Cuando Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel se desataron conflictos que dejaron muertos, ahora Bolsonaro pretende mover su embajada a la Ciudad Santa
Regeneración, 6 de noviembre de 2018. El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, conocido por sus tendencias neofascistas y neoliberales, declaró su intención de mover la embajada brasileña en Israel a Jerusalén.
Esta embajada se ubica en Tel Aviv, sin embargo Bolsonaro pretende moverla a la Ciudad Santa, acto que elevaría las tensiones entre Israel y Palestina pues es lo mismo que hizo Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en 2017: reconoció a Jerusalén como la capital israelí y movió su embajada a ese lugar, acto que tiró por la borda décadas de diplomacia y generó fuertes conflictos que incluso dejaron muertos del lado palestino.
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De acuerdo con El Mundo el presidente electo de Brasil declaró sus intenciones al diario israelí «Israel Hayom», el cual es afín al primer ministro de ese país, Benjamin Netanyahu.
El brasileño ya había hablado de mover la embajada durante su campaña, pero recientemente reiteró sus intenciones:
«Cuando me pedían, durante la campaña, si lo haría cuando fuera presidente, yo respondía ‘sí, son ustedes los que deciden cuál es la capital de Israel, no las otras naciones'».
Luego de que Bolsonaro obtuviera la presidencia, Netanyahu declaró que este hecho «conduciría a una gran amistad entre ambos pueblos y al refuerzo de las relaciones entre Brasil e Israel».
Además, es posible que el primer ministro israelí asista a la toma de protesta del brasileño, de acuerdo con AFP.
Las intenciones del próximo presidente de Brasil son claramente en pro de Israel y en perjuicio de Palestina pues los israelíes consideran la ciudad de Jerusalén en su totalidad como su capital, mientras que los palestinos quieren que Jerusalén del Este sea la suya.
Este problema debe negociarse entre esos dos países solamente, por lo que ningún país debe instalar sus embajadas en Jerusalén.
En 2017, Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel y movió su embajada a ese lugar.
Desde entonces, el presidente de palestina, Abu Mazen, terminó con las relaciones con el gobierno estadounidense.
Posteriormente, Guatemala y Paraguay también movieron sus embajadas a dicha ciudad, aunque este último país volvió a instalarla en Tel Aviv.
En diciembre de ese año, 128 países de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobaron en Asamblea General dejar la decisión de Trump sobre Jerusalén «nula y sin efecto», pero el gobierno de México, a cargo del presidente Enrique Peña Nieto, se abstuvo.
Sólo nueve países votaron en contra y 35 se abstuvieron, incluído México.
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Otros países que se abstuvieron en esta votación fueron Australia, Canadá, Argentina, Colombia, República Checa, Hungría, Polonia, Filipinas, Ruanda, Uganda y Sudán del Sur.
Por otro lado, aliados de Estados Unidos votaron a favor de anular la decisión de Trump, entre ellos están Egipto, Jordania e Irak, países que reciben ayuda militar o económica.