Mano dura de Daniel Ortega contra sandinistas incorruptibles, sindicalistas, jóvenes o mujeres que abortan, ahora se lanza contra la iglesia de Nicaragua
Regeneración, 13 de agosto de 2022. La descomposición de la dictadura de la pareja presidencial, es decir Daniel Ortega y Rosario Murillo, profundiza la crisis institucional y económica de Nicaragua.
Daniel Ortega no ha dudado en reprimir la movilización social así como encarcelar opositores, comenzando por militantes del Frente Sandinista.
De hecho dirigentes históricos de la lucha sandinista en contra de la dictadura de los Somoza se encuentran en el exilio, o perseguidos o encarcelados.
Así a principios de este años, murió en una cárcel de Nicaragua el guerrillero que liberó a Daniel Ortega en 1974 cuando estaba preso.
Y es que el genera Hugo Torres era un mito del sandinismo y partícipe de las acciones más osadas que permitieron en 1979 la caída de la dictadura de Somoza.
O, como el caso de la también mítica Comandante Dora María Téllez, orgullo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Cabe destacar que Téllez fue condenada por conspiración por la dictadura de Ortega y recluida en las mismas cárceles de Somoza.
E incluso, se denuncian torturas y malos tratos lo mismo a los presos políticos, es decir, candidatos presidenciales, los sandinistas leales e incorruptibles o mujeres que abortan.
Iglesia
Así, por ejemplo en la norteña ciudad de Matagalpa, Nicaragua; las principales calles de la ciudad están tomadas por policías con armas de guerra y agentes antimotines.
Además, patrullas bloquean los accesos a la Curia Episcopal, donde están cercados desde hace 10 días un obispo, cinco sacerdotes, dos seminaristas, dos camarógrafos y corista de cantos religiosos.
Incluso, los portales detallan que adentro, la comida y las medicinas han comenzado a escasear y la Policía ha impedido que los sitiados sean reabastecidos.
Matón
Por otra parte, se sabe que al frente del operativo está el general Ramón Avellán, a quien el gobierno de Estados Unidos responsabiliza del asesinato de al menos 107 opositores.
Y es que el régimen de Daniel Ortega ordenó una investigación contra monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa.
Sin embargo, como ya es común, monseñor es acusado por oponerse a la violencia de Ortega-Murillo, pero se le acusa de “organizar grupos violentos».
-«…, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad».
Esto, con el propósito «de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”.
-“Las personas investigadas se mantendrán en sus casas”, sentencia la Policía estableciendo un arresto domiciliar que según los juristas está fuera de sus facultades.
Ofensiva
Asimismo, portales narran que la actual ofensiva del régimen comenzó el lunes 1 de agosto cuando se ordenó el cierre de ocho emisoras católicas del departamento de Matagalpa.
Además, un grupo de policías se presentó en la parroquia de Sébaco, con la intención de incautar el equipo de la radio que funcionaba ahí.
Así, los feligreses acuerparon al párroco Uriel Vallejos, quien se vio obligado a refugiarse en la casa cural donde permaneció recluido durante 72.
Finalmente, tras una negociación donde se comprometió a abandonar el país, informaron medios locales.
Misa
Simultáneamente, otro contingente de policías se desplegó en los alrededores de la Curia Episcopal de Matagalpa, donde vive el obispo Rolando Álvarez.
Sin embargo, la mañana del jueves 4 de agosto, desafiando el cerco policial, monseñor Álvarez salió con la imagen de Jesús Sacramentado a la calle.
Así, oró, cantó y quiso abrazar a los policías que lo mantienen cercado.
Y es que el cerco contra la Curia Episcopal donde permanece Álvarez y otros 10 religiosos se inscribe en una nueva ofensiva que el régimen de Daniel Ortega.
Esto contra la iglesia Católica de Nicaragua, a la cual acusa de dirigir la rebelión ciudadana que se produjo en 2018, que la dictadura de Ortega denomina “intento de golpe de Estado”.
Según la investigadora nicaragüense Marta Molina, desde el 2018 hasta la fecha se han producido más de 250 agresiones.
Esto es, golpizas, quemas de templos, ataques a templos con armas de fuego, asedio, y encarcelamiento de dos sacerdotes, entre otras.
Fuerza
Por otra parte, unas 60 organizaciones nicaragüenses en el exilio escribieron al Papa Francisco pidiéndole que se pronuncie sobre la persecución que sufre su iglesia en Nicaragua.
-“Nicaragua es un país pequeño y empobrecido, pero somos un pueblo que solo quiere vivir en paz y libertad«, señalan los exiliados.
Y agregan en su mensaje: «Su Santidad Francisco, por todo lo anterior y todo el dolor vivido en Nicaragua, le rogamos, le imploramos: ‘No nos dejen solos’».
–«No nos dejen solos en estos momentos. Escuchen nuestra palabra”, dice la carta.
Pero, la respuesta no llega.
No
Por otra parte, extraoficialmente se dice que el régimen estaría dándole al Vaticano la alternativa de que el obispo Álvarez abandone el país para no ser encarcelado.
-“No me voy de mi patria”, habría respondido Álvarez, según el periodista especializado en temas católicos, Emiliano Chamorro, director del portal Portavoz Ciudadano.
Y, finalmente la policía de Nicaragua emitió citaciones judiciales a los ciudadanos que han manifestado su apoyo al obispo cercado, amenazándolos con cárcel si siguen pronunciándose.
Además prohibió las procesiones religiosas según informó en un comunicado la Arquidiócesis de Managua y en declaraciones independientes sacerdotes de otras parroquias.