En México, sólo uno de cada seis niños, niñas y adolescentes vive en un estado de bienestar.
Regeneración, 30 de abril 2014.-En México hay 40 millones de mexicanos menores de 17 años, de los cuales más de la mitad, 21.2 millones (equivalente a 53.8 por ciento) se encuentran en pobreza y de éstos, 4.7 millones (12.1 por ciento) sufren pobreza extrema, 6.4 millones (16.4 por ciento) no es pobre ni enfrenta ninguna situación de vulnerabilidad, 22.4 por ciento (8.8 millones) se ubica en condiciones de vulnerabilidad por carencias sociales y 7.5 por ciento (2.9 millones) es vulnerable por ingreso.
El diario La Jornada publica el reporte ejecutivo Pobreza y derechos sociales de niños, niñas y adolescentes en México 2010-2012, elaborado de manera conjunta por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que se presentó la mañana de ayer en víspera de que se celebre este 30 de abril el Día del Niño en el país.
El informe refiere de acuerdo con el Banco Mundial, que aun cuando la economía mexicana registró un crecimiento anual promedio de 4.3 por ciento entre 2010 y 2012, éste no se vio reflejado en una disminución en los niveles de pobreza entre la población de cero a 17 años.
Isabel Crowley, representante del Unicef en México, subrayó que la pobreza que afecta a este sector de la población debe ser atendida de manera urgente, pues de no hacerlo este flagelo se podría volver permanente para estos menores.
En el informe se advierte que la pobreza no sólo es escasez o insuficiencia de ingresos, sino que se deben considerar otras dimensiones relacionadas con la carencia, como el rezago educativo; el acceso a los servicios de salud, a la seguridad social y a la alimentación; la calidad y espacios de la vivienda, y el acceso a servicios básicos en el hogar.
En ese sentido, explicó Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Coneval, la medición de pobreza –que se usó para este reporte– señala que en territorio nacional son pobres las personas que tienen de una a tres carencias sociales y un ingreso bajo, y se ubican como pobres extremos quienes tienen un reducido ingreso y de tres a seis carencias.
Los datos del informe arrojan que el nivel de miseria es mayor entre los niños y adolescentes que en la población en su conjunto. Mientras la pobreza nacional se ubica en 45.5 por ciento, y de éstos 9.8 por ciento están en pobreza extrema; entre los menores de 17 años las cifras son 53.8 por ciento en pobreza y 12.1 en pobreza extrema. Uno de los casos más trágicos es el de los menores de las comunidades indígenas, pues casi ocho de cada 10 (78.5 por ciento) padece condiciones de pobreza, y uno de cada tres de ellos vive en pobreza extrema.
Además, 93.5 por ciento del total de niños y adolescentes indígenas tienen una o más carencias sociales, 80.8 por ciento de ellos es parte de hogares donde el ingreso per cápita es inferior a la línea de bienestar, y 48.5 por ciento, de hogares con ingresos en la línea de bienestar mínimo.
Los datos arrojan que entre más pequeños, más son las condiciones de vulnerabilidad. La edad más crítica es del nacimiento al año de edad, pues 54.6 por ciento de ellos tienen una situación de pobreza, mientras de los de 12 a los 17 años el porcentaje en esa condición es de 50.1. También fueron los menores de un año los que presentaron mayores niveles de carencia a los servicios de salud (27.5 por ciento), en tanto que en otros grupos de la población infantil y adolescente los puntos porcentuales en este tópico fueron menores a 20. En términos generales, uno de cada cinco no tiene acceso a la salud.
Información: La Jornada