Venezuela exige en la OEA verdad y justicia para Ayotzinapa

Los padres de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, se instalaron lejos de la zona hotelera donde albergan las sesiones de la OEA, hasta ahí llegó la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, para hacer patente su solidaridad con ellos.

Regeneración, 21 junio 2017.- Ante el reiterado señalamiento del gobierno mexicano de que en Venezuela se ha roto el orden democrático, la administración de Nicolás Maduro respondió ayer con la presentación ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) de dos propuestas de resolución relacionadas con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y contra la construcción del muro en la frontera norte por parte de Washington.

Venezuela manifiesta su solidaridad con los familiares de las víctimas y exige la verdad, justicia y reparación del daño, tanto para éstos como para la sociedad en su conjunto. Condena toda política estatal que, por acción u omisión, haya promovido, propiciado o ejecutado la desaparición forzada de personas o bien realizado ejecuciones extrajudiciales, con la finalidad de fomentar el control social y el amedrentamiento a la población en desmedro de los derechos humanos.

Respecto al muro fronterizo que pretende construir el presidente estadunidense, Donald Trump, manifiesta su rechazo y consternación ante la decisión del gobierno de Estados Unidos de construir una barda que separe al pueblo de ese país de los latinoamericanos y el resto del mundo. Pide construir puentes de respeto a los derechos humanos, tolerancia, distribución equitativa de la riqueza y alcanzar la igualdad ante la amplia brecha entre ricos y pobres.

Los dos planteamientos forman parte de un paquete de 10 resoluciones que la delegación venezolana presentó ante la 47 Asamblea General de la OEA. Las propuestas fueron remitidas a la comisión general, presidida por el mexicano Luis Alfonso de Alba, la cual definirá si se remiten a otras comisiones relacionadas con los temas a los que aluden o si existe alguna posibilidad de que sean puestas a la consideración del pleno este miércoles.

El lunes, familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa viajaron de Guerrero a este centro turístico para manifestarse ante los participantes de la asamblea. Sin embargo, un kilómetro antes de llegar a su objetivo, en el perímetro de seguridad que se instaló en torno a la sede del evento un conocido hotel ubicado en la carretera que conduce a Playa del Carmen, fueron detenidos por elementos de las policías Federal y estatal, que no permitieron que se instalaran en plantón y los amenazaron con desalojarlos por la buena o por la mala.

Los padres de los jóvenes desaparecidos se replegaron y se instalaron lejos de la zona hotelera, en la escuela Kukulkán. Y hasta ahí llegó la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, para hacer patente su solidaridad con ellos.

Mayra Telumbre, tía del estudiante desaparecido Cristian Rodríguez, explicó que el grupo de Ayotzinapa viajó al Caribe mexicano para decir claramente a los países del hemisferio que en México no hay derechos humanos.

La luchadora relató que la canciller venezolana les aseguró que su presencia en Cancún, aún lejos del lugar de la reunión, le dio gran fuerza a la hora de enfrentarse a la reunión de consulta de ministros de la OEA.

Por su parte, el diputado Julio Chávez, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien acompañó durante horas a los guerrerenses, aseguró que el contacto directo que ha entablado el gobierno de su país con este grupo de víctimas es parte de la solidaridad latinoamericana.

Les informamos cómo son en realidad las cosas en mi país, donde una oposición alocada siembra el terror en la calle. Dijo que los de Ayotzinapa fueron invitados a Venezuela a presenciar la convocatoria de la Asamblea Constituyente. También serán invitados al Foro de Sao Paulo, que se realizará el 17 de julio en Nicaragua.

El autobús que transportó al colectivo de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos salió el domingo de Chilpancingo y en su trayecto fueron detenidos y acosados por policías en Puebla, Veracruz y Quintana Roo.

 

Con información de La Jornada