Uber admite haber usado programa ‘ilegal’ que burla control policial

Uber admitió el viernes haber recurrido a un programa informático secreto que permite a sus conductores evitar ser controlados por la policía

An illustration picture shows the logo of car-sharing service app Uber on a smartphone next to the picture of an official German taxi sign in Frankfurt, September 15, 2014. A Frankfurt high court will hold a hearing on a recent lawsuit brought against Uberpop by Taxi Deutschland on Tuesday.  San Francisco-based Uber, which allows users to summon taxi-like services on their smartphones, offers two main services, Uber, its classic low-cost, limousine pick-up service, and Uberpop, a newer ride-sharing service, which connects private drivers to passengers - an established practice in Germany that nonetheless operates in a legal grey area of rules governing commercial transportation. The company has faced regulatory scrutiny and court injunctions from its early days, even as it has expanded rapidly into roughly 150 cities around the world.   REUTERS/Kai Pfaffenbach (GERMANY - Tags: BUSINESS EMPLOYMENT CRIME LAW TRANSPORT)

Regeneración, 3 de marzo del 2017.-Según un comunicado del servicio de alquiler de vehículos con conductor, el programa “Greyball”, cuya existencia fue revelada por el diario The New York Times, fue utilizado en ciudades en que no estaba prohibido.

El objetivo principal era proteger a los conductores de rivales malintencionados que recurrían a teléfonos inteligentes para perturbar su trabajo, señaló la empresa.

“Este programa bloquea las demandas de usuarios fraudulentos (…), de gente que pretende atacar físicamente a los conductores, de competidores que intentan perturbar nuestras operaciones, o de rivales que se alían con las autoridades en operaciones secretas destinadas a tender trampas a nuestros conductores”, dijo un portavoz de Uber en un correo electrónico dirigido a la AFP.

Uber destacó que el programa era utilizado sobre todo en lugares en que los conductores temían por su seguridad, pero “raramente” para escapar a controles de las fuerzas del orden.

Según el New York Times, el programa, aceptado por los servicios jurídicos de Uber pero que plantea numerosas interrogantes éticas, es empleado en varios países.

La empresa debe enfrentar actualmente acusaciones de que en ella campea una cultura sexista y violenta, de la que el propio fundador del servicio, Travis Kalanick, sería un exponente.

Kalanick ha sido también criticado por formar parte de un foro de empresarios que asesoran al presidente Donald Trump. Tras la avalancha de protestas que suscitó este hecho y las amenazas de boicot que pendían sobre Uber, Kalanick abandonó ese foro a comienzos de febrero.

La empresa está valorada actualmente en unos 68.000 millones de dólares y opera en decenas de países.