Mexicanas realizan labores con valor de 60 mil millones cada día, el 66.7% no es remunerado. Mujeres ganan entre 16% y 44% menos, indígenas mucho menos
Regeneración, 7 de marzo del 2020. Mexicanas en un solo día realizan labores con un valor aproximado de 60 mil millones de pesos; de lo cual, únicamente el 33.3% es remunerado y el 66.7% no es remunerado.
Esto, según un estudio realizado por el Observatorio Internacional de Salarios Dignos (OISAD) en la Universidad La Salle.
El estudio en colaboración con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
“con base en los costos de mercado, se trató de aproximar cuánto valdría el trabajo cotidiano que realizan las mujeres…»
«…, si tuviéramos que contratar a una persona para llevarlo a cabo; sin embargo…»
«…, cabe aclarar que muchas actividades son invaluables”.
Lo anterior expresó en entrevista para Finerio, Carlos Alberto Jiménez Bandala, investigador de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
Finerio es una sección de Dinero en Imagen, que recuerda que las mexicanas de 12 años y más destinan, en promedio, 48.55 horas a la semana a realizar trabajo no remunerado.
Mientras que los hombres sólo destinan a este tipo de actividades 19.57 horas semanales, de acuerdo con datos de la Encuesta Intercensal 2015, realizada por el Inegi.
Tan solo en preparar y servir alimentos para la familia, las mujeres invierten poco más de 9 horas; mientras que los hombres, dedican poco más de 1 hora y media ¡a la semana!
En limpiar, lavar o planchar ropa ellas dedican 7 horas con 47 minutos a la semana, y ellos solo 1 hora con 37 minutos. Cuando lo justo sería que esto se repartiera al 50%.
Lo anterior conforme el portal que también aborda el problema de la brecha salarial.
«…, las mujeres, haciendo las mismas actividades que los hombres, llegan a ganar entre 16% menos en estados como Nuevo León».
Y «hasta 44% menos en estados como Oaxaca y Chiapas».
Lo que se subraya es «pero en mujeres indígenas la brecha se amplía aún más».
“La mayoría de las mujeres están ocupadas en el sector terciario y en puestos subordinados», se explica.
Es decir, hay muy pocas mujeres mexicanas empleadoras, muy pocas trabajadores de cuenta propia, y sin contar con las que están trabajando sin remuneración.
Finerio explica que por ejemplo, las esposas o las hijas que apoyan en el negocio familiar, pero que no les pagan”, afirmó el investigador Jiménez Bandala.
La paridad de género empieza en la casa
Pero, entonces ¿cómo podemos revertir esta situación en el que la mujeres dedican tanto tiempo a la tareas del hogar que no son pagadas?
En primera instancia, de manera práctica, pero a largo plazo, debemos empezar por la educación en casa, señala el portal.
Si las mujeres y los hombres participarán de igual manera en tareas del hogar, ambos y, sobre todo las mujeres, tendrán tiempo suficiente para desarrollarse en su vida profesional, se observa.
Lo que resultaría en que tendrían sus propios ingresos y, por lo tanto, la seguridad de abandonar un entorno violento.
Así como la autonomía para hacer lo que deseen, sin depender de nadie más, solo por mencionar algunos beneficios.
Finalmente se remarcan políticas públicas necesarias como contar con una Política de igualdad laboral.
Así com de no discriminación en el centro de trabajo o equivalente, así como con una plan de acción.
Además garantizar la igualdad salarial y otorgamiento de prestaciones y compensaciones al personal.
Por otra parte se insiste en la integración de la plantilla de personal con al menos el 40% de un mismo sexo.
Así mismo , la existencia de un 40% de mujeres mexicanas en los puestos directivos.
Incluso, utilizar lenguaje incluyente, no sexista y accesible.
Se precisa la necesidad de un Programa anual de formación, capacitación, adiestramiento en igualdad laboral y no discriminación.
Se subraya, además, la importancia de realizar acciones para la corresponsabilidad en la vida laboral, familiar y personal con igualdad de oportunidades.
Otra de las medidas que se mencionan son los mecanismos y regulaciones para prevenir, atender y sancionar las prácticas de discriminación y violencia laboral.
Por otra parte, se debería fortalecer el sistema penal acusatorio, con policías y jueces sensibles al tema de género mediante capacitación continua.
Y, finalmente se subraya la importancia de contar con un protocolo de atención rápida y eficiente en ministerios públicos.
Mimos que incluyan métodos de investigación para recabar, de manera oportuna, las evidencias de un delito en contra de las mexicanas.