Publicidad pone en riesgo salud de niñez mexicana: EPC

La mayoría de los anuncios a los cuales los niños mexicanos están expuestos cuando están viendo la TV son de productos altos en azúcar, sodio y grasas. También influyen otros medios donde la publicidad está presente

El Poder del Consumidor

Regeneración, 21 de agosto de 2018.- A cuatro años de entrar en vigor la regulación que supuestamente restringe la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a niñas y niños, ellos siguen expuestos a un bombardeo constante y agresivo que impacta en la preferencia de consumo e influye en la petición y la compra de productos no saludables, aumentando los riesgos a desarrollar obesidad y problemas de salud.
Tal es la conclusión a la que llega la organización no gubernamental El Poder del Consumidor (EPC), quien califica como un fracaso a las políticas públicas responsables de la regulación de la publicidad y de procurar la salud pública en el país, especialmente de la infancia.
Lo anterior se debe, de acuerdo con EPC, a las debilidades de la norma vigente, toda vez que ésta fue “diseñada por la propia industria de alimentos y bebidas, ignorando las recomendaciones internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las experiencias internacionales.”
Lo que es peor, la ONG señala que las autoridades responsables “no consultaron a los especialistas y académicos en la materia para diseñar una regulación que pudiera proteger a la infancia de la publicidad invasiva de alimentos y bebidas no saludables” en un país como México, donde 1 de cada 3 niños tiene sobrepeso u obesidad.
La problemática en que se encuentran inmersos los niños mexicanos es llamada por EPC como ambiente obesogénico. Este fenómeno es analizado en el documento Publicidad dirigida a niños: una infancia enganchada a la obesidad, donde se concluye, entre otras cosas, que “la publicidad de comida chatarra es una de las grandes barreras para lograr una adecuada prevención de la obesidad en México.”
El documento expone las estrategias de la industria y los errores de política pública “que han impedido la aplicación de una regulación que proteja a los consumidores más vulnerables contra la publicidad invasiva de comida chatarra y bebidas azucaradas.”
De acuerdo con un comunicado emitido este día por EPC, el informe destaca la importancia de regular la publicidad invasiva de alimentos y bebidas no saludables “como una medida prevenible para enfrentar la obesidad, en vista de que la regulación actual, en principio, sólo se enfoca en TV y cine, dejando fuera otros medios y herramientas de mercadeo, al tiempo de que los criterios nutrimentales para decidir qué productos se publicitan fueron diseñados por la misma industria.”
Un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) revela que el público infantil pasó en promedio frente al televisor 4 horas 46 minutos al día en 2017, y esta cifra no incluye todo el tiempo que pasan frente de otras pantallas (celular, computadora, tablet, etc.), tiempo durante el cual niños y adolescentes están altamente expuestos a la publicidad para alimentos y bebidas.
La Alianza por la Salud Alimentaria se encuentra al frente de la defensa de los derechos de niñas y niños en materia de salud. Dicha instancia agrupa diversas organizaciones que trabajan hacia la misma meta, como EPC.
Adriana Labardini Inzunza, abogada especialista en TIC para el desarrollo sustentable, recordó: “En los últimos 5 años, las autoridades competentes no sólo no han tutelado eficazmente los derechos de los menores a la salud y a la información, sino que han actuado en contra del interés superior del menor al proponer y expedir normatividad administrativa (Cofepris) que a todas luces simula soluciones y permite a las industrias relacionadas evitar o evadir las prohibiciones a la publicidad dirigida a niños y adolescentes mediante lagunas, excepciones y formalismos tramposos”.
Issa Luna Pla, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, declaró: “Es necesario que los nuevos gobiernos federal y estatales introduzcan el derecho internacional de los niños y las niñas, así como los estándares de salud y de consumo, a los mercados de alimentos mexicanos. El daño que causaron los gobiernos anteriores ha dejado a nuestra población infantil destinada a la enfermedad y desinformados sobre lo que consumen”.
Por su parte, Fiorella Espinosa, investigadora en Salud Alimentaria de EPC, puntualizó: “La televisión es sólo una parte del problema, los niños están expuestos a la publicidad en línea, en redes sociales, videojuegos en línea, espacios infantiles, las escuelas, en la calle, el transporte público y en puntos de venta. También en el empaque de los productos que están llenos de imágenes y mensajes que engancha a los niños”.
Es importante recordar que todas estas formas de mercadotecnia impactan en la preferencia de los niños y la exposición a la publicidad influye en la petición, la compra y el consumo de estos productos chatarra, aumentando los riesgos a desarrollar obesidad y problemas de salud en la población infantil.
La mayoría de los anuncios a los cuales los niños mexicanos están expuestos cuando están viendo la TV son de productos altos en azúcar, sodio y grasas.
La regulación actual tampoco cubre ni los programas más vistos por los niños (telenovelas, series) ni los horarios con mayor audiencia infantil en TV, entre 20:00 y 22:00 horas, de acuerdo con reportes del IFT.
El documento presentado pone en evidencia la necesidad de que la administración entrante rediseñe la regulación con base en las recomendaciones internacionales y no proteja los intereses de la gran industria alimentaria.