Roger Waters manda a la chin… a Mark Zuckerberg

La carta fue enviada por el dueño de la plataforma Mark Zuckerberg y le ofreció una gran cantidad de dinero a lo que él respondió “vete a la chingada”

Regeneración 12 junio 2021. El músico Roger Waters participó en una acto por la libertad de Julian Assange y contó que le ofrecieron una gran cantidad de dinero por permitir el uso de Another brick in the wall para promover Instagram.

Waters contó que recibió un folder previo al evento y al abrirlo se dio cuenta que era una solicitud para tener el derecho de usar su canción Another brick in the wall II en la producción de una película para promover Instagram.

La carta fue enviada por el dueño de la plataforma Mark Zuckerberg y le ofreció una gran cantidad de dinero a lo que él respondió “vete a la chingada”.

Dijo que de ninguna manera haría algo así pues el tiene esta idea de controlar todo. Pero no es así pues él tiene el control de sus canciones.

“No seré parte de esta pendejada de Zuckerberg”, señaló el músico.

Agregó que el sentimiento de la canción aún esta vigente y tiene que ver con el control y la quieren usar para hacerse aun mas grandes y poderosos al censurar a todos como lo han hecho con Julian Assange.

Reveló que en su nuevo concierto Zuckerberg aparece sentado y un piensa “¿cómo fue que este pendejo obtuvo poder”.

Cabe destacar que Waters también hizo un llamado para el presidente de Estados Unidos Joe Biden y su administración para que retiren los cargos contra Assange.

https://twitter.com/lajornadaonline/status/1403582839145353216?s=08

¿Quién es Julian Assange?

Julian Assange está acusado de delitos de espionaje e intromisión informática tras la filtración de documentos militares confidenciales sobre la intervención de Washington en Irak y Afganistán.

En mayo pasado, Estados Unidos pidió al Reino Unido su extradición por espionaje y conspiración por las publicaciones realizadas en su portal WikiLeaks.

Debido a estos delitos, Assange podría alcanzar una pena potencial de 175 años de cárcel.

El australiano ha pasado los últimos diez años confinado bajo arresto domiciliario y después refugiado en la embajada de Ecuador en Londres