Mujeres mezcaleras crean primer biblioteca con residuos del agave

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Regeneración a 03 de diciembre de 2016.- Santa Catarina Minas, en esta población dedicada a la elaboración y producción del mezcal, gran parte de la economía del hogar está bajo la responsabilidad de las mujeres, debido a que los hombres emigraron a los Estados Unidos.

Además de las tareas del campo donde siembran maíz, frijol, calabazas y chiles, están involucradas en el proceso de elaboración del mezcal; bautizado con el gentilicio de “minero”.

“Ellas decidieron cambiarle el rumbo a su comunidad, y con esto, evitar que sus hijas e hijos, abandonen la escuela por falta de libros, por no tener dinero para comprarlos”, comentó Graciela Ángeles Carreño, impulsora del proyecto autogestivo que se desarrolla a 39 kilómetros al sur de la capital, en el distrito de Ocotlán de Morelos.

Desde 2014 a la fecha, la también gerente y representante legal de Mezcal de los Ángeles, acompaña a las mujeres del Barrio del Rosario en su iniciativa de construir –desde los cimientos- la primera biblioteca de la localidad y sus alrededores.

Y, añadió: “al contar con una biblioteca cercana, se acabó el pretexto de sacar a las niñas y las niños de la escuela. Los chicos no se desplazarán a otro lugares a realizar las tareas, arriesgándose a peligros y gasto en pasajes”.

Graciela Ángeles, originaria de esta municipalidad, participa en la edificación de la biblioteca, porque cuando era estudiante de primaria y secundaria, ella -como otras y otros jóvenes de su generación -padeció la ausencia de un espacio donde convivieran con los libros.

La empresaria que nació en el seno de una familia productora de esta bebida de agave silvestre y proceso de destilación artesanal, involucró en el proyecto a Jacobo Márquez, director de la empresa Sabrá Dios, empresa distribuidora de mezcal con la que apoyan a maestros mezcaleros y sus comunidades.

Biblioteca con adobes elaborados con residuos de mezcal

El predio donde se erige la nueva biblioteca es de 4 mil metros cuadrados, fue donado por los comuneros, las paredes se conforman por más 8 mil adobes que las mujeres elaboraron, a partir de residuos de la elaboración del mezcal, conocido en este rumbo como guarape.

A unas semanas de concluir la primera etapa de aquel sueño, que se construye en una loma, sus protagonistas han pasado por muchas etapas, pero, el rostro de quienes participan se ilumina al ver que el salón que albergará la biblioteca está próximo a quedar concluido.

Graciela Ángeles, impulsa a sus vecinas y vecinos para que no abandonen el proyecto que además del Barrio del Rosario, atenderá a poblaciones vecinas que no cuentan con una biblioteca, dentro ni fuera de las escuelas.

“A lo largo de los meses, los esposos de algunas señoras, se han involucrado en las faenas de trabajo, al ver el entusiasmo de sus hijas e hijos por la construcción de la biblioteca”, resalta doña Juanita, abuela de varios de los chicos del rumbo.

“Yo no tenía dinero para las cooperaciones, por lo que mejor decidí aportar la fuerza de mis manos”.

El objetivo de la biblioteca en Santa Catarina de Minas no es guardar libros de consulta, es integrar a la comunidad en un espacio común, enseñarles las técnicas de eco-construcción, para que puedan replicar el proyecto con materiales endémicos de la región.

“Mostrarles nuevas técnicas de sembrado, encontrar libros que ayuden e incentiven la imaginación. Un espacio para sentarse a ver un atardecer, a observar cómo crecen las plantas, a estudiar o platicar cómo pueden ser una mejor comunidad, a compartir sus enseñanzas”, resume Márquez.

La obra se ubica en la loma más alta del barrio, que es hermoso: tendrá sala de ensayo, centro de cómputo, se darán clases, talleres; y estará llena de libros para personas de todas las edad”, Constantino López Barriga, presidente del Comité de la Biblioteca del Rosario, encargado de revisar el avance de la construcción y padre de familia.

“A mí me la felicidad de mis hijos; siendo felices harán lo que quieran, y descubrirán sus habilidades, sus capacidades. Serán mejores seres humanos”, comenta satisfecho Constantino, mientras termina de colocar la teja a la biblioteca, próxima a inaugurarse en enero.

La productora del mezcal Real Minero, Graciela Ángeles confía que la biblioteca cambiará el futuro de la región y ante sus beneficios a la comunidad podría replicarse en otros lugares.