Ambos ex empleados tienen procesos abiertos contra la empresa Autobuses Estrella Roja por discriminación y violencia laboral en la Conapred
Regeneración 2 abril 2022. Carlos Escobar, un ex empleado de Autobuses México Puebla Estrella Roja dio a conocer que la empresa lo aisló y separó de sus compañeros cuando se enteró que tenía VIH.
De acuerdo con la víctima, sus superiores no lo dejaban tomar en vasos de la compañía o que tocara la comida. Lo obligaron a realizarse una prueba son su consentimiento y violaron su derecho a la intimidad.
Cuando Carlos tenía 28 años acudió al IMSS por un malestar estomacal pero la doctora puso en el justificante que era seropositivo. Posteriormente entregó el justificante y la supervisora del call center le pidió que se realizara exámenes para comprobar que no tenía nada, así que Carlos lo negó por temor
Después de esa situación lo cambiaron de lugar y lo alejaron de sus compañeros así que comenzaron las agresiones por ser homosexual.
Además, cuando hicieron una campaña de vacunación contra la influenza a él en lugar de aplicarle la vacuna le hicieron una prueba de VIH. Cuando vieron los resultados le dijeron “hay mucha gente enferma allá afuera y anda enfermando a los demás”.
Carlos se quejó en recursos humanos y le burlaron de él, después la empresa lo acusó de robo y lo despidió. Como no pudieron comprobarlo lo reincorporaron pero a otra área.
Cuando estaba en el área nueva dejó abierto su WhatsApp y vieron fotos privadas de él así que su coordinador le levantó un acta administrativa.
Ahora, Carlos sigue lidiando con los procesos pues están estancados, pero cree que ya tiene cerradas las puertas en el sector.
Otra denuncia a la empresa
Por otro lado Cathya dejó su empleo en ese mismo lugar porque no se le respetó su puesto tras regresar de su incapacidad de maternidad porque no podía ejercer su derecho a lactar.
En 2019 ingresó a la empresa y se encargaba de adquirir los insumos de las unidades, un año después avisó que estaba embarazada.
Ante ello su jefa la cambió de área, estuvo en la zona del taller a pesar de que era riesgoso. Después dio a luz y cuando regresó la volvieron a cambiar de lugar, tenía que trabajar fines de semana sin un descanso fijo.
Indicó a la empresa que por su bebé no podía tener turnos rolados debido a la lactancia.
“Parece que me castigaron por haberme embarazado y yo nunca tuve broncas con los cambios de puesto, pero ya como mamá, que me degradaran de posición, me pusieran a rolar turnos y hacerme trabajar los fines de semana sin un día fijo de descanso, todo se me complicó”, señaló.
Ambos ex empleados tienen procesos abiertos contra la empresa por discriminación y violencias laboral en la Conapred.
Tras las denuncias, Animal Político buscó a Estrella Roja para conocer su postura y el área de comunicación respondió que por el propio resguardo de la privacidad y los derechos de los denunciantes no abordaría públicamente los casos de los ex empleados.
“El reconocimiento y protección de la dignidad de las personas es prioritario y constituye un valor de la empresa que prevalece por sobre cualquier tipo de condición, rasgo o característica específica”, añadió.
Además, reiteró su compromiso con los derechos humanos de todos sus colaboradores y su disposición para asegurar un canal de expresión.