Una mujer de más 70 años en Valencia, España, estuvo muerta por cuatro años antes de que alguien notara lo que había sucedido con ella.
Regeneración, 29 de mayo de 2018.- Nadie la echó de menos, nadie notó su ausencia; con más de setenta años, María Amparo Plaza, una mujer en Valencia, España, murió aparentemente de causas naturales, y quedó tumbada en el piso de la cocina, durante cuatro años.
El descubrimiento lo hizo uno de sus vecinos, quien limpiaba el patio de su casa, cuando se fijó en un montón de ropa que parecía estar colgada por mucho tiempo en la casa de al lado, y cuando se fijó bien, vio unas piernas tumbadas a través de la ventana de la cocina.
Según sus vecinos, la mujer vivía sola y socialmente aislada, y cuando los bomberos ingresaron a su domicilio, las puertas y ventanas estaban cerradas, lo que pudo evitar el proceso normal de descomposición y dio paso a la momificación.
Investigadores a cargo del caso reportaron que ni en la casa, ni en el cuerpo de la víctima se ven signos de violencia, por lo que no creen que se tratara de un crimen.
Los vecinos de la mujer, indicaron que casi no salía y creyeron que se había mudado, como comentó María Rosa Quirante, de 43 años.
“Yo vivo aquí desde hace 16 años, y cuando llegué la señora ya vivía enfrente. La veía a veces por la calle, la última vez debió ser hace cuatro o cinco años, pero pensaba que se había mudado”, contó.
“Salía muy poco. Y tampoco hemos visto nunca que vinieran a verla. Tenía las ventanas cerradas y desde casa nunca oíamos ruidos, ni la tele. Decían que era argentina, pero ella era de aquí. Lo que pasa es que estuvo viviendo muchos años en Argentina”
Según medios locales, Plaza tenía domiciliados tanto el pago de su pensión como el pago de la renta del inmueble, por lo que el pago de alquiler continuó haciendo durante años automáticamente.
Durante los últimos años en España, han crecido las cifras de adultos mayores que son abandonados por sus familiares en salas de emergencia.
Según un reportaje del 31 de marzo, en un solo hospital, se pueden encontrar entre 10 y 20 personas mayores abandonados por sus familiares.
Vía El País.