Madero llega al poder un año después de reelección de Porfírio Díaz. Su victoria fue símbolo de la lucha revolucionaria que continuó durante años siguientes
Regeneración, 15 de octubre de 2019. En 1911 se celebran las elecciones para la Presidencia de la República en las que el candidato Francisco I. Madero triunfa.
Las elecciones extraordinarias de México de 1911 se llevaron a cabo en dos jornadas, las elecciones primarias el 1 de octubre y las elecciones secundarias el 15 de octubre de 1911, en ellas se eligieron los siguientes cargos de elección popular:
Presidente de México, Jefe de Estado y de Gobierno, electo por un periodo de seis años y por primera vez desde 1880 no reelegible bajo ninguna circunstancia.
Para culminar el periodo 1910 – 1916 y del que tomaría posesión el 6 de noviembre de 1911. El candidato electo fue Francisco I. Madero.
Además de Vicepresidente de México, sustituto constitucional del Presidente, electo para su mismo periodo. El candidato electo fue José María Pino Suárez.
Elección presidencial
Este proceso electoral se llevó a cabo como resultado de los Tratados de Ciudad Juárez, que reconocían la victoria de la revolución maderista
A cambio Francisco I. Madero aceptaba la no interrupción del orden constitucional, permitiendo por lo tanto que el sucesor de Díaz en la presidencia de forma interina fuera Francisco León de la Barra.
Las elecciones primarias en las que todos los ciudadanos habilitados para votar eran los varones que tenían 18 años de edad si eran casados ó 21 si eran solteros.
Además debían tener un modo honesto de vivir, sabían leer y escribir y tenían bienes, y en ellas elegían a un elector por cada 500 ciudadanos.
Esto daba como resultado 27.000 electores que posteriormente en las elecciones secundarias eran los que votaban directamente por los candidatos a los puestos de elección popular.
A menos de un año de ser proclamada la Revolución Mexicana, el 15 de octubre de 1911 se celebraron elecciones extraordinarias para elegir al nuevo presidente.
Anteriormente, el 10 de julio de 1910, el general Porfirio Díaz Mori se reelegía para ejercer su octavo mandato en la Presidencia de la República.
Con Madero en prisión, acusado por un conflicto agrario que ocultaba la verdadera razón de su cautiverio.
Pocas semanas más tarde, Madero era liberado bajo fianza y en septiembre cruzaba la frontera para instalarse en San Antonio, Texas, desde donde ideó y definió su eje de lucha.
Once meses después de batalla revolucionaria, el 15 de octubre de 1911 llegó el día esperado por miles de votantes.
Durante la jornada electoral en la Ciudad de México no se registraron incidentes.
Fue notorio el orden y la limpieza en el proceso.
Alrededor de las 18:00 horas, llegó a su fin la jornada.
Luego del conteo de votos, se estimó en 18,826 el número de votantes que acudieron al llamado de elección, el 69.73% del padrón registrado
La fórmula Madero-Pino Suárez arrasó en la mayoría del territorio nacional además de la capital.
En cada padrón electoral hubo estruendosas ovaciones al comprobarse que Madero había resultado triunfante y sería el próximo presidente de México.
Su victoria fue símbolo de éxito para la lucha revolucionaria que se desarrollaría durante nueve años más a lo largo del país.
No obstante, El 22 de febrero de 1913, el general Victoriano Huerta traicionaría al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suárez, dando la orden de que fueran asesinados detrás de la Penitenciaría de Lecumberri.
Baja letalidad, heridos y detenidos son la constante: Defensa https://t.co/dt0p7Y6GTC
— Regeneración (@RegeneracionMx) October 15, 2019