Reproducimos a continuación la carta de dimisión del economista Peter Doyle, hasta la fecha responsable de Suecia, Dinamarca e Israel en el Departamento Europa del Fondo Monetario Internacional. Como señala en su carta al Comité Ejecutivo, desde la dimisión en 2004 del alemán Horst Koehler, se han sucedido al frente del Fondo: Rodrigo Rato, que abandonó a mitad de su mandato en 2007 para ponerse al frente de la ahora quebrada Bankia; Dominique Strauss-Kahn, que tuvo que dimitir tras ser detenido por violación; y el año pasado, la ex-ministra de economía francesa Christine Lagarde –imputada en un escándalo de corrupción con el empresario francés Bernard Tapie. Todo eso, en medio de las protestas de los países emergentes por la sucesión ininterrumpida al frente del Fondo de candidatos de la UE. (Tomado de: Sin Permiso)
Washington DC18 de junio 2012
Al Dr. Shaalan, Decano del Comité Ejecutivo del FMI,
Me dirijo hoy por última vez al Comité Ejecutivo porque abandono el FMI.
En primer lugar quiero expresar formalmente mi más profundo agradecimiento a las autoridades de Suecia, Israel y Dinamarca, con las que he trabajado en el último período, así como con todas con las que he trabajado con anterioridad, por su extraordinaría generosidad conmigo.
Asimismo, quiero aprovechar esta oportunidad para explicar por qué me voy.
Después de veinte años de servicio, me avergüenza toda relación con el FMI.
No solo por su incompetencia ante la crisis global, expuesta solo parcialmente por el informe de la OIA, así como por el informe TSR en relación con el seguimiento previo a la crisis de la zona euro. Sino sobretodo porque los problemas sustanciales de estas crisis, como los de otras, fueron identificados mucho antes de que se produjeran, pero fueron negados en el FMI.
Es más, los factores probables que han causado estos fallos en la tarea de vigilancia del FMI (rechazo al riesgo analítico, prioridades bilaterales y prejuicios europeos) se están reforzando a pesar de las iniciativas para corregirlos. Ello es especialmente evidente por lo que se refiere al nombramiento de los Directores Gerentes, que durante la última década han sido todos desastrosos a todas luces. Ello afecta incluso a la actual Directora Gerente, porque ni el hecho de ser mujer, ni su integridad ni su impulso dirigente pueden compensar la ilegitimidad esencial del proceso de selección.
Hay mucha gente buena y sabia en esta institución. Pero el abajo firmante se marcha para siempre. Quizás no quieran perder al resto.
Sinceramente,
Peter Doyle
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