En su interior contenía una misiva firmada por Mathilde Lefebvre, una niña francesa de 12 años que viajaba a Estados Unidos
Regeneración 12 mayo 2021. Un grupo de científicos de la Universidad de Quebec en Canadá analiza una carta que se encontró en una botella que, de acuerdo con las hipótesis pudo haber sido escrita y lanzada al mar por una pasajera del Titanic.
En 2017 se halló esta botella en una playa de la Bahía de Fundy en la costa atlántica canadiense. En su interior contenía una misiva firmada por Mathilde Lefebvre, una niña francesa de 12 años que viajaba a Estados Unidos.
«Voy a tirar esta botella al mar. Tenemos que llegar a Nueva York en unos días. Si alguien la encuentra, póngase en contacto con la familia Lefebvre en Liévin”, se lee en la carta.
#veille Une mystérieuse lettre d’une ado à bord du Titanic examinée au Québechttps://t.co/iv96lT7mCQ
Cette lettre aurait été rédigée par Mathilde Lefebvre, une Française qui était âgée d’à peine 13 ans pic.twitter.com/mKD28fXTrg
— Sophie Boudarel (@gazetteancetres) May 7, 2021
Investigación
Los investigadores comprobaron que en el Titanic viajaba una niña que se llamaba Mathilde Lefebvre y que se dirigía a Nueva York con su familia para reunirse con su padre quien trabajaba ahí.
De acuerdo con el profesor de arqueología de la Universidad de Quebec, Nicolas Beaudry, aunque los materiales y datos coincidan no se descarta la posibilidad de una falsificación.
Actualmente se realizan análisis pormenorizados de la fecha en la que se escribió la misiva por medio de datación por radiocarbono.
En este método se utiliza el carbono 14 para conseguir la edad de determinados materiales.
Factores principales
Los científicos encontraron dos factores para pensar que podría tratarse de una falsificación.
La caligrafía de la carta sería diferente a la que se enseñaba en Francia a comienzos del siglo XX.
Además, las corrientes marinas deberían haber llevado la botella hacia las costas atlánticas europeas y no hacia Canadá.
Daniel Bourgault, catedrático de oceanografía de la Universidad de Quebec indicó que la probabilidad de que la carta llegase a la Bahía de Fundy es inferior al 1%, “es improbable, pero no imposible”.