Opinión: La Hidra

Por Ana María Vázquez

RegeneraciónMx.- Si bien García Luna permanece detenido, habría muchos que tendrían que estar a su lado, tal como una hidra, el rastro de corrupción se extiende a por ejemplo a Ramón Pequeño, preso también pero antiguo jefe de seguridad de Ricardo Salinas, dueño de Elektra y uno de los hombres más ríos del país y quien no se destaca precisamente por su honradez, probidad o apoyo a los que menos tienen sino todo lo contrario; la hidra es el monstruo de mil cabezas de la mitología griega que solo pudo ser vencido por Hércules, ya que a medida que se le cortaba una cabeza surgían otras más y cuya mirada tenía el poder de convertir en piedra al que osara mirarla.

Esto es a lo que nos enfrentamos, a las semillas de la hidra que dejaron Calderón y García Luna, pero ¿Cuántos como ellos hay?, cuantos que ahora mismo están agazapados en el poder o en las instituciones o en las empresas, vinculados con la delincuencia organizada, a la espera de la menor oportunidad para resurgir.

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El trabajo de este gobierno ha sido hercúleo, monumental, sin embargo, la gran reforma que tenemos pendiente es la del poder judicial, la lentitud y aparente apatía de la fiscalía, se topa también con la Suprema Corte, hoy, principal barrera con la que nos toparemos ahora que la ministra Piña ha ocupado la presidencia de esta.

Los pequeños Calderones, los pequeños García Luna, los pequeños Ramón Pequeño se encuentran también en la CIA, la DEA y/o en las principales empresas norteamericanas con marcados intereses en nuestro territorio, nuestros recursos y la sangre de nuestros jóvenes.

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La Hidra, no es solo nacional, se ha vuelto un negocio mundial en el que los intereses por el poder y dinero privan más que los de las personas. Habría entonces que pensar en elegir a muchos Andrés Manuel, y quizá con ello, tengamos un poco de paz y esperanza.

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