Desde una perspectiva neurocientífica, las pesadillas ocurren durante el sueño REM y es posible evitarlas mejorando la higiene del sueño.
De la redacción
RegeneraciónMx, 5 de octubre de 2022.- Todos soñamos con castillos, batallas, campos de flores, amor, seres queridos, lobos, chozas en el bosque y demás. Los sueños son tan diversos y variados que en un momento tienen imágenes relajantes y de pronto el precipicio.
Y al despertar surge preguntas y a veces recuerdos del sueño: quién estaba ahí o qué lugar era. ¿Habrá sido una pesadilla? ¿Qué querrá decir? ¿Algún secreto oculto de la psique? ¿Son una puerta desconocida de la mente y el alma?
Desde la neurociencia se pueden diferenciar dos tipos de sueño: uno durante la fase NREM (ondas lentas o No REM) y otro en la REM (Movimiento Ocular Rápido). Por ejemplo, los investigadores han comparado un sueño de la fase NREM con una fotografía, es decir, suele ser corto, menos estructurado, más débil y menos emocional.
Mientras que los sueños de la REM han sido identificados como una película en la que el soñador es el personaje principal. En otras palabras, se cree que el sueño REM incluye la activación e interacción complicadas de muchas regiones del cerebro, lo que da como resultado una experiencia onírica más sofisticada. Estas imágenes mentales multimodales surgen espontáneamente durante el sueño y normalmente se estructura como una narración.
Las pesadillas
Al dormir, el ser humano atraviesa por diferentes fases del sueño que se caracterizan por la presencia o ausencia de movimientos oculares específicos conocidos como Rapid Eye Movement (REM). De ahí que las fases del sueño se dividan en N-REM y REM, y es en esta última en la que se presentan las pesadillas y los sueños lúcidos.
Existe un vínculo significativo entre el sueño REM y las pesadillas. Los sueños más aterradores ocurren durante el sueño REM. Según especialistas de Emma The Sleep Company, la mayoría de las enfermedades y medicamentos que alteran el REM afectan esta fase y, por lo tanto, el sueño. De tal manera que soñar puede verse impulsado por varias parasomnias relacionadas con REM (trastornos relacionados con el sueño disruptivo).
“Soñar es importante para procesar emociones que tuviste durante el día y contribuye a la consolidación de recuerdos con gran carga emocional como un mecanismo de resolución de problemas que estimula el mundo real cuando dormimos. Es importante para nosotros obtener la cantidad adecuada de buen sueño, para poder tener una buena experiencia de sueño que comienza cuando entramos en el sueño ligero al sueño profundo hasta que alcanzamos la etapa fundamental del sueño REM, cuando nuestro cerebro se vuelve más activo en el procesamiento de experiencias emocionales no resueltas de la vida de vigilia que contribuyen fuertemente a la consolidación de la memoria emocional”, aseguró la neurobióloga Verena Senn.
Las recomendaciones de la experta para reducir las pesadillas son dormir lo suficiente, es decir, entre seis y ocho horas para procesar de mejor forma los episodios difíciles e incluso traumáticos experimentados durante el día. En segundo lugar, mejorar la higiene del sueño durmiendo en una habitación fresca y oscura, limitando la luz de los dispositivos electrónicos y evitando escuchar música y el consumo de café antes de dormir.
Finalmente, Verena Senn aconsejó trabajar en el sistema nervioso parasimpático para inhibir las respuestas de lucha o huida y aumentar la sensación de relajación. ¿Cómo? Con ejercicios de respiración y meditación antes de dormir. O intentar usar productos que aumenten la relajación, como mantas de gravedad o con un baño de agua tibia.