partido como el pueblo marchen al unísono; críticos y enemigos siempre habrá, pero sería deseable que estuvieran fuera del partido y no dentro del mismo. Quien quede, deberá observar escrupulosamente al menos los preceptos básicos de la 4T NO MENTIR, NO ROBAR Y NO TRAICIONAR, con eso será suficiente de arranque, aunque quizá también tú como yo quisieras gritar…¡REELECCIÓN!
¡No te vayas nunca, Andrés Manuel!, el padre de la Nueva Patria.
Sigue a Ana María Vázquez en Twitter como @anamariavazquez