Andrea es maestra, vive bajo un fuerte estrés, teme un contagio de Covid-19 y perder su trabajo; los niños se adaptan más rápido, pero esto no puede continuar, dice.
Por: Alam Bernal @AlamBeav
Andrea Santiago Reyes es profesora de inglés en el Centro de Lenguas Extranjeras (Celex) del Centro de Estudios Científicos y Tecnológico (CECyT) 4 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desde hace tres años.
Vive en Valle de Chalco, al oriente del Estado de México; su tiempo de traslado al lugar de su trabajo es de aproximadamente 2 horas de ida y de vuelta.
Según señala la profesora, cuando inició la pandemia de Covid-19 sufrió dos cambios radicales.
-En el Celex no existía un plan para afrontar la cuarentena; no sabíamos si el próximo sábado, después de que se anunció el cierre de escuelas, nos íbamos a presentar a trabajar.
Luego de que pasaran los días y las semanas, las autoridades del IPN comenzaron a pensar en la posibilidad de que las clases fueran en línea.
-Cuando nos dimos cuenta que esto (la pandemia) iba durar bastante, apostamos por utilizar las plataformas digitales. Y pues, afortunadamente los alumnos respondieron de la mejor manera.
Al principio, las clases fueron a través de Facebook; fue la entrada a la educación en línea.
-Luego de Semana Santa de 2020, las autoridades educativas nos hicieron mudar totalmente a las plataformas digitales de una manera más ordenada.
Santiago Reyes considera que, a un año de la pandemia, los cambios para alumnos y profesores han sido drásticos. Pero se dice sorprendida, pues los alumnos se adaptaron a un cambio que ella considera iba a suceder, pero no de forma tan repentina.
-Tanto maestros como alumnos hemos aprendido bastante con las clases en línea, pero aún podemos adaptarnos del todo.
Sin embargo, para la profesora la situación económica ha aumentado su nivel de estrés; pues señala que, aunque sus pagos en el Celex fueron puntuales, durante los últimos meses tuvieron retrasos.
Ahora vive con el temor de contagiarse de Covid-19 y perder su trabajo.
-Mi temor al quedarme sin trabajo en medio de la pandemia ha aumentado mi estrés, no cuento con seguridad social y laboro bajo el concepto de honorarios. Me preocupa enfermarme y no poder cubrir con mis gastos.
Asimismo, concluye que espera que muy pronto pueda regresar a los salones; pues considera que ya es necesario el retornó a las clases presenciales, luego de un año de que fueran suspendidas por la Covid-19.