Cholos eran comunes en las esquinas, con sus pantalones «zoot suit», camisas de tirantes o de cuadros, de lana, heredadas de la cultura obrera en Estados Unidos
Regeneración, 2 de noviembre del 2019. Cholos y su destino, es el tema de la reflexión Chihuahuense que reproducimos. Se refiere a los compatriotas que fueron inmortalizados en el cine por actores mexicanos como Tin-Tan.
La reflexión es francota de norteña.
¿Y a dónde se fueron los Cholos?
Eran comunes en las esquinas, con sus pantalones «zoot suit», camisas de tirantes o de cuadros, de lana, heredadas de la cultura obrera en Estados Unidos, junto con las mallas en el pelo, que les obligaban usar en los restaurantes, o bien sus paliacates en el pelo como solían usar los braceros en el campo.
Ahhh y sus «tablitas» aquellos zapatos de charol que muchos usábamos en la secundaria. ¡Y no eran baratos!
Típico era también su andar pausado, cadencioso y tambaleante, echando el cuerpo hacia atrás y moviendo los brazos, dando una sensación de seguridad y control.
Eran la Aristocracia de los barrios -como diría Serrat-.
Tenían sus propios códigos de convivencia y adhesión.
Si querías entrar a alguna pandilla tenías que ser iniciado, participar en una riña, robó o incluso un homicidio.
A muchas jóvenes se les obligaban a tener sexo con los líderes a cambio de su inclusión, o bien, llevar a alguna amiga o conocida como ofrenda.
Eran grupos violentos, agresivos y territoriales; los conflictos entre ellos eran comunes, y a menudo, por las noches se escuchaban verdaderas batallas campales con navajas, piedras, palos y cadenas.
Las patrullas sonaban por las noches tanto o más de como hoy ocurre con los narcos, quienes heredaron su reinado.
Los pantalones zoot suit de trabajo, marca «gacela» fueron sustituidos por la mezclilla a medio trasero, cachuchas y camisas de cuadros ceñidas.
Ya no hay aquellas bicicletas «choppeadas» ni carros clásicos personalizados.
Ahora abundan las grandes trocas, con música de banda que sustituyeron a «Chuby chequer».
Aún perviven los «placazos» que hoy sutilmente llaman graffitis, aunque sin la esencia de los anteriores, sin su arte y sin su simbolismo.
Los cholos dominaban las noches, y en más de una ocasión fueron el instrumento de los gobiernos para servir como grupos de choque.
Luis H. Alvarez los institucionalizó y hasta los hizo entrar a nómina.
Fueron los soldados que envío a luchar contra el CDP en distintos frentes, como la famosa gresca en la Huerta Legarreta, o el subsiguiente en el centro de la ciudad, frente a Palacio Municipal.
Los Fulanos, los Rockers, las Alimañas, los Granjas 21 y otros son sólo historia, una que necesariamente habremos de recordar, porque fueron parte de nuestro barrio, de nuestra infancia y juventud.
Y, al final fueron una subcultura incomprendida, como la mayoría, arrasada por el prejuicio y por la pobreza, y por el tiempo mismo que nada perdona.