Hay agrupaciones que quedaron grabadas con letras de oro en la historia de la música popular, pero también solistas que, sin duda, causaron gran impacto, como…
Por Miguel Martín Felipe
RegeneraciónMx, 8 de agosto de 2022.- Una de las principales características de la música popular es la de contar con grandes agrupaciones que se convirtieron en referentes mundiales y pasaron a la historia como una sola unidad. Sin embargo, destacan también aquellos nombres propios que se mantuvieron como sello distintivo de su obra y pasaron a través de las décadas con bandas de apoyo y siempre con la composición y la ejecución como principal bandera. A continuación, hablaré de seis héroes de la música popular, seis de los solistas con mayor impacto en la historia. Algunos de ellos siguen activos.
Bob Dylan
Nacido como Robert Allen Zimmerman en Duluth Minnesota en 1941, ha sido un emblema no solo del folk, el rock e incluso el góspel, sino también del arte en general, pues su obtención del premio Nobel de literatura en 2016 terminó por afianzar a la lírica como un género literario en sí mismo. Y es que ha sido éste su principal legado reconocido ampliamente por su profundidad y armonía en composiciones de muy bajo grado de complejidad, pero con una efectividad incontestable. Dylan se erige como un símbolo del siglo XX a través de himnos como Like a rolling stone, Jokerman o All along the watchtower.
Pese a que su ejecución en la guitarra y -especialmente- su voz no son lo más destacado, Bob Dylan ha sabido trascender a lo largo de las décadas, incluso experimentando con distintos géneros. Actualmente se encuentra instalado en lo que se denomina “la gira interminable”, donde destaca ante todo la pulcritud en las ejecuciones de su banda de apoyo, que arropa a una voz sumamente deteriorada que, pese a ya no tener los bríos de antaño, sigue transmitiendo el mismo de mensaje amor, reflexión sobre la muerte o protesta social. Probablemente se trata del mejor letrista del rock vivo actualmente.
Neil Yong
Nacido en Toronto, Canadá en 1945, Neil Percival Young es no solo un letrista sumamente respetable, sino también un guitarrista exquisito. Es uno de los pocos que por igual ha sido efectivo tanto en el folk y el country como en el rock y el grunge. Sus canciones pueden ir desde una suave balada folk de tono reflexivo como Heart of gold hasta un himno totalmente rockero como Rockin’ in the free world, que llegó a interpretar junto a Pearl Jam, cuyo líder Eddie Vedder lo idolatra.
Young sigue siendo a día de hoy un compositor muy prolífico y sigue dando conciertos acompañado de su distintiva guitarra Old Black. Sin importar su veteranía, conserva intactas la voz y la técnica necesarias para hacer aún vibrar a las multitudes o sacarles una lagrimilla con algunas de sus letras más tiernas.
David Bowie
Sin saberlo, David Robert Jones, nacido en Londres, Inglaterra en enero de 1947, delineó su carrera de forma tal que se volvería un icono en la época de internet y redes sociales, pues su imagen es una de las más reconocibles a nivel mundial gracias a que ha ascendido al estatus de leyenda después de su muerte en enero de 2016.
Bowie fue un creador siempre inquieto desde su juventud, pues no solo se formó en las artes musicales, sino que también se desempeñaba con soltura en el baile, la pintura, la actuación y la mímica.
Su carrera, en la que siempre mantuvo una producción musical en constante innovación, así como una voz envidiable, estuvo aderezada por la adopción de avatares muy distintivos, personajes en los que Bowie se sumergía cambiando totalmente de aspecto y personalidad. De ahí que se le conociera como ‘el camaleón’. Dos de sus personajes que más impacto siguen teniendo en el tráfico de redes sociales son Ziggy Stardust (un extraterrestre redentor de aspecto andrógino) y Aladdin Sane, una actualización de Ziggy con el distintivo relámpago rojo y azul que recorre un lado de la cara pasando por el ojo derecho.
Heroes, Modern love, The man who sold the world y Little wonder son algunas de las piezas que recomiendo a aquellos que aún no se hayan embarcado en el viaje de descubrimiento de este artista tan completo y tan llorado desde su simbólica partida hacia las estrellas.
Lou Reed
Louis Allen Reed fue un neoyorkino de pura cepa nacido en 1942. Marcado para siempre por una niñez en que fue tratado con choques eléctricos por instrucción de unos padres que se resistían a aceptar su declarada homosexualidad, Lou Reed supo canalizar toda la sordidez de los bajos fondos, la depresión, las drogas y la promiscuidad, con una guitarra que tocaba sencillos y a la vez efectivos y potentes acordes que servían de fondo a una voz de contador de historias sin ínfulas grandilocuentes, por momentos recordando a Bod Dylan.
Su disco debut, que comparte nombre con su primera banda, The Velvet Underground, y que fue producido por Andy Warhol, fue ignorado y vituperado por la crítica de la época, pero se convirtió en una obra de culto con el paso del tiempo y definió, con canciones como Sweet Jane o Heroin, al impúdico juglar urbano que siempre se mantendría en la misma tónica, sin experimentar demasiado y manteniendo su sello característico: una prosa rockera que hace de soundtrack a los barrios bajos de Nueva York. Su poco llorada muerte, en octubre de 2013, dejó un enorme vacío que simplemente jamás se llenará.
Tom Petty
Nacido en Florida en octubre de 1950, Tom Petty encontró acomodo dentro de la escena como exponente de la corriente californiana, con un rock suave y armonioso que podía adecuarse tanto a lo acústico como a lo eléctrico.
Pese a que lastimosamente es poco conocido en México, se trata de uno de los grandes exponentes del rock que transitó entre lo clásico y lo moderno, puesto que su carrera se inició a finales de los 70. Sin embargo, su punto más alto lo alcanzó en los 90, cuando publicó dos álbumes producidos por el gran Jeff Lynne, líder de la Electric Light Orchestra, llamados Into the great wide open y Full moon fever. El primero firmado junto con su banda The Heartbreakers y el segundo en solitario.
Como letrista, aparte del componente romántico siempre presente en el rock, Tom Petty se distinguía por una vena costumbrista que podemos constatar en canciones como All the wrong reasons, Mary Jane’s last dance, Learning to fly o Swingin’.
Su deceso en octubre de 2017 ha sido otra pérdida irreparable, más si pensamos que jamás pudimos verlo en México.
Bruce Springsteen
Lo llaman “el jefe”. Nació en Nueva Jersey en 1949. Se trata de un rockero viejo acostumbrado a llenar estadios desde la década de los 70 y a escuchar cómo enormes multitudes corean sus canciones. Se sabe que estaba a punto de darse por vencido cuando, después de cuatro álbumes de éxito discreto, logró levantar la euforia popular con Born to run, un grandilocuente álbum en el que plasmó su declaración de principios precisamente en la canción homónima, una letra que invitaba a la huida para no quedarnos estancados hasta el punto en que la cotidianidad nos robe la esperanza; todo ello arropado por una instrumentación cuasi orquestal que incluía piano, saxofón, varias guitarras, una batería energizante y una voz que se convirtió en símbolo de rebeldía.
Springsteen sigue llenando escenarios y haciendo que los ojos de muchos se llenen de lágrimas con sus himnos, tanto aquellos puramente rockeros como otros en los que supo incorporar sintetizadores o incluso la guitarra acústica y la armónica de manera efectiva.
Sin duda, Springsteen sigue ostentando esa autoridad que lo mantendrá durante mucho tiempo como el auténtico jefe.
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