AMLO, Nación  y Soberanía energética

José Antonio Almazán, analiza la importancia del programa energético de AMLO y postula el derecho a la energía eléctrica como un derecho humano

Por José Antonio Almazán González

Regeneración, 19 de abril del 2018. Odiada por la oligarquía y denostada por la derecha en México, durante décadas (petróleo y electricidad) fueron las guirnaldas que adornaron los discursos oficiales del 18 de marzo y del 27 de septiembre.

Sin embargo, con el inicio de la privatización del petróleo y la electricidad, Nación y Soberanía energética se fueron convirtiendo en palabras malditas; asociandolas despectivamente al populismo, con el que los candidatos de la oligarquía descalifican cualquier propuesta que implique acciones en beneficio del pueblo y en defensa de la soberanía nacional.

Tal es el caso de las recientes declaraciones de José Antonio Meade candidato del PRI-PVEM-NA quién, frente a la propuesta integral de Andrés Manuel López Obrador de congelar durante 3 años el precio de las gasolinas, del gas y la electricidad responde que es una mala idea, pues con la reforma energética, según él,  los hidrocarburos están ahora sujetos a la ley de la oferta y la demanda.

Para no quedarse atrás,  Ricardo Anaya candidato del PAN-PRD y MC, quien como diputado del PAN y presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados desempeño un papel destacado en la privatización energética, ahora se dedica a plagiar propuestas, ofreciendo reducir el precio de la gasolina , pero solo en la frontera con USA.

Pero más allá de sus ocurrencias, tanto Anaya como Meade a quienes la opinión pública califica como “padres del gasolinazo“ coinciden en el fondo: ambos avalan la contrarreforma energética.

Sin tapujo alguno y ante la poderosa American Chamber de México el candidato del PANRDMC señaló “Es absolutamente falso que la reforma energética entregue los hidrocarburos a los particulares y a los extranjeros.

El petróleo y el gas siguen siendo propiedad del Estado Mexicano, simplemente unimos fuerzas Gobierno-Iniciativa Privada para poder maximizar la renta petrolera, la renta de los hidrocarburos en beneficio de la población mexicana”.

Por su parte el cada vez más rezagado José Antonio Meade afirmó “lo que nosotros deberíamos buscar en el sector energético y otros, es más capital, más tecnología, más certeza, porque con cargo a ello habrá más empleo, más crecimiento y más inclusión“ , “Apostando a la participación cada vez más amplia del sector privado nacional y extranjero…“

Expulsadas del diccionario político de la oligarquía, el único que mantiene estos conceptos en la formulación de un Proyecto de Nación con libertad, justicia y democracia, es Andrés Manuel López Obrador.

Como puede leerse en su Proyecto de Nación 2018-2024, recupera aspectos esenciales en la conceptualización de la soberanía energética:  Reestableciendo el papel del estado como “promotor del desarrollo político, económico y social del país“;y “recuperando la soberanía energética, que consiste en la capacidad del Estado mexicano de garantizar -por medio de los organismos públicos, las empresas de capital nacional, así como de la ciencia, la tecnología y la ingeniería nacional- las necesidades energéticas de la población.“

A lo largo de sus 461 páginas el Proyecto de Nación 2018-2024, pero particularmente en su capítulo sobre la energía MORENA desarrolla de manera sistemática el tema de Nación y Soberanía Energética desde “una perspectiva integral del sector energético – industrial, en el que se incluya la explotación y la transformación de hidrocarburos, la generación y distribución de electricidad, la utilización de todas las fuentes de energía renovables y no renovables; además de revertir la tendencia de dispersión, privatización, extranjerización y dependencia que se ha observado en los últimos tres años.“

Desde la óptica del nacionalismo democrático de MORENA y AMLO el abanico de propuestas es muy amplio, para: Incrementar la capacidad de refinación, reconvertir las refinerías existentes y construyendo dos refinerías más. Reactivar la petroquímica.

Fortalecer los presupuestos de inversión de Pemex y CFE con recursos propios. “Aumentar la generación hidroeléctrica, para reducir el uso del gas natural y, por medio de esta generación económica, reducir las tarifas eléctricas de los usuarios domésticos de bajo consumo“.

“Limitar las licitaciones de los ciclos combinados PIE ́s con base a Gas Natural y elaborar una nueva prospectiva… para el desarrollo sostenible de nueva generación hidroeléctrica.““Democratizar la política energética, respetar las decisiones de las comunidades y propiciar el fortalecimiento del sindicalismo independiente.“

Como todo proyecto el de MORENA y de AMLO es susceptible de ser enriquecido recogiendo sentidas demandas populares.

Un ejemplo relevante son las tarifas eléctricas domésticas que se han convertido en un flagelo que afecta a millones de hogares mexicanos, para quienes la electricidad se ha convertido una mercancía de lujo y frente al cual reclaman el reconocimiento del derecho a la energía como un derecho humano básico, una tarifa eléctrica justa y el borrón y cuenta nueva, ante los cobros desorbitados de CFE.

Pero también restableciendo la función de las  tarifas industriales y sobre todo las agrícolas para reactivar y promover un desarrollo industrial y  sobre todo garantizar la soberanía alimentaria.

En el actual contexto mundial, — marcado por la declinación del petróleo, las guerras regionales para asegurar su control y la búsqueda de fuentes alternativas de energía —  resulta impensable un proyecto de nación que no contemple recuperar la soberanía energética vulnerada.

No solo desde el ángulo de la reapropiación de la renta petrolera, sino también del uso racional y productivo de los múltiples derivados del petróleo y sus cadenas productivas; así como la recuperación de la exclusividad nacional en la prestación del servicio público y su utilización como una poderosa  palanca de desarrollo económico y social.

Por fortuna el proyecto de MORENA encuentra firme sustento en los primeros párrafos del artículo 27 constitucional, pese a la labor destructiva de los privatizadores, ustedes ya saben quienes.