Max fue llevado a EU para ser atendido por especialistas pero, el can seguía mostrando conductas agresivas con algunas personas.
Regeneración, 18 de octubre de 2017.- El perro pitbull llamado Max, acusado de atacar y causar la muerte de un menor en Saltillo, Coahuila el pasado diciembre, fue sacrificado en California, Estados Unidos.
En diciembre de 2016, Iker, de 3 años estaba jugando en la calle cuando el perro lo atacó y lo dejó gravemente herido. Estuvo una semana en hospitalización hasta que fue declarado con muerte cerebral y falleció.
En tanto, Max, fue puesto a disposición de elementos de la procuraduría de justicia local y encerrado en un centro antirrábico.
Luego de más de 50 días, la Procuraduría General de Justicia de Coahuila informó a El Universal que se le tonificó a la Secretaría de Salud que el perro se había entregado en custodia temporal a la Raúl Julia Levy Foundation, en Malibú, California, donde especialistas en comportamiento animal lo rehabilitarían.
Desde que llegó a sus manos, el activista Raúl Julia Levy creyó firmemente que Max no era el culpable de la muerte de Iker pues dijo que no existían pruebas determinantes de que él fuera el atacante.
Pero, aunque Max fue atendido por especialistas, se registraron varios ataques en la fundación. Uno contra una empleada y luego contra la entonces esposa del activista, Tracie Sorrentini, a quien Max atacó en la cintura y el tobillo.
En entrevista con El Universal, el activista dijo que Máx sí tenía algunas conductas agresivas como morder trapeadores, esto luego de que fue maltratado en el antirrábico de Saltillo.
Raúl Julia Leyva comentó en redes sociales que el 5 de abril, fue la fecha en que Max atacó a Tracie: “La atacó afuera mientras yo caminaba y mi esposa se me acercó para decirme algo, Max reaccionó y la mordió en la cintura y el tobillo, de inmediato ella ordenó que le hablaran a la policía y la perrera, se llevaron a mi Max (…) hace cuatro meses nos divorciamos», dijo.
Aunque Leyva inició una defensa legal para salvar por segunda vez a Max; éste fue sacrificado hace aproximadamente 15 días, sin que él pudiera apelar la decisión pues su exesposa era la única que podía otorgar el perdón al animal, y no lo hizo.
«Mi Max no fue un simple perro, fue un héroe, un ser que vivirá en mi corazón por el resto de mis días y así lo voy a recordar. Luché hasta las últimas consecuencias para salvarlo y no pude, perdóname mi pequeño», escribió en redes sociales.
Con información de El Universal
Con información de El Universal