Esta semana se dieron a conocer nuevos detalles de la investigación sobre la desaparición de 43 normalistas en Ayotzinapa, Guerrero. Las conclusiones derrumban la «verdad» que en su momento dio el Estado Mexicano.
Por Melissa Cornejo
RegeneraciónMx, 30 de marzo de 2022.- Si existe una fecha que marca un antes y un después en la vida de los mexicanos, es la noche del 26 de septiembre de 2014, con la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa.
En el tercer informe del caso, presentado por el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI), se dio a conocer nueva información a través de documentos y videos, que exponen la responsabilidad que tuvo la administración anterior en la tragedia que terminó con la vida de los normalistas, y que sumiría en la tristeza y el desconcierto a tantas familias.
Nuevos hallazgos
Entre los datos que se dieron a conocer el pasado lunes, me parece importante destacar los siguientes: los estudiantes de Ayotzinapa eran espiados por militares infiltrados a manera de seguimiento contrainsurgente. Eso nos da a entender que se les trató como criminales antes y después de su asesinato, y que para ello movilizaron órganos del Estado mexicano.
Se manipuló la escena para entorpecer las investigaciones y construir la ‘’verdad histórica’’ que terminaría por proteger a los responsables. Y, por último, debería escandalizarnos la confirmación de que durante los primeros cinco años de búsqueda, varias instituciones entregaban información ‘’contraria a la verdad’’.
Si bien los últimos siete años y seis meses hemos gritado que fue el Estado, los avances en la investigación, además de confirmarlo, nos dan a entender que estamos presenciando el derrumbe de la llamada ‘’verdad histórica’’ que era una burla para el sufrimiento de los familiares, para su incansable lucha, y para su valentía de vivir un duelo público como acto político.
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