Por: Alexandro Guerrero
Con Nos esperan en Abril, texto teatral que se escribió en 1956, despunta la conceptualización del fascismo en la visión teatral, drama político, de su autor, el escritor mexicano José Revueltas, novelista, ensayista, dramaturgo y poeta, preso político, conciencia ineludible de la izquierda latinoamericana. Pronto tendrá lugar un homenaje nacional en torno a su obra y su figura.
En convergencia, a casi 105 años de la primera edición de La escena contemporánea de José Carlos Mariátegui y a 45 años de la desaparición física de José Revueltas, me propongo esbozar las perspectivas de estos importantes pensadores en una ponencia, en el marco del Simposio Internacional del pensamiento de Mariátegui, en la escena contemporánea realizado hace algunas semanas, organizado y coordinado por la Cátedra José Carlos Mariátegui, desde Lima Perú. Con un ánimo comparativo, donde además se toma en cuenta la escalada fascista, el paradigma hegemónico que se reinserta como mecanismo sistémico de la desmemoria en las “democracias” de todo el orbe.
Atiendo al mismo tiempo a la urgente necesidad de redefinir las izquierdas; llamado al que habremos de sumarnos desde nuestros espacios y lugares, considerando situar, poner énfasis y enfocarnos en lo que en presente se asoma geopolíticamente en América Latina: la crisis del neoliberalismo, terrible, violenta y asimétrica, con lo que el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa bien nombra “Plan Cóndor 2”. Echemos mano de las ideas de dos grandes en nuestra región: desde el legado y la visión de Mariátegui y Revueltas, ¿cómo analizar críticamente el ascenso de la nueva derecha?, ¿la biología del fascismo? En el prólogo de La Escena Contemporánea Mariátegui mismo anuncia el espíritu de sus letras:
D‘Annunzio y Bolsonaro
El sentido de “lo biológico” es una interesante intersección de carácter ontológico y epistémico, se antoja casi poética; con un dejo bachelardiano, José Carlos Mariátegui va estableciendo a partir de la figura de D‘Annunzio lo que encarnará y dota de naturaleza definida la caracterología espiritual del fascista. Apunta Mariátegui:
D’Annunzio vive en buenas relaciones con el fascismo. La dictadura de las “camisas negras” flirtea con el poeta. D’Annunzio, desde su retiro de Gardone, la mira sin rencor y sin antipatía. Pero se mantiene esquivo y huraño a toda mancomunidad con ella. Mussolini ha auspiciado el pacto marinero redactado por el poeta que es una especie de padrino de la gente del mar. Los trabajadores del mar se someten voluntariamente. Y a su imperio. El 23 poeta de La Nave ejerce sobre ellos una autoridad patriarcal y teocrática.
Es de llamar la atención la concordancia, desde la más inmediata visión contemporánea, con la imagen de Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil. La imagen que me viene a la mente, en primera instancia, tuvo lugar el segundo día del año 2021: Bolsonaro realizó un viaje en bote a Praia Grande y provocó una aglomeración cuando nadó hacia los bañistas que lo rodearon para tratar de saludarlo.[1] Vestido con una camiseta del club de futbol Santos y acompañado de guardias de seguridad, Bolsonaro pasó unos minutos en el mar entre decenas de personas sin distanciamiento social.
El pensamiento de Mariátegui sin duda sirve como herramienta para interpretar la actual crisis económica y sanitaria. Bolsonaro descartó que la vacunación anticovid estuviera retrasada en Brasil, atribuyendo la falta de una fecha para el inicio de la campaña a la demora de los propios laboratorios en registrar sus productos, insistió además en que la inmunización no sería obligatoria en el país; los resultados están a la vista.
En meses próximos aparecerá la publicación con todos los trabajos de este Simposio, gracias a la enorme labor de la Profesora Sara Beatriz Guardia.
[1] https://www.prensalibre.com/internacional/bolsonaro-se-lanzo-al-agua-y-nado-banistas-pese-a-la-pandemia-del-covid-19