Un grupo de psiquiatras estadounidenses defendió durante una conferencia en la Universidad de Yale (Connecticut, EU) que el presidente Donald Trump sufre «una enfermedad mental peligrosa», informa el diario ‘The independient’
Regeneración, 24 de abril de 2017.- Durante el acto, el psicoterapeuta John Gartner destacó que los especialistas en salud mental tienen «una responsabilidad ética» de advertir a la comunidad sobre el estado mental del líder de su país.
«Peor que ser únicamente mentiroso o narcisista, [Trump] además de ello es paranoide, tiene delirios y megalomanía», opina Gartner, que cree que el presidente estadounidense demostró todo esto cuando dijo que su ceremonia de investidura del pasado 20 de enero tuvo un gran éxito de público. Según el psiquiatra, si Trump «realmente cree que reunió a la mayor cantidad de público de la historia, eso es un pensamiento delirante».
James Gilligan, psiquiatra y profesor de la Universidad de Nueva York, dice estar convencido de la «peligrosidad» del líder estadounidense. Gilligan asegura haber trabajado con «algunas de las personas más peligrosas de nuestra sociedad», en particular, con asesinos y violadores, y ha dirigido programas de salud mental en prisiones del país.
«Puedo reconocer la peligrosidad a una milla. No tienes que ser un experto en peligrosidad o llevar 50 años estudiando el tema como yo para saber cuán peligroso es este hombre [Trump]», opina el psiquiatra.
A principios de este año, Gartner creó una petición en el portal Change.org en la que instaba a la destitución de Trump, alegando que estaba «incapacitado psicológicamente para ejercer las labores de presidente de forma competente».
El psicoterapeuta ruso Serguéi Nurislámov calificó en una entrevista con RT de «ilegítimo» «acusar a una persona de tener trastornos psíquicos, sin contar con un cuadro clínico de tratamiento». Así, cree que es «imposible» proporcionar un diagnóstico de una persona solo porque «actúa de esta u otra manera en determinadas circunstancias».
El psicólogo y analista político Stanislav Byshok ha tachado las declarciones de los especialistas de la conferencia de «no profesionales», ya que solo un médico que trate a un paciente está capacitado para proporcionarle un diagnóstico.
Byshok sostiene que para poder diagnosticar a un paciente, el especialista tiene que «pasar mucho tiempo a solas con la persona en cuestión, comunicarse con ella y llevar a cabo varias pruebas». Por lo tanto, «transmitir conclusiones científicas o paracientíficas en el área política, además de salirse de los límites de sus competencias, es poco profesional», critica.
A finales de la semana pasada, el miembro demócrata de la Cámara de Representantes de EE.UU., Earl Blumenauer, presentó ante el Congreso un proyecto de modificación a la XXV Enmienda de la Constitución, que establece los pasos a seguir dentro del proceso de destitución, renuncia o muerte del presidente en funciones. El diputado demócrata destacó que la propuesta busca resolver un problema existente desde la adopción de esta enmienda hace 50 años y podría aplicarse en caso de una incapacidad mental o emocional del mandatario.
Con información de RT