Los turistas alimentan a los ciervos para poder tomarse una fotografía pero los animales mueren por ingerir el plástico con el que se envuelve la comida
Regeneración, 11 de julio del 2019. En los últimos meses han muerto nueve ciervos en el Parque de Nara, en el sur de Japón, y la autopsia reveló cantidades de plástico en los estómagos de los mamíferos, informaron las autoridades, que exhortaron a los visitantes a no alimentar a los animales.
“La ingesta masiva de este tipo de material ha provocado la muerte de nueve ciervos en los últimos tres meses. Uno de los animales llegó a comerse 4.4 kilogramos de plástico, lo que ha dado lugar a que las autoridades vuelvan a avisar del peligro de estos materiales”, indicó un reporte de la agencia de noticias Kyodo.
El Parque de Nara está considerado como uno de los lugares más espectaculares del país asiático, con unos mil 200 ciervos en semi-libertad y monumentos históricos.
Las autoridades lo califican como uno de los “lugares de mayor belleza escénica”, donde los ciervos pueden interactuar con la gente con total normalidad.
De acuerdo con el reporte, tras el fallecimiento de los animales, las autoridades insisten en la prohibición de alimentar con cualquier comida que no sean galletas, que se venden en las tiendas locales y no tienen envoltorio de plástico.
Señaló que los asistentes al parque alimentan a los ciervos para poder tomarse una fotografía, pero muchos no cumplen con las recomendaciones y los animales mueren por la ingesta del plástico con el que se envuelve la comida.
Especificaron que los turistas consiguen la confianza del animal al darles de comer, lo que es aceptado para tomarse la fotografía, pero después tiran los plásticos a los contenedores y es ahí cuando los ciervos siguen el olor del alimento, lo que provoca que los animales decidan comer el plástico.
“Los ciervos que murieron estaban muy delgados, incluso se les notaban los huesos, señaló a Kyodo el veterinario Rie Maruko, de la Fundación para la Preservación del Ciervo de Nara.
En el último año visitaron el parque de Nara unos 2.09 millones de personas, un aumento de casi 10 veces en cuestión de una década.