Álvaro Sebastián Ramírez y Abraham Ramírez, indígenas zapotecos acusados de pertenecer al EPR, obtuvieron su libertad anticipada después de 19 años y siete meses en prisión. «Nunca pensé en rendirme», declaró Álvaro.
Regeneración, 10 de julio de 2017.- Álvaro Sebastián Ramírez y Abraham Ramírez fueron acusados de participar en el ataque armado que realizó el EPR el 28 de agosto de 1996 en La Crucecita, Huatulco, Oaxaca. Pasaron casi 20 años en prisión. Sólo queda preso Zacarías Pascual García López, recluido en el penal de Miahuatlán.
En rueda de prensa frente al palacio de gobierno de Oaxaca, Sebastián Ramírez resaltó que, “aun en la cárcel, nunca renuncié a la condición política de mis ideas, nunca pensé en rendirme; todo lo contrario, abracé más fuerte mis principios de lucha, porque es la lucha política la que da mayores posibilidades de abrir las puertas de las cárceles y que caigan de verdad los muros de las prisiones”.
“Fui detenido, procesado, juzgado y sentenciado por conductas que no constituyen delito alguno en el contexto específico de la acusación, sin embargo, el Estado mexicano me responsabilizó del delito de homicidio condenándome a 27 años de prisión”, dijo al salir el pasado viernes, alrededor de las 23:00, concluyendo así 19 años con siete meses de reclusión.
Ahora, sostuvo el presunto guerrillero, “he logrado salir de la cárcel mediante un trámite de libertad anticipada”, recurso contemplado en el Código Penal Federal como uno de los beneficios a los que se puede acceder al haber cumplido con las dos terceras partes de la sentencia.
Agradeció al Ejército Zapatista de Liberación Nacional y al Congreso Nacional Indígena su solidaridad y apoyo en las diferentes etapas de los casi 20 años de su encierro, así como el acompañamiento, cartas, libros, solidaridad económica, llamadas telefónicas y actividades de difusión, protesta y denuncia.
“Una cosa es salir de la cárcel y otra muy distinta es la libertad, la libertad no existe aun estando afuera de la cárcel. No es difícil darse cuenta de que los amos del poder y del dinero han convertido al mundo en un gran campo de guerra, encontramos la muerte deambulando por todos lados”, sentenció.
Álvaro Sebastián Ramírez y Abraham Ramírez fueron acusados de participar como guerrilleros en el ataque armado que realizó el EPR el 28 de agosto de 1996 en La Crucecita, Huatulco en las costas de Oaxaca. El único que queda en prisión es Zacarías Pascual García López, recluido en el penal de Miahuatlán.
La irrupción del grupo insurgente abarcó ataques a la base naval, así como a instalaciones militares y de las policías estatal y municipal en Bahías de Huatulco, Tlaxiaco y la capital de Oaxaca, cuyas acciones dejaron un saldo de 16 muertos.
(con información de Proceso)