La contaminación nuclear producida por pruebas nucleares de EU en su propio territorio fue arrastrada hasta territorio mexicano por agua, aire y tierra
Regeneración, 22 de abril de 2017.- La contaminación nuclear producida por ensayos de bombas nucleares estadounidenses fue arrastrada a través de ríos hasta contaminar tierras y alimentos mexicanos.
Así lo descubrieron investigadores del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encabezados por el doctor Epifanio Cruz Zaragoza. Los investigadores llevan 10 años analizando este hecho, según relata el periodista Zósimo Camacho del medio Contralínea.
Se trata de contaminación por Cesio-137 en suelo y presas mexicanas. Estados del norte padecen este tipo de contaminación pero también las entidades del sur han sufrido otro tanto.
La investigación indica que la contaminación no sólo proviene de bombas atómicas sino también de centrales nucleares cercanas a la frontera Estados Unidos – México. Los contaminantes son arrastrados por agua, aire y tierra.
Por ejemplo, el Río Bravo «arrastra grandes cantidades de químicos venenosos, tóxicos y contaminantes radioactivos», indica Cruz Zaragoza. «Desde 1944, con la primera bomba atómica lanzada en Los Álamos, Estados Unidos, hay presencia radioactiva que es contaminante para México y que llega al país por diferentes medios».
El desarrollo de armamento nuclear estadounidense termina contaminando también a los mexicanos. «Los eventos meteorológicos homogeneizan el ambiente del Continente Americano», explicó.
Las investigaciones, apoyadas en parte por el Conacyt, han dejado claro que «el suelo mexicano está contaminado, es una de las cosas que hemos descubierto».
Y, al contaminarse el territorio con material radiactivo, los alimentos quedan impregnados de radiación ionizante, por ende, especialmente en «algunas especias comunes como perejil, ajonjolí, nuez, nuez moscada, orégano, cebolla, chile piquín y canela».