La discriminación es por la forma de vestir o arreglo personal, el peso o estatura y la edad. También por las creencias religiosas
Regeneración, 6 de agosto del 2018. La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, dada a conocer hoy, revela que uno de cada cinco mexicanos, o 20.2% de la población mayor de 18 años, declaró haber sido discriminado en el país durante el último año, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los principales motivos por los cuales se discrimina están relacionados a la apariencia: la forma de vestir o arreglo personal, el peso o estatura y la edad. A estos se suma las creencias religiosas.
La discriminación se refiere a toda distinción, exclusión o restricción que, por acción y omisión, busca o da como resultado en obstaculizar, restringir o menoscabar el reconocimiento o goce de los derechos humanos y libertades, refiere el INEGI con base en la Ley federal para prevenir y eliminar la discriminación de 2003.
Si se distingue entre sexos, 56.5% de los hombres declararon ser discriminados por su apariencia, frente al 51.3% de las mujeres, detalló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por geografía, los estados del país donde se registra mayor discriminación son Puebla, Colima, Guerrero, Oaxaca y Morelos. Mientras que donde se reporta menor prevalencia son: Nayarit, Zacatecas, Nuevo León, San Luis Potosí, Durango, Coahuila, Guanajuato, y Chihuahua.
«La Ciudad de México quedó a casi nada de entrar al grupo de los lugares donde más se discrimina pues tuvo un porcentaje de 23.7%», observó la redacción de la revista empresarial Expansión, este lunes.
El rango de respuestas para definir a los estados que más discriminan está entre 24% y 28.4% de las respuestas de los encuestados.
Ciudad de México fue la entidad donde más se discriminó a las mujeres, mientras que Guerrero fue el estado donde los hombres declararon mayor discriminación.
Para el caso de las mujeres, los estados donde la población femenina dijo haber sido más discriminada (25% o más) son: Puebla, Ciudad de México, Jalisco, Morelos, Campeche y Colima. Para los hombres son: Puebla, Guerrero, Colima, Estado de México y Oaxaca.
Por la discriminación en algún ámbito, el 23.3% de la población de 18 años y más considera que en los últimos cinco años se le negó injustificadamente un derecho.
Ser joven puede ser un motivo para ser discriminado, pues esta población se enfrenta que 60% de la población mayor de 18 años está de acuerdo con que «la mayoría de los jóvenes son irresponsables».
El 40.3% de la población indígena declaró que se le discriminó debido a su condición de persona indígena; el 58.3% de las personas con discapacidad, a causa de su condición de discapacidad y de las personas de la diversidad religiosa, el 41.7% señaló que fue por sus creencias religiosas.
La encuesta se realizó en coordinación con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y en sociedad con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
Los objetivos de la encuesta
Conocer el perfil sociodemográfico de las personas más proclives a sufrir la discriminación y aquellas propensas a tener conductas discriminatorias.
Identificar las opiniones y actitudes discriminatorias que operan en la sociedad, basadas en prejuicios, estigmas y estereotipos.
Captar experiencias de discriminación de la población en general y de grupos sociales específicos.
Explorar la relación entre experiencias de discriminación y diversas determinantes de exclusión socioeconómica.
Contar con información que permita medir la magnitud, causas y expresiones de la
discriminación en México; conocer quiénes sufren discriminación y quiénes discriminan,
los ámbitos sociales en que sucede y los factores sociodemográficos y culturales que
se relacionan.
Las dimensiones de la discriminación en México
La discriminación es uno de los principales problemas nacionales que afecta no sólo a grupos de personas históricamente inferiorizados y excluidos, sino a toda la sociedad.
Está íntimamente relacionada con la desigualdad social, la pobreza, la marginación y la exclusión.
Tiene un carácter estructural: generalizada, recurrente, normalizada, institucionalizada, basada en prejuicios y estereotipos con profundas raíces históricas.
Ocurre en múltiples ámbitos sociales (familias, comunidades, iglesias, centros de trabajo, instituciones del Estado, medios de comunicación) y opera a través de relaciones sociales desiguales, normas e instituciones.
Tiene un impacto cotidiano, múltiple y acumulativo en el ejercicio de derechos, goce de libertades y acceso a recursos, bienes y servicios
Las aportaciones de las encuestas anteriores
En 2005, la primera fue una encuesta pionera, muy relacionada con la preocupación de ese momento, en el que se ponían las bases de la medición de la pobreza, en el contexto del desarrollo de los instrumentos de la política de evaluación del desarrollo
social y la política antidiscriminatoria del país
Por su parte, la encuesta del 2010, contribuyó a visibilizar a la discriminación como uno de los grandes temas de la realidad nacional y a consolidarlo como una obligación del estado de primera magnitud. A los seis años de su publicación se siguen utilizando sus resultados en editoriales, notas, etc.