Por Ana María Vázquez
RegeneraciónMX.-Tal como lo ha dicho el presidente, la atención a la juventud es el camino para construir un mejor país, sin embargo, esto parece haber pasado inadvertido para los diferentes CEDART, cuya corrupción, maltrato a los alumnos, agresiones y acoso sexual han sido los elementos que han prevalecido desde mediados de los años 80; mientras estuvo a cargo del maestro Juan José Bremer, todo marchó adecuadamente, fue con Manuel de la Cera, cuando yo personalmente comencé a tener los primeros reportes de prácticas indebidas en la institución.
Desde agosto del año pasado, Mónica Hernández Riquelme es la encargada de la Subdirección General de Educación e Investigaciones Artísticas del INBAL, de quien dependen directamente los CEDART pero parece no enterarse de nada, le haré un breve resumen.
La secundaria de Arte y el Bachillerato artístico son el tronco en el que está instalada esta excelente idea en la que,a través del arte, se pretende crear nuevas generaciones de estudiantes; con 12 centros en el país, 3 de los cuales están en la Ciudad de México, estos centros a cargo del INBA fueron una esperanza para aquellos jóvenes cuya visión estaba enfocada en una carrera formal en la literatura o la actuación.
Poco duró el gusto, los alumnos desertaban por presiones, maltrato o malas prácticas docentes y/o administrativas; pese a las quejas de los alumnos, ninguna de las administraciones, ni pasadas ni presentes han hecho nada para mejorar la situación. Triste caso, ya que la adolescencia es una etapa vital y las generaciones pueden ser encausadas y no marcada para siempre por una estructura arcaica, violenta y corrupta que se niega a escuchar.
*Tocamientos, “trueque” de citas o favores sexuales a cambio de una calificación o un papel protagónico en la obra, acoso, maltrato… ¿qué pasa en los CEDART?, las prácticas desafortunadamente son generalizadas, como si fueran parte del programa escolar. Lucina Jiménez López, actual directora del INBA tendría la responsabilidad de tomar cartas en el asunto. Ya en 2019, las denuncias comenzaron a hacerse públicas y solamente se obtuvo una sanción en uno de los centros para un maestro. ¿Y el resto?
*La gota que derrama el vaso es la reciente denuncia de un alumno consignada en redes a raíz del pasado 19 de septiembre sucedida en el CEDART Frida Kahlo: “durante el simulacro se nos ordenó que no hiciéramos nada, no se abrirían las puertas, nadie podría salir, no hubo simulacro, al momento del temblor, la directiva a gritos dijo que era falsa alarma, cuando el enorme candil porfiriano se balanceó, la directiva gritó que sí temblaba y todo fue un caos, nadie sabía que hacer, las puertas permanecían cerradas, solo se evacuó cuando terminó el sismo”.
*A los alumnos no se les permite salir, de los planteles para comprar comida, sin importar que pasen casi todo el día en el plantel y son obligados a comprar alimentos o snacks directamente con las secretarias de la directiva.
*El cobro por semestre es de poco más de $1000.- pesos, sin embargo, la directiva aprovecha servicios que deberían ser gratuitos a los alumnos, como el del uso de la biblioteca para hacerse de unos pesos extra, es decir, cobra indebida e injustificadamente.
*No existe el menor sentido humanitario ni social, ni docente para atender un desmayo de una alumna y cuando llegan a suceder eventos de salud, NADIE, se responsabiliza ni ayuda en lo más elemental.
*Las protestas de los alumnos, que insisto, no son nuevas, han tenido siempre la misma respuesta: retiro de mantas y carteles en los que se consignan las violaciones a sus derechos elementales y como estudiantes y últimamente, hasta el retiro de celulares a los estudiantes para impedirles tener registro en video de los atropellos.
¿Qué pensaría el presidente de saber esto? ¿cómo responderán los directivos de los diferentes planteles ante estas acusaciones que insisto, se han acrecentado con los años en lugar de disminuir?
El acoso es delito, los trueques sexuales son delito, el maltrato a un alumno es delito, los cobros indebidos, también; encerrar a los alumnos es secuestro y ningún reglamento permite despojar de sus pertenencias al alumnado, eso es robo.
¡NO SOMOS IGUALES, NO DEBEMOS SERLO!, ¡Y MENOS CUANDO SE TRATA DE LA ILUSION Y LA EDUCACIÓN DE NUESTROS JÓVENES!
Sigue a Ana Marían Vázquez en Twitter como @anamariavazquez