EE.UU: Cóctel de políticas migratorias hostiles y un discurso político polarizante. Visitantes internacionales se alejan. Cifras no mienten
Regeneración, 3 de septiembre de 2025. La industria turística de Estados Unidos está en crisis. Las promesas de una economía pujante se desvanecen.
La causa es un cóctel de políticas migratorias hostiles y un discurso político polarizante. Los visitantes internacionales se alejan. Las cifras no mienten.
Las políticas de Trump han generado menos interés de los extranjeros por viajar a EE.UU.
La «Herida»
Empresarios como Joe Koenen, de Seattle Free Walking Tours, ven el desastre de primera mano.
Sus ingresos se desplomaron. Koenen afirma haber tenido un 30% menos de clientes.
Ha tenido que usar sus ahorros para mantener el negocio a flote.
¿La razón? Turistas, especialmente canadienses, cancelan explícitamente por las políticas y el comportamiento del presidente Donald Trump.
La misma historia se repite en todo el país. John Brink, de Tasty Tours en Seattle, ha visto una caída del 50% en su clientela canadiense.
Este boicot es una respuesta directa a las fake news y comentarios despectivos del presidente sobre Canadá.
Incluso en Los Ángeles, Adam Duford, dueño de Surf City Tours, ha visto sus ingresos caer un 49%.
Los incendios y la desinformación en redes sociales, junto con la percepción de una ciudad en caos por las redadas de inmigración, ahuyentaron a los visitantes.
Cifras
La perspectiva es sombría. La empresa de análisis Tourism Economics ha revisado sus proyecciones a la baja.
En 2025, esperan una caída del 8.2% en las llegadas internacionales. Esto representa un drástico cambio desde la proyección inicial de un crecimiento del 9%.
Los canadienses, que representan el 28% del total de llegadas internacionales, son los que más han bajado, con una reducción del 25% de enero a julio de 2025.
El World Travel and Tourism Council (WTTC), una organización global de promoción turística, proyecta que EE.UU perderá 12,500 millones de dólares en gasto de visitantes internacionales este año.

Es el único país de 184 economías analizadas que verá un descenso.
El reporte del WTTC destaca que el gasto de los visitantes internacionales a EE.UU, caerá a poco menos de 169 mil millones de dólares, una disminución del 22.5% en comparación con 2024.
La recuperación post-pandemia se retrasa. El turismo internacional a EE.UU. no regresará a los niveles de 2019 hasta 2029, tres años después de lo previsto.
Voces de Desaprobación
Funcionarios y expertos alzan la voz. Julia Simpson, presidenta y directora ejecutiva del WTTC, ha sido implacable:
“Mientras otros países despliegan la alfombra de bienvenida, el Gobierno de EE.UU. está poniendo el cartel de ‘cerrado’…”.
La situación ha llevado a una reducción de vuelos.
La empresa de análisis de aviación Cirium reporta alrededor de 90,200 asientos de avión menos disponibles para viajar de Canadá a EE.UU. en el segundo trimestre de este año.
Michael Woody, director de Estrategia de Visit Seattle, resume el sentir de muchos:
“Lo que vemos como nuestra oportunidad es simplemente estar listos para dar la bienvenida a nuestros amigos de Canadá cuando sea el momento adecuado. Todavía no es el momento”.
Una supuesta oportunidad. La Copa Mundial de la FIFA 2026. Michael Woody, de Visit Seattle, confía en un rebote.

Su equipo colaborará con Destination Vancouver. Se espera que la cercanía geográfica y el calendario de partidos incrementen el flujo de espectadores. Hoy todo parece ser una apuesta incierta.
Fronteras EE.UU
La decepción no es solo de los vecinos canadienses. Rob Hawkins, un británico, canceló un viaje de 20 días a EE.UU. para ir a Corea del Sur y Japón.
Desalienta la presencia de la Guardia Nacional en Los Ángeles y Washington D.C. en respuesta a las redadas de inmigración. Las redes sociales expresan de decisiones similares.
Los viajeros canadienses lo demuestran. Optan por México, el Caribe y Europa. La decepción va más allá de las fronteras.
En primavera Didier Arino, director de la consultora de viajes Protourisme en Francia, califica la situación de «inaudita». Nunca se había visto un cambio tan radical en una situación de paz.
La imagen de EE.UU. «ha recibido un duro golpe». Los expertos atribuyen esto a los aranceles, la represión migratoria y las reiteradas críticas del presidente.

Los daños económicos son evidentes. La pérdida de confianza en el gobierno de Trump tiene un costo muy real. Es una herida abierta que sangra dólares y reputación.
Y el pronóstico de una recuperación total no es alentador.













