Se pueden instalar refinerías más rápido en México

La estrategia para instalar refinerías en México podría seguir el ejemplo de Rusia, donde la instalación de varias refinerías pequeñas, contribuyó a la suficiencia energética.

 

Por Antonio Gershenson| La Jornada

Regeneración, 10 de junio de 2018.- Desde hace unos años se ha hablado públicamente de la posibilidad de construir o instalar refinerías en México con más rapidez. En lugar de una grande como se había hecho ya, se planteaban varias más chicas, pero con una tecnología que permitiría su instalación en bastante menos tiempo.

Las refinerías en nuestra nación se habían instalado en alrededor de siete años, y hubo un caso excepcional que, con el paso de un sexenio al siguiente, se tardó 10. En los primeros años del actual sexenio, se habló públicamente de una asociación entre empresas privadas estadounidenses y mexicanas para la instalación, en lugar de una refinería mayor, de seis menores, llamadas refinerías modulares.

La tecnología era de Houston, Texas, e iría sustituyendo gradualmente a las refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex), las cuales han estado siendo reducidas al grado de que se importa ya la mitad de la gasolina que se requiere en el país (información, Milenio, 11/12/2016 y El Economista, Luis Carriles González, intitulado Consorcio de México y EU constituiría seis refinerías privadas, 14/6/2015).

Por lo visto, les gusta la importación creciente, y ya no se hizo esa construcción que se había planteado. Se ha pensado también que los altos funcionarios prefieren que aumente la importación del combustible, porque ellos obtienen algún beneficio. Algunos lo calificaron como “mordida”. Hace unos años llamó la atención que el precio de gasolina importada fuera más barato en Brasil que acá, cuando nosotros estamos en la mera frontera con el país exportador.

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Se ha planteado de nuevo la instalación, ya por Pemex, de otras refinerías, y una rehabilitación de las existentes. Sería en el siguiente sexenio, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.

Ya hemos hablado de la experiencia de gobierno del entonces Distrito Federal, en el que se construyeron, por ejemplo, dos hospitales, en un lapso de cuatro meses cada uno, cuando en instalaciones de la federación de la misma proporción se tardaban dos años. Para las refinerías, deberían emplearse las técnicas modernas que permiten que se hagan en bastante menos tiempo que los anteriores siete años.

Vamos a citar un ejemplo que no es de Houston, sino de Rusia. También son refinerías modulares, y se realizaría la construcción de las mayores en seis o siete años, con un posible mayor número de unidades y en menor tiempo.

Existe una entidad rusa, que labora también en México, “Inveninm-Refinerías Modulares”, que trabaja con una red de entidades petroleras de aquel país. Define la refinería modular con los siguientes cuatro párrafos, que repetimos textualmente:

-Son unidades de refinación que procesan crudos ligeros y pesados a un bajo costo.

-Fueron creadas para ser totalmente autónomas, capaces de producir principalmente diésel y gasolinas, para satisfacer necesidades de autoconsumo o de consumo masivo. Su construcción y puesta en operación es muy rápida.

-Se cuenta con varios tamaños de acuerdo con los requerimientos de los clientes y pueden generar desde un millón 500 mil hasta 60 millones de litros mensuales de derivados.

-Las refinerías modulares de tecnología rusa son equipos simples, de fácil operación, que se fabrican bajo la norma 3, 4, 5 Europea de Seguridad Ambiental, tan exigentes como las normas de Estados Unidos y México, sumando a su favor un costo de proyecto y construcción muy inferiores a los sistemas alternos presentados por empresas estadunidenses y europeas.

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Esto nos da una idea de esta alternativa, que va más allá que las experiencias mencionadas antes, de apenas hace unos años. Los autores de estos cuatro párrafos califican a este proceso como “El futuro de la refinación en México”.

Los tamaños ofrecidos equivalen aproximadamente a 280 mil y 11 millones 300 mil barriles diarios.

En relación con las frustradas experiencias anteriores, hay otras ventajas. Por ejemplo, se pueden analizar las diferentes relaciones entre tamaños y tiempos de elaboración, y elegir la mejor combinación para México.

Creo que este camino se puede empezar a recorrer. Ya hablamos de la experiencia de Poza Rica, ciudad petrolera ya liberada a partir de la pasada elección regional, por el equivalente de tres votos contra uno. También se ha planteado allí la necesidad de una nueva refinería, como parte de la necesaria recuperación del petróleo y sus industrias.

Ya ocurrió en esa ciudad, la semana pasada, una reunión de varias organizaciones relacionadas con el petróleo, que llegó a acuerdos comunes importantes, en defensa de Pemex y su desarrollo.